EL PAíS › ENCUESTA EXCLUSIVA SOBRE LAS PREOCUPACIONES NACIONALES
Los políticos son el nuevo problema
Más de un tercio de la población ubica a la clase política como el principal problema, apenas después de la desocupación y la recesión. Imagen de los políticos y pronósticos electorales.
Por Sergio Moreno
La desocupación y la recesión económica siguen siendo las máximas preocupaciones de los argentinos que viven en el área metropolitana (Ciudad de Buenos Aires y Conurbano), pero una nueva certeza se coló en la lista que desde hace más de una década encabeza la falta de trabajo: la clase política es un problema. El quiebre del contrato social entre los políticos y el resto de la sociedad se expresa en guarismos: un 34,5 por ciento considera a la dirigencia de los partidos como el principal tema de preocupación en la sociedad. Por si fuera poco, el 62 por ciento de los consultados considera negativa la gestión del gobierno nacional, un apabullante 95 por ciento cree que el país no está logrando salir de la crisis, el 82 por ciento expone su desacuerdo con las medidas económicas adoptadas por el Gobierno y un 54 por ciento de los entrevistados considera que el presidente Eduardo Duhalde no terminará su mandato. Así y todo, el 75 por ciento de los consultados prefiere al peso como moneda nacional y un impactante 92 por ciento jura que, de tener disponibilidad, no depositaría sus ahorros en entidades bancarias.
Los datos conforman la conclusión a la que arriba un trabajo realizado por la consultora Equis, que dirige el sociólogo Artemio López, entre el 21 y el 24 de marzo, mediante 960 casos efectivos sondeados en entrevistas personales a personas de ambos sexos, mayores de 18 años de todos los niveles socioeconómicos y residentes en la Ciudad de Buenos Aires y en los partidos del conurbano de la provincia de Buenos Aires. Del trabajo se estima un error máximo de +/- 3,2 por ciento para distribuciones simétricas, con un nivel de confianza del 95 por ciento.
Según indican los guarismos, el 48 por ciento señala a la desocupación como el principal problema nacional, seguido por un 37 por ciento de los sondeados que eligen a la crisis económica y la recesión como pesadilla de sus noches. Pero aquí se incorpora el signo de los tiempos: un 35 por ciento asegura que la clase política argentina es un problema para estepaís. “Lo que me parece importante es la persistencia del fuerte contenido crítico que asume por primera vez una entidad específica como problema, que es la clase política. Es como que la gente ha logrado materializar su bronca en esta cuestión”, sostiene López.
Del cruce de los datos que arroja el muestreo surge una paradoja, ya que ese repudio, importante en cifras, no se reproduce a la hora de elegir por quién y cómo votar: sólo un 4,1 por ciento piensa impugnar su voto, otro tanto no irá a votar y un 3,2 por ciento lo hará en blanco, alcanzando entre los tres ítems un escaso 11,4 por ciento, muy lejano –por cierto– a ese 37 por ciento que apunta a la dirigencia política como problema para el país y más aún de los altísimos porcentajes que alcanzó el “voto bronca” en las últimas elecciones (octubre de 2001).
Siguiendo por ese andarivel, Elisa Carrió encabeza la intención de voto a presidente (16,5 por ciento) y es, a su vez, la política con mejor relación entre voto positivo (39,6) y negativo (31), lo que arroja un diferencia positivo de 8,6 por ciento. El gobernador santacruceño Néstor Kirchner sigue a Carrió en la ponderación, obteniendo un diferencial a su favor de 6,7 por ciento. El político peor considerado por la sociedad, a la luz del trabajo de Equis, es el canciller Carlos Ruckauf, que acumula una imagen negativa del 70,1 por ciento.
La buena performance de Carrió no es óbice para que el peronismo deje de lado sus ilusiones ya que, si se suman a los potenciales candidatos de ese partido, el PJ se colocaría cómodamente en un primer lugar (ver cuadro de intención de voto).
“Más allá de que Elisa Carrió sigue encabezando la intención de voto, está clara la complejidad de señalarla como la figura de mayor predicamento en términos electorales, ya que el estudio muestra que el justicialismo sigue teniendo fuertes chances a futuro a pesar de las dificultades que atraviesa la gestión del Poder Ejecutivo”, afirmó el titular de Equis que, además, resaltó la performance de Kirchner: “Una novedad al interior del justicialismo es la afirmación de Néstor Kirchner, que ha logrado mantener perfil propio y parece vencer los problemas que tienen los gobernadores de provincias no centrales para implantarse”.
Todas las gestiones administrativas están cuestionadas. Ello se desprende de la mala valoración que los encuestados hacen tanto del Gobierno nacional, cuanto del de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma.
Pero quien se lleva las palmas del repudio y la desconfianza es el sistema bancario: si bien sólo el 21 por ciento de los entrevistados reconoce haber sido perjudicado por el corralito, el 63 por ciento entiende que los bancos no devolverán el dinero a los ahorristas y el 92 por ciento no volvería a depositar su dinero en los bancos.
Finalmente, el 55 por ciento cree que los cacerolazos son poco o nada útiles como método de protesta, a la vez que un 44 por ciento los cree efectivos, dato que se cruza con el deseo del 51 por ciento de las personas consultadas sobre la necesidad de adelantar las elecciones presidenciales.
Al respecto, López marca lo siguiente: “Se da una paradoja: Eduardo Duhalde, a pesar de la opinión crítica que tiene la gente de todas las gestiones, e incluso el déficit de imagen positiva muy ostensible, hoy es el candidato justicialista con mayor intención de voto. Si las elecciones fueran hoy, tendría serias chances de ser uno de los candidatos más votados”.