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Los Rodríguez Saá están dispuestos a tomar la iniciativa política. El “Alberto”, como llaman al gobernador de San Luis, ayer dijo que la provincia y su gobierno son víctimas de una campaña de difamación. Al momento de ponerles nombre a los conspiradores, señaló que “está organizada y orquestada por el establishment financiero que dirige las acciones desde el exterior y desde el mismo país”. Tampoco dudó en alinearse con la Casa Rosada. Por eso dijo que la campaña “también es contra el gobierno nacional que encabeza el compañero Néstor Kirchner y que la operación contra San Luis forma parte de la tarea de debilitamiento del Poder Ejecutivo Nacional, en calidad de ensayo general”. Las declaraciones, que tuvieron el formato de un comunicado de prensa, están en concordancia con una campaña publicitaria que el viernes pudo escucharse y verse en radios y canales porteños. En ella se presentan como víctimas de un complot. Todo porque dicen haber llevado a la práctica las tres banderas históricas del peronismo. El movimiento aparece más amplio que nunca. Eso sí, a pesar de la crisis económica sigue contando con generosos fondos para la publicidad institucional.