EL PAíS › DURA POLEMICA EN LA COMISION QUE ANALIZA EL PLIEGO DE BETTINI
Cuesta arriba es el camino a Madrid
Varios senadores e invitados expusieron los cuestionamientos al candidato a embajador, que respondió a las requisitorias.
Por Eduardo Tagliaferro
“Desde el peronismo no sentimos vergüenza. Estoy convencido de que Carlos Bettini es el hombre ideal para España”, dijo casi al final de seis horas de debate el jefe de la bancada oficialista, el rionegrino Miguel Angel Picheto. La frase, que omitió "ir a" entre "para" y "España", reflejó también uno de los principales cuestionamientos que tuvo la candidatura presentada por el Gobierno: la presunta lealtad doble de Bettini. Algo que los impugnantes subrayaron al calificar su pasado como el de un lobbyista y que el postulante desmintió con énfasis. “Nunca trabajé para Iberia, ni para el Estado español”, dijo. El canciller, Rafael Bielsa, insistió en que para la Justicia argentina "Bettini no ha cometido ningún delito”.
La expectativa en la reunión de la Comisión de Acuerdos era mucha. No llegó a tener el formato de una audiencia pública, pero superó los límites de las reuniones cerradas de comisión. Las cámaras televisivas pudieron tomar imágenes pero, al igual que los fotógrafos, tuvieron que retirarse cuando comenzó el debate. “La decisión fue mía. No podía aceptar que una imagen escandalosa dañara la figura de Bettini cuando llegara el momento de pedir el placet al gobierno español”, dijo Yoma.
En el primer turno se escucharon las impugnaciones. El abogado Ricardo Monner Sans recordó los entretelones que siguieron a la instalación del Barco Casino en el Puerto de Buenos Aires y de los vínculos de Bettini con la empresa adjudicataria. Vínculos que el abogado no dudó en calificar como “muy estrechos”. Así fue que recordó la existencia de muchos pasajes facturados a nombre de Cirsa y “las muchas caras legales de esa empresa” destinados al futuro embajador en España. En su descargo, Bettini dijo: “Mi relación es con Manuel Delgado Solís”, titular de la firma. La ex ministra de Trabajo de la Alianza, Patricia Bullrich, que había denunciado a Bettini ante la Oficina Anticorrupción porque dijo que el candidato a embajador se presentó en una audiencia con ella, interesado por un grupo de empresas españolas, preguntó: “¿Cómo puede ser que una persona que asesoró a los ministros de Menem cuando se realizaron las licitaciones, también defendiera los intereses de las empresas que participaban de la licitación?”. También recordó que, en una entrevista periodística, Bettini había dicho que “era lobbista institucional y político de los españoles, y en representación de los intereses empresarios”. Momentos más tarde, cuando el candidato ingresó a la audiencia y cuando se le preguntó por esa nota periodística, Bettini respondió: “Ante ningún medio declaré que soy lobbista. Niego haber realizado esa declaración”. A su turno, Bielsa aclaró que “Bettini no anda querellando periodistas”. Esto no impidió que la diputada del ARI, Marcela Rodríguez, le repreguntara si había realizado algún desmentido. No tuvo ninguna respuesta.
El diputado y sindicalista de la Asociación del Personal Aeronáutico Ariel Basteiro no pudo contener las lágrimas cuando recordó que Bettini participó del directorio de Aerolíneas en nombre de la española SEPI. Y que en todas las actas de directorio nunca se había opuesto a ninguna de las decisiones que llevaron al vaciamiento de la empresa. Recordó a algunos trabajadores de la ex empresa estatal que se suicidaron ante la inminencia del cierre de la aerolínea y entre llanto citó a Arturo Jauretche: “La culpa no es del extranjero que nos quiere comprar sino de los cipayos que nos quieren vender”. Cerró su intervención diciendo: “Bettini es un cipayo”. Cuando le tocó defenderse, el candidato a embajador dijo: “Yo no puedo hacerme cargo del vaciamiento de Aerolíneas Argentinas. Fui un miembro más de un cuerpo colegiado de doce integrantes”. También desmintió algunas declaraciones judiciales en las que se lo mencionaba como miembro de Iberia. “Es un error material que yo figurara como director de Iberia. Jamás fui director de Iberia”, volvió a desmentir cuando se le mostró una testimonial judicial en la que el magistrado lo había identificado como empleado de Iberia.
El ingreso de Bettini y de Bielsa se concretó en el segundo momento de la audiencia. Aquí los que formularon preguntas fueron los senadores. Igualmente hubo tiempo para fuertes cruces, como el que protagonizaron Bielsa y el jujeño radical Gerardo Morales. “Yo no soy un mentiroso”, arrancó el canciller, pasándole factura al jujeño por declaraciones suyas a los medios cuando se discutió el envío de tropas a Haití.
“¿En qué país?”, repreguntó Bettini cuando Morales le preguntó si había votado en alguna elección nacional. Luego de esto tuvo tiempo también para decir: “Volví a este país para honrar la memoria de mis muertos y recuperar la historia de un país por el que nos habíamos sacrificado tanto”.
A esa altura el canciller no podía ocultar que estaba rojo de furia. Aquí, el porteño Rodolfo Terragno insistió con que “no está en cuestión la reivindicación de las víctimas de la dictadura. Lo que está en discusión es una especie de prevaricato diplomático”. Bielsa defendió a Bettini y cuestionó un artículo periodístico de Terragno en el que criticó la falta de agenda del presidente Néstor Kirchner en su viaje a Nueva York. “Le puedo asegurar que si Bettini hubiera sido el embajador, la agenda hubiera estado repleta”, dijo el canciller. El embajador en los Estados Unidos, José Octavio Bordón, agradecido. Al final de la audiencia, Basteiro corrigió a Bettini y le dijo: “No soy del ARI, soy del Partido Socialista, hermanado con el PSOE al que usted debe estar afiliado”. Bettini contestó que no. Igualmente, en diálogo con Página/12, Basteiro aseguró que “Bettini votó a José Luis Zapatero, pero no lo votó a Kirchner”.