EL PAíS › OPINION
Acerca de la imputabilidad
Por Rubén Efron *
Hoy se debe rechazar la baja de la edad de imputabilidad.
Hoy la baja de la edad de imputabilidad es un caballo de Troya que puede introducir las concepciones más retardatarias y represivas.
Sin embargo, esta contundente afirmación es una cáscara vacía que incluso se puede volver en contra si no se le da al tema el abordaje riguroso que requiere. Por consiguiente:
1) Una gran cantidad de jóvenes particularmente de los sectores más humildes están fuera del aparato productivo y educativo. Hay zonas del Gran Buenos Aires donde esa cifra llega al 60 por ciento entre los jóvenes de 14 a 18 años. Las consecuencias devastadoras para la subjetividad de nuestros jóvenes no deben ser minimizadas de ninguna forma; en realidad está amenazada toda una generación. Se trata de un verdadero genocidio de los jóvenes. Ninguna medida de carácter legislativo, administrativo, o de cualquier índole puede ignorar este dato. Hay que evitar el riesgo de hacer una relación de causalidad mecánica entre pobreza y la delincuencia en los jóvenes, porque esta mecánica es uno de los procedimientos para la criminalización de la pobreza, porque el problema infraccional debe ser abordado desde la multicausalidad.
2) La estructura institucional que dispone el país para atender la problemática de los jóvenes infractores de la ley es una verdadera maquinaria de aniquilamiento subjetivo. Los caminos que recorre un joven posiblemente infractor cuando ingresa en el dispositivo jurídico policial es lo más parecido a un vía crucis de violencia y destrucción. Ninguna medida de carácter legislativo, administrativo, etc., puede ignorar esta realidad porque de lo contrario sería legitimar los modos y los mecanismos destructivos actuales. Un 85 por ciento de los adultos con causas penales tuvieron antecedentes cuando eran menores de edad, estadística contundente que demuestra el rotundo fracaso de las llamadas políticas criminales cuando se trata de abordar la problemática de los jóvenes.
3) El instrumento jurídico incorporado en la Constitución argentina que rige para los jóvenes es la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Sin embargo, por razones que no desarrollaremos ahora, la que se utiliza es la Ley de Patronato del año 1910. Ninguna medida de carácter legislativo puede omitir que el punto de partida para el abordaje de las problemáticas infraccionales de los jóvenes es el respeto a la Convención Internacional por los Derechos del Niño.
4) Una posición fundada racionalmente debe incluir la categoría de la responsabilidad para abordar la problemática del adolescente infractor. Desde el punto de vista psicológico, sostenemos que cualquier propuesta desresponsabilizante es desubjetivante.
5) La línea divisoria no pasa hoy por la edad de imputabilidad. El eje principal debe estar centrado en políticas públicas que garanticen el derecho de los jóvenes a trabajar y a estudiar, por el derecho de los jóvenes a ser sujetos responsables.
6) Lo antedicho no invalida la necesidad de ubicar como un tema de principios la cuestión de la responsabilidad adolescente, tema que requiere sus tiempos para que el conjunto de la sociedad lo incorpore en sus debates. En la actualidad, la pregnancia de la concepción represiva en el imaginario colectivo, particularmente a través de los medios de comunicación y también del accionar de los sectores reaccionarios que resucitan en momentos de crisis, dificulta la posibilidad constructiva de este debate.
7) Es absolutamente anacrónico y antidemocrático que la opinión de los jóvenes no tenga ninguna incidencia en el tema que se está abordando. Es necesario crear las condiciones para que las diferentes organizaciones juveniles se expresen activamente. No se puede cuestionar la categoría de menor por un lado para reproducirla en forma ampliada después.
8) En síntesis, la problemática adolescente no puede quedar hegemonizada por el abordaje legislativo ni jurídico. Se debe rescatar la interdisciplinaridad por un lado y la participación de la sociedad civil por otro. Y la sociedad en esta circunstancia son los propios jóvenes.
* Médico psicoanalista, profesor de la Universidad Nacional de Lanús y de la UBA. Miembro de la Mesa Directiva de APDH.