EL PAíS › UN TEMBLOR SE SINTIO EN CASI TODO EL
PAIS. EL EPICENTRO ESTUVO EN CATAMARCA

El día que se sacudió la Argentina

Hubo daños en construcciones, paredes resquebrajadas, corridas. Y sobre todo, mucho miedo. Un terremoto de 6,5 grados en la escala Richter hizo epicentro en Catamarca a las 8.53 y llegó a sentirse en Capital y hasta en Mar del Plata. Se produjeron dos réplicas.

 Por Horacio Cecchi

La hora quedó grabada en la memoria de los catamarqueños. Exactamente a las 8.53 y 5,6 segundos de ayer, la tierra empezó a moverse como jamás lo había hecho en la historia del valle donde se encuentra la ciudad de Catamarca. A esa hora, apenas a 50 kilómetros al sur de la capital, sobre el extremo sur de la sierra de Ambato, se ubicó el epicentro de lo que por casi un minuto pareció ser el anunciado Apocalipsis y que tan luego fue un sismo de 6.5 en la escala de Richter y de grado VI en la escala de Mercalli. Testigos y a la vez víctimas del movimiento relataron a Página/12 cómo se desataron escenas de pánico en edificios, escuelas, estampidas, y la convergencia generalizada hacia las plazas. Se derrumbaron frentes y mampostería de viviendas antiguas y se registraron algunas víctimas con heridas menores. El sismo cobró una víctima indirecta: una mujer con un ataque de asma murió de un infarto cuando se desataba el temblor. Como suele ocurrir, la naturaleza fue despiadada con los límites geográficos: se extendió a todo el país y más allá: llegó a provocar desconcierto tanto en Buenos Aires como en Mar del Plata y hasta en Asunción del Paraguay y Chile.
Técnicamente podría decirse que se trató de un terremoto, definición acorde con los daños provocados (ver aparte), cuya intensidad fue de 6.5 en la escala de Richter y grado VI en la de Mercalli. El epicentro del terremoto quedó ubicado a 57 kilómetros bajo tierra, a la altura del extremo sur de la sierra de Ambato. Se desató cuando faltaban menos de siete minutos para las 9 de la mañana de ayer. Se extendió durante alrededor de un minuto y lo siguieron dos réplicas de menor intensidad. Para los especialistas, el terremoto fue de intensidad moderada. Científicamente podrá serlo. Pero para los habitantes de San Fernando del Valle de Catamarca y sus alrededores, la definición no se ajusta al terremoto emocional que vivieron por dentro, que tuvo la misma o mayor intensidad que el que se desataba efectivamente bajo sus pies.
Fue quizás ése el principal motivo de la muerte de Francisca Ernestina Barros, de 68 años, de la localidad de Frías. Ya varios minutos antes de las 8.50, Francisca viajaba en colectivo con un cuadro asmático. Por ese motivo, en la terminal catamarqueña la aguardaba una ambulancia. Cuando el micro llegó, los paramédicos alcanzaron a subirla al vehículo cuando se desató el movimiento y, con él, el terremoto interno que derivó en un paro cardíaco. Tal fue el motivo de su muerte y no el tremendismo inicial que la ubicó como la primera de las muertes por traumatismos múltiples.
El resto fueron contusiones, heridas menores y, especialmente, miedo. El reporte oficial indicó que veinte personas fueron atendidas por contusiones, entre ellas, cuatro niños de la escuela Clara Amstrong sufrieron heridas menores al desprenderse mampostería y parte del techo. “Yo estaba con mi hijo (de 6 años) en la escuela Enrique Hood –dijo a Página/12 Mariano García, de 26 años–. Estábamos unos cuantos padres presenciando una clase con los chicos y de repente se empezó a mover todo. Primero nadie reaccionaba, se miraban como que no entendían. Yo, que estaba cerca de la salida, grité ‘afuera todos’ y agarré a mi hijo. El pánico hizo que muchos salieran llorando, se empujaban para salir. Pero no pasó nada, se agrietaron algunas paredes. Yo sentí miedo al principio, pero afuera me calmé, cuando pude respirar tranquilo.”
Andrés Ramírez, empleado de un local de vestimentas para hombres ubicado en pleno centro, dijo a este diario que “en cinco minutos todo el mundo estaba en la calle con una cara de terror que ni te cuento. Todos con los hijos en brazos o de la mano, sin tiempo para agarrar nada. Muchos llorando”.
Entre los percances materiales, quizá los que dieron la primera puntada para la suposición de la llegada del Apocalipsis fueron los daños causados en varias iglesias, como la de Belén, profundas grietas en la Catedral Nuestra Señora del Valle, caída y destrucción de imágenes religiosas en la Iglesia de Saujil. Para colmo, la comisaría de Pomán quedó resquebrajada. Se sumaron derrumbes de cerros que inutilizaron dos rutas en el departamento de Ambato, inconvenientes en los servicios de telefonía y cortes de energía que a la vez afecta a la provisión de agua domiciliaria en algunos barrios capitalinos. Y la caída de buena parte de los sistemas informáticos. La localidad veraniega de Los Angeles, en el departamento de Capayán, quedó aislada, mientras que una escuela y una capilla sufrieron daños considerables. Las escenas de pánico se desataron a las 8.53 y fueron decreciendo con los siguientes remezones, de menor intensidad. Los hospitales y centros de emergencia quedaron desbordados por personas desbordadas por sus nervios. Ante el cariz que tomaban los acontecimientos, el gobernador Eduardo Brizuela del Moral declaró asueto público y educativo, concentró su gabinete en la Casa de Gobierno, y lo declaró en sesión permanente. Las autoridades informaron que se esperaban nuevas réplicas y pidieron que se mantuviera la calma.
El radio del terremoto fue tan amplio que se sintió en todo el país, incluyendo la Capital, Santa Fe, Mar del Plata, incluso el sur argentino y hasta en Paraguay (ver aparte). En Córdoba, incluso, el programa “Arriba Córdoba”, que es emitido por el canal 12 local, salía al aire con los principales temas matutinos cuando se produjo el movimiento, también registrado en esa provincia. En vivo, el programa registró el terremoto a medida que se iba dibujando como pánico en el rostro de los periodistas que lo conducían.
Poco después, el ministro de Interior, Aníbal Fernández, se comunicó con la mayor parte de los gobernadores, especialmente con Brizuela del Moral y con Angel Maza, de La Rioja, las provincias más afectadas, para conocer los daños y ofrecer ayuda, y presentó un informe de situación al Presidente.

Compartir: 

Twitter

Las construcciones más antiguas fueron las que más sufrieron las consecuencias del terremoto en la ciudad de Catamarca.
 
EL PAíS
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.