EL PAíS › PEDIDO DEL GRUPO RIO AL FMI POR LA DEUDA EXTERNA
“Un tratamiento más flexible”
La XVIII Cumbre del Grupo Río concluyó ayer con un claro pedido al Fondo Monetario Internacional (FMI) impulsado por Argentina junto con Brasil: que no sea tan rígido en las recetas que aplica en Latinoamérica. El planteo quedó consignado en la declaración final del encuentro, en la cual los representantes de los 19 países que integran ese foro solicitaron “un tratamiento más flexible a la contabilización del gasto en inversión con el fin de tener más espacio fiscal para el gasto social, proyectos y programas en la lucha contra el hambre”. También fue refrendado por todos un comunicado en respaldo a la reivindicación argentina de soberanía sobre las islas Malvinas.
La exhortación al FMI incluida en la declaración final de la Cumbre del Grupo Río que se desarrolló en Río de Janeiro sintoniza con el tono que dominó las deliberaciones, en las cuales se abogó por la búsqueda de “mecanismos innovadores” para mejorar las posibilidades de inversión en la zona. El canciller Rafael Bielsa –partícipe de las discusiones en representación de Néstor Kirch-
ner, quien estuvo ausente en la cumbre– destacó que el planteo apunta a que los organismos financieros comprendan que “las inversiones para atender la deuda social no deben ser computadas como gasto”.
El documento aprobado pide al FMI que sea más flexible a la hora de contabilizar el gasto en inversión para poder destinar mayores recursos públicos al gasto social. La misma declaración destaca que si se consideran las partidas para infraestructura “como una inversión y no como un gasto para el cálculo del superávit primario al que se comprometen los países endeudados, los gobiernos podrían financiar la construcción de más escuelas, hospitales, caminos y obras de saneamiento”.
La solicitud será transmitida en forma directa al FMI por los representantes del Grupo Río ante ese organismo, quienes se reunirán antes de fin de año en Colombia “para definir una posición conjunta” que será planteada también a representantes del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
El Grupo Río –que reúne a los países de Latinoamérica y el Caribe– fue claro también en su apoyo a las demandas argentinas por Malvinas. “Reafirmamos nuestro respaldo a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía relativa a la cuestión de las islas Malvinas”, señaló uno de los seis comunicados suscriptos en el marco de la cumbre. El texto destacó “el interés regional en que la prolongada disputa tenga una pronta solución de conformidad con las resoluciones y declaraciones de las Naciones Unidas y la Organización de los Estados Americanos”.
En la declaración de la XVIII Cumbre del Grupo Río quedó consignado, además, que la situación en la que se encuentra Haití es una “preocupación prioritaria” para la región y que resulta necesario lograr “la estabilización política y la reconciliación de la sociedad haitiana”. En línea con ese objetivo, los presentes en Río se comprometieron a completar la misión dispuesta por las Naciones Unidas en ese país caribeño.
Otra decisión acordada fue el envío inmediato de una misión de observadores a Ecuador para dialogar con todos los sectores políticos y sociales a fin de “preservar las instituciones”. En ese país, el presidente Lucio Gutiérrez es acusado de peculado por la oposición y existe el riesgo de que se produzca un quiebre de la democracia.