EL PAíS › NO HUBO QUORUM PARA EL ANTITERRORISMO MARCA BUSH
Una Convención, en veremos
Por E. T.
Aunque figuraba en el orden del día, el escaso número de miembros del oficialismo en Diputados impidió que se ratificara la Convención Interamericana contra el Terrorismo, aprobada por la OEA en junio de 2002. El hecho de que el tema no fuera tratado no implica que el oficialismo lo vuelva a incluir entre la agenda de los temas pendientes en las próximas sesiones. Las últimas del año.
A pocos meses del atentado a las Torres Gemelas, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, impulsó en la reunión que la OEA realizó en Bridgetown-Barbados, el texto de esta Convención a la que el peronismo ahora quiere respaldar.
El texto se inscribe en la maniquea teoría que el gobierno de George W. Bush tiene en materia de política de seguridad. Tipifica minuciosamente cada una de las figuras que encuadra en el denominado delito terrorista y en su punto más cuestionable sostiene que “una solicitud de extradición o de asistencia jurídica mutua no podrá denegarse por la sola razón de que se relaciona con un delito político o con un delito conexo con un delito político o un delito inspirado por motivos políticos”.
En buen romance, esta definición pretende que los estados que suscriban la Convención puedan negar la extradición de personas a las que les dio el status de refugiado político. Será un choque en las concepciones del gobierno de Bush con otras convenciones internacionales. Entre ellas la Convención de Ginebra. También se enfrenta con Naciones Unidas que hace de la categoría del refugiado político uno de sus motores. Al punto que Acnur es uno de los institutos más populares y conocidos de la ONU.
Firmado durante el gobierno de Eduardo Duhalde, cuando la Argentina vivía su propio estallido, ahora la iniciativa es impulsada por importantes diputados kirchneristas. De hecho fueron ellos los que en la Comisión de Derechos Humanos la incluyeron como tema destacado de la agenda parlamentaria. Lograron el dictamen de comisión que habilita su tratamiento en el recinto. El tema unifica a la totalidad de la bancada peronista de la Cámara baja.