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Tras una década de aplicación de la Ley Federal de Educación, la desarticulación de la mayoría de las escuelas industriales desembocó en una falta de mano de obra calificada para ramas como la metalúrgica y la textil. Para revertir este cuadro, el Gobierno envió al Congreso el proyecto que impulsa una nueva regulación para la educación técnica.
“Este es el instrumento necesario para tener una Argentina industrial y productiva donde los jóvenes tengan la posibilidad de estudiar y adquirir la calidad necesaria para acceder al mercado de trabajo”, aseguró el presidente Néstor Kirchner, quien ayer presentó este proyecto en Casa de Gobierno, junto al ministro de Educación, Daniel Filmus.
El texto que deberá ser tratado por el Congreso establece un nuevo marco regulatorio para el sistema de enseñanza técnica, que quedó desarticulado con la reforma educativa. Desde 1993, cerca de 200 escuelas industriales y agropecuarias se convirtieron en polimodales con distintas orientaciones, lo que significó una devaluación en los títulos y una baja en la calidad de la instrucción (menor carga horaria, menos materias).
“En la década del ’90 sufrimos la desaparición de las escuelas industriales y estuvo casi proscripto el título de técnico. Queremos consolidar la formación moderna integrada a los nuevos procesos productivos que hoy requiere el país”, aseguró Filmus. Precisamente, la nueva iniciativa busca superar el desfasaje entre los contenidos que se dictan actualmente y los conocimientos que exige el mercado de trabajo. “La ley busca restituir el contraturno que se daba en los colegios industriales y orientar los talleres hacia una base más tecnológica. Hoy hay más especialidades requeridas y los técnicos que se formaron con el viejo sistema no cumplen los requisitos actuales”, explicó a Página/12 la directora del Instituto Nacional de Educación Técnica, María Rosa Almandoz.
El objetivo de la nueva ley no es sólo regular la enseñanza del nivel medio, sino que hay otros dos puntos que han sido descuidados durante los últimos años: la formación profesional –que suelen ser cursos cortos para adultos– y la formación técnica no universitaria.
El proyecto definitivo fue pulido durante nueve meses por la cartera educativa, que mantuvo reuniones con cámaras empresariales, docentes, gremios y colegios de técnicos, y fue aprobado por el Consejo Federal de Educación, que reúne a los ministros de Educación de todo el país. Ahora el Gobierno aspira a que sea aprobado rápidamente por el Congreso, para que pueda comenzar a funcionar en el ciclo lectivo 2005.

Informe: Alfredo Ves Losada.