EL PAíS › ESPECULACIONES EN LA CITY SOBRE
LA CAPACIDAD DE PAGO A LOS ORGANISMOS
¿De que caja saldrán los dólares?
Por Claudio Zlotnik
La demora en el canje de la deuda abrió juego a las especulaciones. Algunas de ellas refieren a la relación de fuerzas dentro del propio Gobierno. Otras, a si se mantendrá la estrategia de seguir pagándole al FMI, como hasta ahora, mientras no haya acuerdo con los acreedores. Y en caso de que la respuesta a esto último sea afirmativa, ¿de dónde saldrán los recursos para girar a Washington? El acceso a esos billetes podría desencadenar una pelea entre Roberto Lavagna y Martín Redrado.
La clave de esa última pulseada está escrita en la Carta Orgánica del Banco Central, que rige el funcionamiento de la autoridad monetaria. En su artículo 20 pone límites a los préstamos del Central al Tesoro Nacional. Actualmente ese tope se encuentra en unos 13.800 millones de pesos. Un informe de la consultora MVA Macroeconomía estimó que al Central le queda un resto de sólo 2400 millones de pesos.
El “sólo” tiene que ver con que ese monto alcanzaría nada más que para cubrir los pagos a los organismos hasta fin de año. A lo sumo, el primer compromiso de 2005. Ese el tope. El dilema que ahora se le presenta a Lavagna es qué hacer una vez que llegue ese momento. Y de dónde sacar la plata si pretende continuar con los giros.
Durante el primer trimestre del próximo año, la Argentina debe afrontar 1851 millones de dólares con los distintos organismos por los vencimientos de capital e intereses. Desde que se congelaron las relaciones con el Fondo, desde Washington dejaron de reembolsarse los pagos. Y parece improbable que el organismo cambie su postura ahora, cuando no se cerró el acuerdo con los acreedores.
En la city observan, a su vez, que el superávit fiscal no alcanzaría para cubrir los vencimientos. Los observadores recuerdan que, en los primeros meses de 2005, Economía deberá hacer frente a unos 400 millones de dólares por los vencimientos de la deuda emitida después de la declaración de default, y cuyos pagos se encuentran en situación normal.
Frente a esta situación, en el microcentro prevén una pulseada entre Economía y el Central para flexibilizar el tope existente. Sería una manera, poco ortodoxa, para poder seguir extrayendo de las reservas los dólares para cumplir con el FMI, el Banco Mundial y el BID. Cabe recordar que el ministro ya había tenido varios choques con Alfonso Prat Gay por el mismo tema. Experto a la hora de especular, un financista mencionó la posibilidad de utilizar los 1000 millones de dólares que Economía tiene guardados para pagarles en efectivo a los acreedores y darse un margen de tiempo para recuperarlos por alguna vía.
Más allá de la ingeniería financiera que se elabore, los financistas creen que la postergación del canje dejó más debilitado al Gobierno, y en particular al ministro de Economía. Los operadores hicieron hincapié en lo costoso que resultará esa prórroga si, en efecto, se decide seguir pagándoles a los organismos sin que éstos devuelvan el dinero, tal como ocurrió hasta ahora.
En los bancos consultados por este diario, mencionaron también que al ministro le será difícil recomponer la relación con Washington, por lo menos hasta antes de que finalice la operación. Al respecto, afirman que, en los canjes de deuda, los acreedores suelen adherir recién al final del proceso, lo que le impedirá a Lavagna mostrar buenos resultados antes de que se vengan los vencimientos encima.
Si bien los financistas descartan, al menos por ahora, un impacto negativo sobre la economía, ponen en duda que el Gobierno pueda cumplir con el nuevo cronograma. Básicamente porque todavía no logró acordar con ningún banco, lo que a su vez sigue demorando la aprobación de los entes reguladores internacionales. Por último, varias fuentes destacaron una cuestión humana: el agotamiento que tendrían algunos miembros del equipo económico ligados a esta operación. No es un hecho menor ante la colosal tarea.