EL PAíS › MENEM Y RODRIGUEZ SAA SE UNEN PARA PEDIR INTERNAS
Una misión para los cazafantasmas
La oscilante relación entre el ex presidente Carlos Menem y el actual diputado Adolfo Rodríguez Saá tendrá un nuevo capítulo. Rivales en las elecciones presidenciales de 2003, ambos unirán fuerzas en los próximos días para pedir comicios internos dentro del Partido Justicialista, un dato que hasta ahora no figura en la agenda de preocupaciones de Néstor Kirchner ni de Eduardo Duhalde. La alianza, se entiende, podría ser un ensayo con vistas a las elecciones legislativas de 2005 en las que Menem y Rodríguez Saá buscarán crearle una oposición peronista al Gobierno.
En su fugaz regreso desde Chile para presentarse ante la Justicia, Menem mostró que andaba escaso de apoyos. Apenas si pudo exhibir a su lado a un puñado de incondicionales, muchos de ellos desaparecidos de la escena política. Ni lerdos ni perezosos, operadores menemistas comenzaron a buscar nuevos horizontes y contactaron a otro ex prominente justicialista en el ostracismo, Adolfo Rodríguez Saá.
Como primer paso, Menem y Rodríguez Saá acordaron apuntar hacia el Partido Justicialista, actualmente sin conducción e inactivo. Es ya costumbre entre los dirigentes justicialistas más o menos aliados al Gobierno que le pidan al presidente Kirchner que asuma el rol de conductor político y acepte presidir el PJ. Sin embargo, Kirchner siempre mantuvo una posición desconfiada –por no decir hostil– respecto al aparato partidario y nunca respondió a esos pedidos.
Menem y Rodríguez Saá, entonces, buscarán aprovechar ese vacío pero es de suponer que su pedido no sea atendido.
Según las versiones que daban fuentes menemistas, la nueva alianza será presentada en público en un acto en San Luis –un lugar en el que pueden garantizar una buena concurrencia– donde hablarán ambos, no se sabe en qué orden. El último contacto a nivel político que mantuvieron ambos fue luego de las elecciones presidenciales de abril de 2003. Menem fue a verlo a Rodríguez Saá a San Luis para conseguir su apoyo para la segunda vuelta contra Kirchner, pero sólo consiguió una foto de compromiso y debió bajarse de la contienda.