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Los ciudadanos de la provincia de Buenos Aires votarán el 23 de octubre para elegir a quienes los representarán en casi 1500 cargos electivos. Con la firma del decreto 90/05, Felipe Solá adhirió a la ley nacional que unifica las elecciones legislativas para este año, tal como se lo había solicitado Néstor Kirchner. Desde la Casa Rosada se impulsa que los estados provinciales más importantes respalden la nacionalización de los comicios en los que se plebiscitará la gestión kirchnerista. Pero que la cabeza de la extensa boleta bonaerense sea para el cargo de senador nacional le permitiría al gobernador no atar su destino político al resultado de la confrontación interna con Eduardo Duhalde.
Solá no quiso defraudar al Presidente. Néstor Kirchner le había pedido, durante la gira que compartieron por Francia, que respaldara la iniciativa de nacionalizar la elección en la que el Gobierno se expondrá por primera vez ante la voluntad popular que plebiscitará su gestión. Por eso el gobernador bonaerense firmó ayer el decreto 90/05 en el que la provincia adhiere a la ley que unifica las elecciones legislativas en todo el país, que ya tuvo que sortear varios obstáculos en el Congreso Nacional.
Los bonaerenses deberán votar para elegir los 1496 cargos electivos en sus 134 municipios: los 3 senadores y 35 diputados nacionales; 23 senadores y 46 diputados provinciales; más los 1030 concejales y 359 consejeros escolares de sus 134 municipios. Allí también estará en juego todo el poder territorial que le hará más fácil o más difícil a Solá gobernar la provincia.
Pero que la cabeza de la boleta electoral bonaerense, de cuatro pliegues, sea la de senador nacional por la provincia le permitiría al gobernador no atar su futuro político al resultado de su confrontación con el duhaldismo en la interna justicialista de la provincia.
Todavía no está decidido quién encabezará la boleta de candidatos a senadores nacionales por el PJ provincial. Duhalde y su tropa insisten en postular a la esposa del cacique bonaerense: Hilda “Chiche” González de Duhalde. Los sectores transversales, que podrían ir por fuera de la estructura justicialista, y el propio Solá se manifestaron en favor de la candidatura de Cristina Fernández de Kir- chner. Una cuestión sobre la que el Presidente nunca se pronunció en público pero a la que tampoco es ajeno.
Poder armar una lista propia en territorio bonaerense, donde se eligen 35 diputados nacionales, favorecería el proyecto estratégico de Kirchner y el táctico: conformar un fuerte bloque parlamentario que lo dote de mayor independencia en su política de alianzas. Un anhelo que desvela a más de un funcionario de la Rosada. La posibilidad de acompañar esta instancia tampoco disgusta a las huestes de Solá: en esto de bordar acuerdos todo el tiempo “nadie da puntada sin hilo”, reconoció a esta diario un dirigente felipista.
Pero desde La Plata, los funcionarios de la gobernación insistieron en quitarle al decreto de Solá cualquier connotación ligada a la interna peronista. Se lo adjudicaron a “un pedido del Presidente”. Nadie quiere agitar las aguas en medio de una difícil y reñida negociación entre el gobernador y los legisladores duhaldistas por el presupuesto de la provincia. Menos, justo ahora que lograron abrir un canal de diálogo a través de la mediación del presidente del PJ provincial, el diputado José María Díaz Bancalari.
Sin embargo, aún siguen los ecos sobre los primeros escarceos de la negociación iniciada ayer en La Plata por Díaz Bancalari. “La estrategia de ellos se ha puesto en crisis. No cuentan con los dos tercios (de la Cámara de Diputados) para insistir en el presupuesto”, dijo el diputado felipista Nicolás Dalesio en respuesta a la amenaza que habían dejado trascender algunos legisladores duhaldistas. Pero éstos tampoco se quedaron atrás y volvieron a la carga con otro de sus argumentos a favor de recortar los “superpoderes” del gobernador: “No podemos permitir que quiera manejar 3000 millones de pesos sin control alguno”, argumentó a Página/12 un importante diputado que prefirió reservar su identidad.