EL PAíS
La dupla Menem-Rodríguez Saá sale a buscar gobernadores para su línea
Los operadores de los ex presidentes preparan una ronda de encuentros con gobernadores. Quieren fortalecer su pedido de internas en el PJ, pero también especulan con un frente electoral.
Por Diego Schurman
Sin nombre pero con ansias. La flamante corriente peronista que lideran Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saá va por más. Y mientras delibera con qué denominación presentarse en sociedad, prepara una ronda de encuentros con los gobernadores justicialistas. En principio, busca mayor consenso para su pedido de internas en el PJ, aunque también aspira a sembrar el terreno para sumar adeptos al sector con miras a los comicios legislativos del 23 de octubre.
Ya en el vuelo de regreso a Buenos Aires, parte del grupo que participó de la cumbre puntana comenzó a organizar un nuevo encuentro sin sus respectivos jefes, para programar la agenda de febrero. Julio César Aráoz, Hugo Franco, Adolfo Vázquez y Luis Rubeo cruzaron ideas entre los bocados del servicio de catering de Aerolíneas Argentinas.
La necesidad de ejercer “presión” entre los mandatarios provinciales se había conversado en el Hotel Cruz de Piedra, donde Menem y El Adolfo rubricaron un documento reclamando la convocatoria a elecciones internas en el justicialismo.
En el listado de gobernadores a llamar aparecen prioritariamente Juan Carlos Romero (Salta), Carlos Verna (La Pampa) y José Manuel de la Sota (Córdoba). La última semana el salteño difundió una solicitada en sintonía con los reclamos de menemistas y adolfistas.
El pampeano también mantiene una buena relación con el riojano desde los ‘90. Y al cordobés buscarán convencerlo de que Néstor Kirchner siempre estará en la vereda de enfrente. Probablemente le recuerden que el Presidente ya blanqueó sus preferencias políticas por el transversal intendente de la capital mediterránea, Luis Juez, un enemigo declarado de De la Sota.
Aun así, reconocen que la apuesta es difícil. Los gobernadores no van a querer entrar en cortocircuito con la Casa Rosada, que no tiene entre sus planes viabilizar las internas. Y Menem lo sabe más que nadie: el mandatario riojano, Angel Maza, intentó evitar que los retraten juntos cuando el ex presidente fue a la provincia. Es más, expulsó de su gabinete a Alejandra Oviedo por haber trabajado esos días para Menem.
El menemadolfismo no se privará de las formas. En las próximas horas presentará un escrito a la jueza electoral María Romilda Servini de Cubría para que resuelva la situación interna del PJ y le dé entidad jurídica a la nueva corriente. Se sabe, Menem y Saá consideran que el Consejo Nacional Justicialista está “acéfalo”. Y no reconocen la conducción provisoria a cargo del titular del congreso partidario, Eduardo Camaño. Aun los que lo hacen por lo bajo aseguran que ésta ya no se puede prolongar en el tiempo.
Al lado de semejante pulseada, el debate para encontrarle un nombre a la flamante corriente parece una nimiedad. El menemismo se reúne bajo una sigla que emula al Partido Popular español, el PP, debido a la devoción del ex presidente por José María Aznar. Claro que en su versión vernácula significa Peronismo Popular. Por su parte, en las últimas elecciones El Adolfo se presentó bajo la sigla MNP, por el Movimiento Nacional y Popular.
El tópico podría ser uno más en el encuentro del próximo 11 de febrero en Mar del Plata, donde Menem y Saá volverán a verse la cara. En esa reunión también se definirán los referentes menemistas y adolfistas de cada provincia. La idea es consolidar un polo de poder para equilibrar fuerzas en el universo peronista, donde hoy pisa fuerte la alianza establecida entre Kirchner y Eduardo Duhalde.
Aunque no lo han hecho público en San Luis, los ex presidentes buscan crear un interbloque en el Congreso con sus actuales legisladores y los que se sumen tras las elecciones del 23 de octubre. Evidentemente, el deseo de acumular poder les ha puesto anteojeras, a tal punto de no poder observar sus propias contradicciones. Para no ir muy lejos, simplemente se pueden recordar tramos del discurso que ofrecieron el martes en la localidad de Juana Koslay, a 11 kilómetros de la capital puntana.
Resultó curioso cómo Menem se quejó de la forma en que, a su entender, con Kirchner los argentinos “nos descolgamos del planeta”. Juicios de valor aparte, lo dijo al lado de quien durante su breve presidencia proclamó el default.
Otro ejemplo. La antesala del despacho de Alberto Rodríguez Saá luce un llamativo poster de los zapatistas mexicanos. Es en recuerdo del Primer Encuentro Intercontinental para la Humanidad y Contra el Liberalismo. A no ser que se lo hayan puesto de prepo, ese lema no parece condecir con las loas que el gobernador desparramó sobre Menem, uno de los máximos referentes de la derecha latinoamericana de los ’90.