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Desde Porto Alegre

El recordatorio de los cuatrocientos años de la primera edición de El Quijote de la Mancha fue el puente necesario para discutir sobre la realidad política, la utopía y el presente. A la mesa se sentaron el Nobel de Literatura José Saramago, el director de Le Monde Diplomathique, Ignacio Ramonet el uruguayo Eduardo Galeano y el ministro jefe de la Secretaría General de la Presidencia de Brasil, Luis Dulci. En todas las exposiciones la figura del hidalgo caballero y la búsqueda de la utopía fueron exaltadas. Por todos, menos por Saramago que comenzó diciendo: “No soy un utopista”. Para que no quedaran dudas le preguntó a su auditorio quién podría afirmar que “las utopías de hoy serán las mismas que las que habrá dentro de 150 años”. Galeano fue el principal defensor de la utopía.
u La deuda argentina no está ausente en las tiendas en las que se realizan los debates. A la prensa brasileña no deja de llamarle la atención que el presidente Néstor Kirchner conquiste a algún grupo de desocupados. Luego de destacar que “algunos piqueteros ven a Kirchner como un presidente que enfrenta al sistema y que está reescribiendo el tango de la tragedia argentina”, cita las opiniones de Isaac Rudnik de Barrios de Pie: “Kirchner enfrenta al FMI y por eso estamos de su lado”. Del otro lado de la crónica se presenta a Jubileo Sur, la agrupación en la que se encolumna Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, entre otros. Al describir las posiciones de Jubileo dice que, para ellos, “Kirchner baila con la música del FMI”. Y cita a Beverly Keene quien, luego de puntualizar que el gobierno reconoció la deuda ilegítima, destacó que “no se ejecutó el 40 por ciento del presupuesto destinado a las políticas sociales”. Concluyó con una pregunta: “¿Se imaginan para dónde fue ese dinero?”. El tango, la milonga y el sainete argentino no podían faltar.
u El profesor Emir Sader es uno de los preferidos de los participantes del Foro Social Mundial. La multitud y la distancia le impidieron sentarse a la mesa en la que se trató uno de los principales debates de este movimiento: esperar tomar el poder para cambiar el mundo o tomarlo para poder cambiarlo (ver aparte). En paneles anteriores Sader había refutado los dichos de Luiz Inácio Lula da Silva de que el Foro era un shopping de ideologías. “El Shopping Center es lo que los antropólogos llaman ‘no lugar’. Espacios totalmente abstraídos de donde están insertados. Como los aeropuertos modernos, los hoteles de las grandes cadenas internacionales o las grandes autopistas. Ninguno sabe si está en Toronto, en Michigan o en Osaka. Nos protegen del mundo, nos globalizan dejando afuera todas las identidades. El Foro es el antishopping. Aquí las cosas son gratuitas, participativas, generosas, no están mercantilizadas”, puntualizó. Sader también apuntó a que el Foro no se transforme en el viejo Foro.
u “Católicas en campaña por la legalización del aborto” fue lanzada ayer por la ONG Católicas por el derecho de decidir. El tema suele formar parte de la agenda tradicional de este encuentro. Desde los ojos argentinos no deja de aparecer como llamativo que sean organizaciones vinculadas a la Iglesia brasileña las que se pongan al frente del tema. A sala llena, se sentaron para discutir el tema las ministras Nilcéia Freire, de la Secretaría de Políticas para Mujeres, y Matilde Ribeiro, de la Secretaría Especial de Políticas Públicas para la Igualdad Racial. Debatieron con María José Rosado, coordinadora de la CCD; Anita Oliveira, de la Marcha Mundial de Mujeres contra la Pobreza y la Miseria; y Gilberta Soares, de las Jornadas Brasileñas para el Aborto Legal y Seguro. “Este país es muy grande, y la población no tiene información suficiente sobre el tema, siempre se ve el aborto como delito o como pecado”, puntualizaron las organizadoras al presentar el petitorio que comenzarán a firmar para entregarle al gobierno.
u Junto al espacio de la economía solidaria, las jornadas de cooperativismo son otro de los puntos en los que productores y cooperativistas intercambian experiencias. Representantes de más de 10 países se encontraron en el taller impulsado por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. Estaban presentes cooperativas de los Estados Unidos, de Nicaragua, de Colombia, de Chile, de Paraguay, Uruguay y Argentina. Mario Fególi de Uruguay puso el acento en “el peso social que tienen los emprendimientos cooperativos”. Peso que contrasta con el carácter individual de la producción capitalista. También destacó el trabajo que los cooperativistas uruguayos tuvieron en fortalecer “una alternativa política” en su país. Analía Giavon y Vicente Barros de Argentina subrayaron que “las nuevas experiencias cooperativas con trabajadores desocupados marcan una nueva etapa”. También resaltaron el carácter alternativo que tiene el cooperativismo al recoger la tradición socialista.