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La virtual interpelación al jefe de Gobierno porteño dejó un saldo inesperado: ayer el macrismo sufrió una fractura en la Legislatura, luego de que un grupo de cinco legisladores de Juntos por Buenos Aires –encabezados por el jefe de esa bancada, Jorge Mercado– se negara a acatar la orden expresa que dicen haber recibido de Mauricio Macri de votar en la madrugada a favor de un cuarto intermedio, para continuar con la sesión esta semana como finalmente se aprobó. “Siguen especulando con el dolor de la gente, para garantizarse otra sesión en un horario donde tengan la cobertura de los medios. Como mínimo hay que acusarlos de golpistas”, disparó anoche Mercado en diálogo con Página/12.
La insurrección la protagonizaron Mercado, Diego Santilli, Ricardo Bussaca, Dante Mouzo y Sandra Bergenfeld, que decidieron no bajar al recinto a votar el cuarto intermedio, que se puso a consideración a las cuatro de la madrugada de ayer (ver página 7). Otros dos que se sumarían a la ruptura serían el vicepresidente primero del cuerpo Santiago de Estrada y Juan Carlos Lynch, que estuvieron presentes en la votación, pero se abstuvieron de levantar la mano.
La discusión en Juntos por Buenos Aires fue tensa. Finalmente, Jorge Enríquez, Alvaro González, Silvia Majdalani y Mario Morando decidieron apoyar la postergación de la sesión, como los diputados de Compromiso para el Cambio –el otro bloque macrista– en alianza con el Interbloque de la Izquierda.
“Macri decidió violar lo acordado por su propio bloque”, denunció Mercado en declaraciones a este diario. Según contó, el bloque de Juntos por Buenos Aires había establecido al mediodía del viernes que no impulsaría ni apoyaría un cuarto intermedio. Ese aspecto habría sido parte de un compromiso asumido con el ibarrismo. Y también se había consensuado que la sesión debía seguir sin interrupciones en la reunión de Labor Parlamentaria del miércoles en la que participaron todos los presidentes de los bloques. El jefe de Gobierno no quería, de ninguna manera, seguir en el banquillo de los acusados en la semana próxima, sino agotar su exposición en una sola vez, aun cuando –como se preveía– la sesión sería maratónica. “Pero a la una de la madrugada recibí el primer llamado de (Horacio) Rodríguez Larreta, diciendo que los familiares de las víctimas de Cromañón estaban pidiendo un cuarto intermedio, pero la verdadera razón era que querían garantizarse otra sesión en un horario donde tuviera la cobertura de los medios”, disparó Mercado.
“No me pueden hablar de códigos de la política con 191 muertos. Era lógico pasar a un cuarto intermedio con el agotamiento que tenían los familiares. No está en mi ánimo desestabilizar a Ibarra”, señaló Enríquez, pero admitió a este diario que existieron los llamados de Rodríguez Larreta (el número dos de Compromiso para el Cambio) y de uno de los operadores políticos de Macri para presionarlos para que votaran la suspensión de la sesión.
Una de las más enojadas con la maniobra fue Bergenfeld, que ayer difundió su posición en una sorpresiva carta pública. Bergenfeld aseguró que “sectores políticos oportunistas” pretenden “elecciones anticipadas” en la ciudad de Buenos Aires provocando la salida apresurada de Ibarra, en alusión al macrismo. “Este viernes en la Legislatura porteña fui partícipe involuntaria de la peor clase de intento de toma de poder que hubiera podido imaginar”, fueron las palabras que utilizó la diputada para describir lo ocurrido. Bergenfeld es abogada de Nito Artaza y hermana de uno de los letrados que representan a familiares de víctimas de Cromañón, el que logró la inhibición de bienes del jefe de Gobierno. La flamante ex macrista acusó, además, a legisladores de izquierda de buscar “rápidamente a los familiares para convencerlos de que el cuarto intermedio era conveniente para desgastar al jefe de Gobierno”.