EL PAíS › LAS DIEZ MULTINACIONALES QUE GANARON EL OSCAR AL DAÑO PRODUCIDO EN 2004
El ranking de las peores
Algunas son famosas en la Argentina, otras no se conocen, pero fueron elegidas por una prestigiosa revista norteamericana por sus indiscutibles méritos: fraude, contaminación, abusos de precios, represión a su personal. Van desde Wal Mart hasta el banco que operó por izquierda con Pinochet.
Por Marcelo Zlotogwiazda
Wal Mart, Coca-Cola, tres laboratorios, una compañía química, una cadena de comida rápida, una empresa de electrodomésticos, la principal aseguradora del mundo y el banco que operó con el dictador Augusto Pinochet conforman la lista de las “Las diez peores corporaciones del 2004”, que anualmente elabora la prestigiosa revista estadounidense Multinational Monitor. Entre las razones que justifican la elección figuran casos de fraude, abuso de precios, contaminación, envenenamiento y maltrato al personal. De las diez que integran ese desgraciado grupo, siete tienen fuerte presencia en la Argentina.
Como lo viene realizando hace varios años, la publicación norteamericana toma en cuenta para su selección hechos de mucha gravedad por consideraciones éticas o por la masividad del perjuicio ocasionado, que hayan tenido lugar en cualquier parte del mundo y cometido por multinacionales de cualquier origen. La única restricción que se imponen es no repetir dos años seguidos a una compañía. Por caso, en la presentación de la lista se comenta que si no fuera porque figuraron entre las peores diez del 2003, en la lista del 2004 tendrían que haber estado el laboratorio alemán Bayer (por una contaminación con un pesticida en Perú que ocasionó muertes y por un caso de polución de agua en Sudáfrica, entre otras razones) y Halliburton, la ex firma del vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney (por un caso de sobornos en Nigeria y por varios contratos escandalosos con el gobierno de Estados Unidos para la reconstrucción de Irak y vinculados al ejército de ocupación en Kuwait, por ejemplo).
Otras compañías muy reconocidas en la Argentina que integraron las listas en los dos años previos fueron Citigroup, Shell, Procter and Gamble, British American Tobacoo, Arthur Andersen, Merril Lynch y Boeing.
En orden alfabético, las siguientes son las diez peores multinacionales del año pasado, con la respectiva fundamentación dada por Multinational Monitor:
1. Abbott Laboratorios:
El caso que lo compromete fue el aumento del 400 por ciento que aplicaron en diciembre de 2003 al medicamento Norvir, una droga muy recetada como inhibidor en los tratamientos para combatir el virus del sida. Lo notable fue que el laboratorio sólo aumentó el Norvir, mientras mantuvo inalterados los precios de las otras drogas que se usan contra el sida que ellos mismos fabrican. El detalle clave es que el aumento del Norvir no se aplicaba si la droga era usada en combinación con Kaletra, otra de las drogas de Abbott que se usan en los tratamientos. Era una clara maniobra para abaratar el Kaletra frente a las marcas alternativas de otros laboratorios e imponerlo así en el mercado.
Cuando el tema se hizo público en Estados Unidos, una de las agrupaciones de pacientes calificó el comportamiento como “terrorismo farmacéutico”. Por su parte, el presidente de Abbott, Jeffrey Leiden, se justificó aludiendo a que “el desarrollo de nuevas medicinas cuestan cientos de millones de dólares”, a lo que agregó que el aumento en el Norvir no se aplicaba a los tratamientos cubiertos por el sistema de salud pública, que representan alrededor de la mitad de los casos totales.
Una organización sin fines de lucro que se dedica a prestar servicios de salud a bajo costo hizo una presentación ante las autoridades reclamando que se permitiera la fabricación de un genérico para reemplazar al Norvir, argumentando que el Norvir había sido en parte desarrollado con subsidios del gobierno. Pero las autoridades rechazaron el reclamo.
2. American International Group . AIG Insurance.:
En noviembre del año pasado la fiscalía federal de Nueva York imputó a la principal aseguradora del mundo por violar la ley de Seguros mediante operaciones ilegales por 750 millones de dólares, que involucraban a la empresa madre del grupo y a dos subsidiarias. AIG optó entonces por llegar rápidamente a un arreglo con la Justicia conocido como “Acuerdo de diferimiento de juicio”, que básicamente implica aceptar la responsabilidad, no apelar, cooperar con las autoridades y comprometerse a realizar los cambios necesarios para no reiterar el delito, y pagar suculentas multas, que en este caso fueron de 80 millones de dólares, a lo que se agregaron 46 millones de dólares en concepto de fianza a la Comisión de Valores.
Multinational Monitor incluyó este caso como símbolo de su rechazo al mecanismo de “Acuerdo de diferimiento”, que según ellos fue creado para delitos menores y luego aprovechado por grandes compañías para eludir condenas. Entre las importantes firmas que lo utilizaron figura Merril Lynch y el Bank of New York, que actualmente asesora el gobierno argentino en el canje de deuda.
3. Coca-Cola:
El caso tiene que ver con la “violencia cometida en contra de trabajadores sindicalizados de Coca-Cola en Colombia por parte de fuerzas paramilitares con la complicidad de la compañía”, dice la publicación. Cita un informe de abril de 2004 de una delegación encabezada por la concejala de la ciudad de Nueva York, Hiram Montserrat, que señaló: “Hasta ahora ha habido 179 casos de violación de derechos humanos de trabajadores de Coca-Cola, incluyendo nueve muertes. Familiares de activistas han sido torturados. Miembros del sindicato han sido despedidos por participar de reuniones. La empresa ha presionado a empleados para que renuncien al sindicato y a sus derechos contractuales y despidieron a los que se negaron”. El informe agrega que “hay persistentes denuncias de que la violencia paramilitar es ejercida con el conocimiento y probablemente bajo la dirección de ejecutivos de la compañía” y que “la complicidad de Coca-Cola se agrava por su reiterada actitud de denunciar judicialmente a los activistas que denunciaron la colusión entre la empresa y los paramilitares”.
En el 2001 el sindicato de trabajadores del acero de los Estados Unidos junto con la International Labor Rights Fund presentaron una denuncia por este caso en la Justicia norteamericana, que fue desestimada con el argumento de que no se puede responsabilizar a Coca-Cola de Estados Unidos por los abusos de la embotelladora colombiana.
Al respecto, Multinational Monitor recalca el hecho de que la embotelladora (Coca-Cola Femsa SA) fue adquirida por The Coca-Cola Company, y que “dejando de lado por un momento la responsabilidad legal de la casa matriz, la idea de que Coke no puede controlar el comportamiento de sus embotelladoras no es plausible”.
4. Dow Chemical:
La petroquímica fue incorporada en la lista por negarse a aceptar los reclamos que organizaciones ecologistas, de derechos humanos y de diversa índole le presentaron a lo largo del año pasado como derivación de la tragedia ocurrida veinte años atrás en Bhopal, India, cuando gases letales procedentes de una planta de pesticidas de Union Carbide mató a aproximadamente 8 mil personas y envenenó a varios miles más. Calcula la revista que hoy en día en Bhopal al menos 150.000 personas que sobrevivieron al desastre siguen sufriendo las consecuencias, que se traducen en cáncer, daño neurológico, enfermedades mentales, etc. Dow se negó a aceptar responsabilidades argumentando que ellos compraron Union Carbide mucho después de la catástrofe.
Multinational Monitor recurre entonces a un libro que el especialista Jack Doyle, contratado por la organización Environmental Health Fund, publicó el año pasado denominado Trespass against us: Dow Chemical and the toxic century (Violaciones en contra nuestra: Dow Chemical y el siglo tóxico), donde se reseñan hechos cometidos indudablemente por la empresa. Entre ellos, la invención y producción del “agente naranja” o Napalm (la mezcla de herbicida tóxica y gasolina usado en Vietnam), la contaminación de varios ríos, la producción de siliconas que enfermaron a mujeres que las usaron para implantes de pecho, la muerte de trabajadores por explosiones en sus instalaciones, tumores cerebrales en su personal que en al menos veinticuatro casos terminaron siendo fatales, etcetera.
5. GlaxoSmithKline (GSK):
La culpa la tiene el Paxil, un antidepresivo cuya denominación genérica es paroxetina. En febrero de 2004, la BBC difundió una investigación de la ONG Social Audit que demostraba que el laboratorio era consciente de que uno de los efectos colaterales del medicamento era aumentar notablemente la tasa de suicidio de jóvenes, pese a lo cual no lo informaba.
Dos meses después del escándalo en Inglaterra, el fiscal general de Nueva York, Eliot Spitzer, demandó a GSK por esconder evidencia sobre el daño en chicos y por engañar a los médicos. Pese a que la Federal Drug Administration (el organismo de control) había prohibido su venta para menores, el Paxil era igualmente muy recetado.
6. Hardee’s:
Hardee’s es una cadena de comida rápida al estilo McDonald’s con sede en Saint Louis, que en noviembre pasado lanzó con una ruidosa campaña la Monster Thickburger (la hamburguesa gruesa y monstruosa), un sandwich que contiene dos pesados trozos de carne, con queso, panceta, mayonesa, en pan soborizado con semillas de sésamo, que proporciona 1420 calorías, es decir el equivalente a dos Big Mac o cinco hamburguesas comunes de la competencia.
Lo curioso es que la firma hace alarde de esas características nutricionales. El máximo ejecutivo respondió en un programa de televisión que alertaba sobre los peligros del nuevo producto: “Esta es una hamburguesa para jóvenes hambrientos que quieren una hamburguesa realmente grande, jugosa y decadente. Espero que mis competidores sigan promocionando productos saludables, mientras Hardee’s hace lo suyo”.
La revista la incluyó en su lista por el “impacto negativo sobre la salud pública” en un país donde la gordura es una enfermedad muy extendida y las costumbres alimentarias se consideran muy perniciosas.
7. Merck:
La inclusión de Merck obedece a lo que David Graham –el funcionario de la FDA que investigó el caso– definió como “la mayor catástrofe en materia de seguridad con medicamentos en la historia de este país”. Se trata de la conocida historia del Vioxx, el producto contra la artritis que según el propio Graham provocó entre 88.000 y 139.000 ataques cardíacos, de los cuales entre 35.000 y 55.000 fueron fatales.
La culpa de Merck se agrava porque diversas investigaciones constataron que el laboratorio sabía que el remedio era inaceptable cardiovascularmente desde el 2000, es decir cuatro años antes de su retiro del mercado.
Los méritos de Graham, a quien la revista pronegocios Forbes designó como el hombre del año, fueron más allá de su investigación con el Vioxx. Graham denunció además en audiencias ante el Senado que la difusión y las consecuentes acciones derivadas de sus conclusiones sobre el Vioxx fuerondemoradas por la dirección de la FDA debido a los “vínculos que existen con la industria farmacéutica”.
8. McWane:
Tras una investigación que fue difundida el año pasado en varios capítulos por The New York Times, se conoció públicamente que desde 1995 nueve trabajadores de esta empresa fabricante de cañería de agua y cloacas con sede en Alabama fallecieron por serias fallas en las medidas de seguridad; a lo que se suma que en ese lapso se registraron alrededor de 4600 casos de accidentes con heridos, sobre un total de 5000 empleados.
El diario documentó serias violaciones a las medidas de seguridad y cuidado del medio ambiente, pero además demostró la inoperancia de los entes encargados de control, que no tuvieron en cuenta adecuadamente la reiteración de accidentes y el elevado número de muertos.
9. Riggs Bank:
La entidad fundada en 1840, que en su momento proporcionó el oro para que el gobierno de su país comprara Alaska, fue desde hace mucho tiempo la preferida por muchos presidentes de Estados Unidos y por las embajadas en Washington.
Se supo el año pasado, tras una investigación del Senado de Estados Unidos, que ese banco colaboró con el dictador Augusto Pinochet en el lavado del dinero que obtuvo mediante prácticas corruptas. Descubrieron depósitos por cifras que oscilan entre los 4 y 8 millones de dólares, realizados entre 1994 y 2002, en seis cuentas abiertas a nombre de empresas fantasmas de su propiedad que el propio banco armaba al servicio de Pinochet.
El dictador chileno no fue el único que usó los servicios de Riggs. El Senado también lo encontró culpable de haber lavado entre 400 y 700 millones de dólares del dictador Teodoro Obiang Nguema Mbasago de Guinea Ecuatorial (un país africano rico en petróleo) y de sus familiares.
Riggs todavía no fue demandado por su colaboración con Pinochet, pero ya pagó 25 millones de dólares de multa por el otro caso.
Junto con Hardee’s y McWade, son los tres que no tienen presencia en la Argentina.
10. Wal Mart:
El principal, aunque no el único, problema que afectó al gigante de la venta minorista el año pasado fue el inicio de una demanda judicial por parte de 1,6 millón de trabajadoras, que acusaron a la empresa por discriminación de género. Para colmo, sus actitudes antisindicales provocaron el anuncio realizado por el Service Employees International Union de que va a destinar 25 millones de dólares para promover la afiliación de los trabajadores de la corporación, el mayor empleador privado de los Estados Unidos, que vende nada menos que el 20 por ciento de los alimentos que se consumen en ese país.
En febrero de 2004 se conoció además un informe de un diputado del partido demócrata por California focalizado en las malas condiciones laborales que se sufren en Wal Mart y en los bajos salarios que se pagan en comparación con el resto. Uno de las conclusiones del trabajo es que eso no sólo afecta directamente a los empleados sino también a los contribuyentes, dado que la conjunción de bajos salarios y poca cobertura médica genera por parte de muchos trabajadores de la compañía demanda de asistencia y subsidios por parte del Estado.