EL PAíS › LOS ENIGMAS PORTEÑOS
El teorema del voto
Cerca de Ibarra creen que los sondeos que muestran una mejora en su imagen se deben a la convocatoria del referéndum. Pero también perciben que será difícil juntar las firmas porque no hay entusiasmo por votar.
Por Santiago Rodríguez
En el gobierno porteño saben que aún tienen por recorrer un largo camino para salir del pozo en el que los dejó la tragedia de República Cromañón, pero las encuestas que recibieron en los últimos días renovaron en cierta forma los ánimos. Los sondeos indican que, después de la fuerte caída que registró en los días posteriores al incendio del boliche de Once, Aníbal Ibarra logró recomponer su imagen y goza hoy de una aceptación cercana a la que tenía a fines del año pasado. Los colaboradores del jefe de Gobierno atribuyen la recuperación a su paso por la Legislatura y, fundamentalmente, a su decisión de convocar al referéndum para definir por medio del voto su continuidad o no en el cargo. Juntar las firmas para habilitar ese mecanismo aparece ahora como uno de los desafíos centrales que enfrentan los ibarristas porque, paradójicamente, las encuestas revelan que así como la mayoría no quiere que Ibarra se vaya, tampoco hay demasiado entusiasmo en participar en la votación.
Ibarra tiene por estos días una imagen positiva del 39 por ciento contra el 42 por ciento que ostentaba a mediados de diciembre pasado. Fue dos semanas después de la tragedia de Cromañón que llegó a su punto más bajo: las mediciones registraron que entonces sólo el 28 por ciento de los porteños lo tenía bien considerado.
Los datos surgen del último sondeo realizado por la consultora Nun, Adrogué, Caruso a la cual el gobierno de la ciudad recurre habitualmente para testear el estado de ánimo de los porteños con relación a Ibarra y su gestión. La encuesta se realizó en los primeros días de este mes y abarcó 400 casos. No se trata de la única consultora que en sus mediciones registró un reposicionamiento del jefe de Gobierno.
La evolución de la imagen negativa de Ibarra resulta similar a la positiva: después de Cromañón llegó al 37 por ciento y hoy es del 26 por ciento. En diciembre pasado el 18 por ciento de los porteños decían tener una mala imagen del jefe del distrito.
De acuerdo con los datos que manejan los hombres de Ibarra, también hay un repunte en la imagen de la gestión. La aprobación es del 40 por ciento contra un 48 por ciento de desaprobación, mientras que a los pocos días del incendio de Cromañón ponía una mala calificación a la gestión el 55 por ciento de los consultados y la aprobaba un 34 por ciento.
Lo que parecen demostrar los sondeos que maneja el ibarrismo es que Cromañón dio pie a la recreación de la disputa entre Ibarra y Mauricio Macri y que una vez más –al menos hasta ahora– el jefe de Gobierno doblegó a su adversario: la imagen positiva del empresario cayó del 28 al 25 por ciento de diciembre a la fecha y su imagen negativa trepó del 33 al 45 por ciento.
En la Jefatura de Gobierno vinculan el repunte de Ibarra al desempeño que tuvo en sus dos presentaciones en la Legislatura y a la convocatoria al referéndum. De hecho, el 43 por ciento de los consultados consideró que el jefe de Gobierno estuvo bien cuando enfrentó a los legisladores, cuya participación en la interpelación fue cuestionada por el 44 por ciento de los encuestados.
Las encuestas también son alentadoras para Ibarra llegado el caso de que consiga las firmas necesarias para realizar el referéndum: el 63 por ciento aseguró que votará para que permanezca en su cargo contra un 25 por ciento que anticipó su voto a favor de que renuncie.
El caudal de votos favorables que Ibarra recibiría en esa instancia se explica al analizar la actitud que dicen que adoptarán aquellos que ya tienen resuelto sufragar en las legislativas de octubre próximo por candidatos opositores al oficialismo. El 78 por ciento de los votantes de Elisa Carrió afirman que votarán por la permanencia de Ibarra en su cargo y lo mismo sostiene el 76 por ciento de los que manifiestan intención de reelegir a Luis Zamora como diputado. Entre los votantes de Macri un 33 por ciento se muestra partidario de la continuidad del jefe de Gobierno, del mismo modo que lo hace un 30 por ciento de los seguidores de PatriciaBullrich, quien salió a juntar firmas para revocarle el mandato al jefe del distrito. Así como gana votos en la oposición, Ibarra tampoco consigue retener la totalidad de aquellos que avalarían la llegada de Rafael Bielsa a la Cámara baja, ya que entre ese grupo hay un 10 por ciento que en un eventual referéndum votaría para que se vaya.
Aun cuando Ibarra tiene mejor imagen que hace un mes, los ibarristas reconocen que todavía quedan días difíciles por delante. Deben, por un lado, empezar a normalizar el funcionamiento de los boliches y los comercios en la ciudad y para eso deberán sortear los obstáculos como los que se presentaron esta semana en la Legislatura, cuando el Ejecutivo fracasó en su intento de que fuera avalado el decreto de necesidad y urgencia que estableció nuevas normas de seguridad para el funcionamiento de los locales bailables.
Reunir las 520 mil firmas necesarias para habilitar el referéndum tampoco les resultará sencillo. El número no es menor y el tiempo es más bien escaso: las firmas deberían juntarse en los próximos dos meses para así realizar la consulta antes de mediados de año porque en octubre hay legislativas y la cercanía o superposición entre ambas votaciones podría complicar un panorama que hoy se presenta favorable para Ibarra. Hasta ahora los ibarristas consiguieron unas 20 mil firmas, pero aseguran que una vez que la Justicia les entregue planillas suficientes reunirán la cantidad necesaria.