EL PAíS › EL RADICAL ZAMORA LE GANO AL APARATO DEL PJ CON FIGUEROA DE CANDIDATO
Final para 50 años de dominio juarista
El intendente de Santiago del Estero asumirá la gobernación de la provincia. Logró una victoria contundente luego de la intervención del gobierno nacional que terminó con el control de Carlos y Nina Juárez sobre la provincia durante medio siglo. El Partido Justicialista no consiguió rearmarse y la estructura no le alcanzó.
Por Luis Bruschtein
Desde Santiago del Estero
Al promediar el escrutinio de votos, el candidato del Frente Cívico por Santiago, el radical Gerardo Zamora, actual intendente de la capital provincial, ampliaba su diferencia sobre el candidato del Partido Justicialista, el diputado José Oscar “Pepe” Figueroa, en lo que aparecía como una derrota inédita para el justicialismo en esta provincia. Los largos años de liderazgo prácticamente feudal del viejo caudillo Carlos Juárez esmerilaron al aparato del justicialismo y abrieron la puerta a sus opositores históricos pese a los evidentes esfuerzos del gobierno nacional y también de la intervención federal, que habían apostado por el PJ.
Después de una tarde ardorosa y llameante, donde el termómetro marcó 45 grados y la térmica rozó los 50, los santiagueños se pusieron a festejar antes de saber los resultados oficiales de una elección a gobernador que fue tan caliente como el día. Los cómputos oficiales comenzaban a darle una muy leve pero sostenida ventaja al candidato del PJ, “Pepe” Figueroa, sobre el candidato del Frente Cívico por Santiago, el radical Gerardo Zamora, cuando en las sedes de ambas fuerzas la gente asumió el triunfo por hecho y se lanzó a los festejos. Como el Centro de Cómputos instalado en el Correo demoró dos horas y media en dar a conocer los primeros resultados, cada fuerza decidió hacer públicos los datos que les llegaban de sus fiscales. Según los datos del Frente Cívico, tenían una ventaja casi de ocho puntos en las primeras 50 mesas que dieron a conocer. En el PJ fueron más cautos, pero los números que llegaban a sus oficinas también los daban como ganadores así que festejaron también.
La demora en el Centro de Cómputos obedeció en principio al trámite normal de este mecanismo, pero también se produjo un corte de luz por la gran cantidad de medios con cámaras y equipos eléctricos que hicieron saltar los tapones. En las primeras cien mesas la diferencia a favor de Figueroa era de menos de un punto y se mantuvo alrededor de esa cantidad a medida que se sumaban las mesas. En el cómputo diferenciado, las cifras en la capital santiagueña favorecían al Frente Cívico con un margen más amplio.
Cuando se computaron 142 mesas escrutadas –casi el diez por ciento del total–, el Frente Cívico pasó a la cabeza por primera vez con 10.765 contra 10.761 del PJ. Después de cinco décadas de elecciones con resultado cantado durante el juarismo, los santiagueños realizaron una elecciones con más suspenso que El silencio de los inocentes. En el parte siguiente el PJ retomó otra vez la cabeza. Como no se puede festejar y parar y después volver, todos seguían festejando. Porque ya en el parte siguiente, el Frente Cívico retomó nuevamente una leve ventaja que mantuvo ya hasta el final.
El presidente del Comité Nacional de la UCR, el chaqueño Angel Rozas, que se encuentra aquí, anunció que el Frente Cívico ganaría con una diferencia de ocho puntos. La misma diferencia, pero a su favor, anunció pocos minutos después Figueroa desde su casa.
Convocar elecciones en Santiago del Estero en pleno verano es saludable para la democracia, pero no tanto para la anatomía humana. De hecho, la afluencia de votantes, arriba del 65 por ciento del total, ha sido una de las más altas en la historia política de esta provincia. Pero la mayoría de los electores concurrió a las mesas en las primeras horas de la mañana. Al mediodía comenzó una especie de siesta neutrónica que hizo desaparecer a las personas de la calle y sólo dejó los edificios calcinados por los rayos del sol.
Alrededor de las 16, todavía con el asfalto hirviendo, tanto Figueroa como Zamora dieron conferencias de prensa en sus sedes para llamar a votar a los que todavía no lo habían hecho. Hasta ese momento, el dato sobresaliente habían sido las durísimas denuncias de fraude que formularonen forma insistente los dirigentes del Frente Cívico y las respuestas en el mismo tono que les regresaban los dirigentes del PJ y la misma intervención. Sin embargo, prácticamente no hubo denuncias judiciales ni demasiada precisión. Después de tanto barullo, en la conferencia de prensa de la tarde, Zamora bajó el tono y sólo se refirió a situaciones con conatos de violencia que se habían producido en Las Termas. También fue sintomática la cobertura de los canales locales. El Canal 7, del empresario Néstor Carlos Ick, mantuvo las cámaras en la sede del Frente Cívico y sus comentaristas daban como ciertas las cifras parciales que surgían de esa sede, en tanto el Canal 4 dejó sus cámaras principalmente en el Centro de Cómputo. Los festejos y el clima de entusiasmo en la sede del Frente Cívico fueron cubiertos desde temprano por el Canal 7.
Cuando ya se habían escrutado cerca del 30 por ciento de las mesas, Zamora convocó a sus simpatizantes y cerca de las 22 declaró formalmente que consideraba que había ganado las elecciones. “Santiago está de fiesta, que llegue un mensaje de paz y tranquilidad en la fiesta”, declaró. En ese momento una multitud se volcó con mucho entusiasmo a la plaza frente a la Catedral y la intendencia y llevó en andas entre cohetes, bocinazos y bengalas, al candidato que ya aparecía como el virtual ganador.
Más de medio millón de personas estaban en condiciones de votar en las que han sido las primeras elecciones en cinco décadas sin la omnipresencia del anciano caudillo Carlos Juárez. Se presentaron diez listas que propusieron candidatos para gobernador y vice, 50 bancas de diputados provinciales, y para intendente y concejales de Atamisqui. En los primeros resultados se evidenció que la fuerte polarización afectó al Movimiento Viable, de Héctor “Chabay” Ruiz, que iba tercero en La Banda, donde es intendente, y también del progresista Memoria y Participación que figuraba cuarto en las encuestas, pero que al promediar los cómputos se encontraba muy atrás, incluso por debajo de Izquierda Unida que ocupó el cuarto lugar.
Carlos Juárez y su esposa, Mercedes “Nina” Aragonés, permanecieron en prisión domiciliaria en su casa, en el centro de la capital provincial. El nombre del ex hombre fuerte ya no se menciona con alusiones a la política, sino a miles de versiones que circulan entre los santiagueños, sobre la desesperación de Nina por teñirse las canas, su obsesión por mantener las cortinas cerradas ya que, según dicen, detesta la luz. Algunos afirman que el peor castigo para Juárez ha sido encerrarlo a solas con su mujer. Otros hablan de que el viejo peluquero de la familia es el personaje más permanente y por supuesto se barajan listas de quienes los van a visitar. También se habla de un inminente fallo judicial que los pondría en libertad luego que la intervención finalice su mandato el próximo 23 de marzo.
En esta provincia que es de las cinco del país que menos exportan y cuyas ventas son todas materias primas sin valor agregado, que no tiene turismo y no ha sido tan favorecida por la reactivación general de la economía, la gente siente que ha superado el sistema feudal patriarcal que representaba Juárez y que los mantuvo en ese atraso. Todos los candidatos hablan de desarrollar la energía, el agua, la industria y ostentan un discurso de transparencia política, democracia y calidad institucional. Esas son las metas que se proponen ahora que sienten superado al juarismo, pero están recién al principio de un difícil camino, como lo demuestran las dificultades que tuvieron estas elecciones donde persisten las prácticas punteriles de los aparatos y reaparecen las alianzas con los sectores más concentrados de la economía que sostuvieron el viejo sistema del juarismo.