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Hasta muy avanzado el escrutinio, las filas del justicialismo y los hombres de la intervención federal prefirieron evitar pronunciarse sobre la victoria de Gerardo Zamora. Si bien reconocían que muchos votos del Movimiento Viable de Héctor “Chabay” Ruiz habían pasado al Frente Cívico, lo que le daba siete puntos más de lo previsto en algunas encuestas a Zamora, querían esperar los resultados de los sectores rurales más humildes que alcanzan al 30 por ciento del electorado.
Si bien el PJ alcanzó la medición esperada en las encuestas, el Movimiento Viable del intendente de La Banda, la segunda ciudad en importancia, medía en las encuestas 11 puntos y apenas había alcanzado a 4 en el escrutinio y prácticamente también desapareció la tercera fuerza, Memoria y Participación.
En la intervención insisten en que mantuvieron prescindencia en la elección. Pero en el lenguaje de los integrantes de la intervención que encabeza Pablo Lanusse, Figueroa “se hubiera relacionado mejor con el gobierno nacional”.
El triunfo de Zamora aparece como un traspié en las intenciones del gobierno nacional y de la intervención, pero de alguna manera también les deja un saldo positivo. Al gobierno nacional, porque fue quien decidió la intervención. A la intervención, porque en los hechos fue la elección más democrática que se realizó en esta provincia. Lo pueden demostrar justamente con el triunfo opositor. Es cierto que los santiagueños votaron aquí en un clima de libertad donde los empleados públicos no fueron obligados a votar por ningún candidato ni su trabajo se puso en peligro en relación con sus votos.
Otra de las preocupaciones que circularon durante estas elecciones fue por la reforma de la constitución juarista. Asesorado por la intervención, Figueroa se había comprometido en forma pública a convocar la elección de convencionales en forma inmediata. En alguna medida para no quedar apretado en una estrategia ajena, Zamora se negó a hacer ese compromiso público y afirmó que las convocaría en octubre para que coincidan con las elecciones legislativas nacionales para ahorrar presupuesto. Claro que en ese lapso también habrá que avanzar en la renovación del poder judicial.
El principal cargo que le ha hecho Zamora a la intervención ha sido la de no haber sido prescindente en la elección. La intervención alegó que trabajó con todos los municipios de la misma manera, incluyendo al de la capital que gobierna Zamora. De todos modos, el candidato ganador ha sido cauteloso en sus referencias al gobierno nacional y en todo momento señaló su vocación de establecer una relación de cooperación a ese nivel.