EL PAíS
Suba del salario mínimo, un proyecto en estudio
La idea que se baraja en despachos oficiales es convocar al Consejo del Salario para consensuar una mejora de 60 pesos en el mínimo, vital y móvil. El efecto precios, aseguran, sería nulo.
Por Diego Schurman
Convencido de la inexistencia de una relación directa entre la última suba de precios y la discusión de sueldos, el Gobierno estudia por estas horas abrir una negociación tripartita para mejorar el piso salarial en el sector privado. La idea es convocar al Consejo del Salario para que representantes oficiales, sindicales y empresariales acuerden elevar a 510 pesos el haber mínimo vital y móvil que actualmente es de 450 pesos. La excusa para alcanzar esa mejora será la transformación en remunerativo de los 50 pesos que se otorgaron como aumento fijo en enero de 2004. Y a esa cifra se le sumarían otros diez pesos.
El proyecto oficial circula en la Casa Rosada y es defendido a capa y espada por sus autores. “Acá se está produciendo una inflación de costos. Sube el gasoil, sube la carne (...) pero de ninguna manera está incidiendo el tema salarial. Por eso esta propuesta”, señaló a Página/12 un alto funcionario del Ejecutivo Nacional.
Hasta ahora, el Gobierno ha enviado señales a la CGT para que “modere” los reclamos salariales, aunque en ningún momento le planteó que desista de hacerlo, aun sabiendo que en algunos comercios comenzaron con la remarcación “preventiva” de precios.
La CGT y la UIA vienen discutiendo desde diciembre distintas alternativas para recuperar el poder adquisitivo de los asalariados y combatir el trabajo en negro. Algunos le han puesto a esta instancia de negociaciones, en el que han planteado públicamente la necesidad de una “distribución más equitativa del ingreso”, el título de “diálogo social”.
Por el momento, las tratativas están empantanadas. Básicamente porque no se ponen de acuerdo sobre el parámetro que regirá las futuras mejoras salariales. La UIA considera la necesidad de valerse de los índices de productividad. Pero la CGT se opone. “¿Cómo se mide la productividad en las enfermeras?”, suele repetir la cosecretaria de la central obrera, Susana Rueda. Los dirigentes gremiales prefieren que la decisión de implementar aumentos esté enlazada al Producto Bruto Interno.
El acercamiento de la CGT y la UIA, bendecido por Néstor Kirch-
ner, busca promover leyes sobre política salarial y laboral. Pero lo que intentó mantenerse en reserva pasó rápidamente a la primera plana de los diarios, que revelaron el temor de los industriales a que una mejora generalizada de sueldos colabore al espiral inflacionario.
Ese mismo reparo ya manifestaron con los aumentos que el Gobierno dispuso por decreto. Pero en la Casa Rosada se muestran convencidos de que los 50 pesos otorgados en enero de 2004 y los 100 pesos decretados a principios de este año no sólo no tuvieron incidencia en los precios, sino que además sirvieron para reactivar las negociaciones colectivas.
No es casual la observación: la UIA está en contra de la intervención directa del Estado en temas salariales del sector privado. En este punto, la CGT coincide, aunque por otras razones: no se entusiasma con los aumentos por decreto, ya que al no ser remunerativos se les quita a los trabajadores los beneficios de la seguridad social.
Precisamente por ello no será extraño encontrar resistencia empresaria y apoyo sindical al borrador oficial que busca transformar en remunerativos los 50 pesos ya otorgados. Con esa suma, y otros diez pesos más, la Casa Rosada llevaría de 450 pesos a 510 pesos el salario mínimo.
Cerca de Kirchner se especula con un “proceso salarial” que abarcará todo este año y que terminará acercando el sueldo mínimo a los 760 pesos de la canasta básica de alimentos para una familia tipo. Más aún, sostienen que “informalmente” no se está lejos de esa cifra. Para ello hacen una suma que incluye los 450 pesos del salario mínimo, los 150 de aumentos fijados por decreto y los 120 pesos de la asignación familiar. El resultado son 720 pesos.
Claro que ahora buscarán acercar formalmente el salario a la canasta básica, volviendo remunerativos los aumentos decretados. Por ahora elproyecto oficial se refiere a los 50 pesos otorgados en 2004, aunque no se descarta que un segundo paso sea repetir el procedimiento con el aumento de 100 pesos dispuesto este año.