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“Le vamos a enseñar al gobernador cuántos pares son tres botas y, si se atreve, que ponga fecha de elecciones.” Con la confianza de quien descuenta un triunfo, Chiche Duhalde desafió al gobernador Felipe Solá a presentarse en la interna del PJ bonaerense. “Yo le pido al gobernador que no tenga miedo, que no tenga actitudes histéricas, que lo vamos a acompañar. Pero le vamos a exigir buena gestión. Estamos fuertemente unidos para ayudar al presidente Kirchner en el camino iniciado. Pero hasta acá llegó nuestra paciencia con Solá. En política lo vamos a enfrentar”, dijo la diputada. Su palabra reflejaba la opinión de su esposo, Eduardo Duhalde. Fue ayer a la tarde en un acto de la agrupación Lealtad –la nueva nomenclatura del duhaldismo– en Caseros.
El duhaldismo lo venía preparando desde hace tiempo y cumplió con todos los pronósticos. Reunió a una buena parte de la dirigencia bonaerense en un polideportivo para tres mil personas de Tres de Febrero. Con mayor presencia del conurbano, intendentes, diputados nacionales y legisladores bonaerenses festejaron el nuevo desafío que se le dedicó a Solá. El clima del encuentro, muy hostil con el gobernador, lo había marcado el propio Duhalde en unas declaraciones previas. En una entrevista radial le preguntaron si Kirchner y Solá representaban una renovación de política: “Por eso lo elegimos a Kirchner y a Solá, acertamos en uno y no acertamos en otro”, contestó Duhalde sobre ambos dirigentes.
Como si fuera una autocrítica, el ex presidente sugirió que la bendición de Solá como compañero de fórmula de Carlos Ruckauf –una decisión que fue suya– había sido un error. “Solá está equivocado porque realmente no ha tenido dificultades. Ha designado todo lo que él quiso designar, se lo ha apoyado en todo y un día surge con esta idea de que tiene que tener superpoderes en una provincia donde la Suprema Corte ha dicho que ha terminado el estado de emergencia”, cargó Duhalde. Así defendió el recorte de los facultades especiales del presupuesto, que los duhaldistas lograron aprobar en la Legislatura. Las declaraciones prepararon el terreno para lo que vino después, en el acto de Caseros.
Con la presencia de más de dos mil personas, la agrupación Lealtad se preparó para una ofensiva, como si comenzara una campaña. Los principales oradores fueron el intendente Hugo Curto –en su rol de anfitrión–, el diputado provincial Osvaldo Mércuri, el jefe de la bancada del PJ en Diputados, José María Díaz Bancalari, la vicegobernadora Graciela Giannettasio y obviamente Chiche Duhalde, que volvió a su papel de embajadora de su marido, el gran ausente. Todos los discursos se preocuparon por despegar a Solá de Kirchner. Con tacto, como había hecho Duhalde, destacaron las últimas medidas del Gobierno. “Es nuestro Presidente y estamos orgullosos de él”, decía el documento de la jornada, que leyó Giannettasio.
Todo lo opuesto fue el trato que recibió el gobernador. “Es un llorón. Llora permanentemente, quizá porque no está teniendo la gestión que debería tener”, cargó Mércuri. El mensaje más fuerte partió de Chiche, quien advirtió que recurrirá a la Justicia si despide a los duhaldistas que trabajan en la provincia. “Vamos a denunciar los actos de discriminación”, prometió. El duhaldismo anunció que reformará la Carta Orgánica del PJ bonaerense para que los legisladores, intendentes y concejales solo puedan ocupar sus cargos por dos períodos. Entre los asistentes estaba el intendente de Lanús, Manuel Quindimil, quien fue homenajeado desde el micrófono.