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“El salario mínimo debe ser de 760 pesos, para que ningún trabajador quede por debajo de la línea de pobreza”, dijo ayer Víctor De Gennaro al anunciar que la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) realizará, a partir del lunes, una semana nacional de protesta. El lanzamiento oficial del plan de lucha fue realizado en vísperas de la reunión que los dirigentes sindicales mantendrán este mediodía con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y a la que van a llevar un reclamo salarial más alto que el de sus pares de la CGT.
La CTA quiere que el Gobierno reimpulse al Consejo del salario mínimo, vital y móvil, desactivado desde diciembre pasado, cuando Hugo Moyano junto a otros dirigentes cegetistas iniciaron negociaciones reservadas con la Unión Industrial.
Al interrumpir el Consejo su trabajo, dejó inconclusa la tarea de fijar el monto de la canasta básica, un dato que sirve para establecer el salario mínimo. La última cifra de la canasta básica es del año ‘91. El Indec calcula en la actualidad la línea de indigencia en base a una canasta alimentaria, y otra de pobreza que agrega los rubros de vivienda y servicios. La canasta básica, en cambio, contempla los ítem de alimentación, vivienda, salud, vacaciones y recreación.
La ley de contrato de trabajo dice que el salario mínimo debe ser “acorde” a ella. “En épocas de pleno empleo, en las décadas del ’60 y el ’70, el mínimo cubrió entre el 60 y 80 por ciento de esta canasta”, dijo a Página/12 Horacio Meguira. “El año pasado, la cifra que se acordó en comisión dentro del Consejo para la canasta fue de 1580 pesos.” Por eso, la postura de la CTA es reclamar un mínimo de 760 y “además concertar un plan que permita acercarse a un sueldo acorde a la canasta básica”.
Junto con la cuestión salarial, la delegación que se entrevistará con Tomada va a pedirle que las asignaciones familiares por hijo se universalicen, alcanzando también a quienes no tienen empleo. El criterio parte de considerar que el 50% de los trabajadores de la actividad privada está en negro, por lo que un aumento de los sueldos no será suficiente para garantizar una mejor distribución de los ingresos.
La semana de movilizaciones, de acuerdo con el cronograma dado a conocer en la conferencia de prensa, prevé la realización de actividades en 110 ciudades del país.
Del lunes 4 al miércoles 6, los militantes harán sobre todo tareas de difusión, con mesas de debate y acciones de propaganda en las estaciones ferroviarias y otros lugares de alto tránsito sobre la propuesta de la CTA para la distribución del ingreso. Además, habrá campañas en favor del sistema de jubilación de reparto y por la democracia sindical. Para el 7 y el 8, las regionales de la Central preparan un cierre con marchas y actos en las capitales de cada provincia y la ciudad de Buenos Aires.