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“El arancelamiento de la universidad no tiene sentido. Tenemos que abrirles las puertas del conocimiento a los jóvenes. Es totalmente extemporáneo discutir hoy el arancelamiento.” El párrafo pertenece a Néstor Kirchner. Lo dijo a la prensa luego de firmar un convenio de cooperación entre el Ministerio de Educación y la Sociedad Max Planck de Munich, uno de los centros de excelencia educativa más destacados y poderosos del mundo. La frase, el lugar de emisión y la ocasión estuvieron dirigidas a cortar de cuajo una discusión que abrió, sin consultar los planes del Gobierno en la materia, el ministro de Salud Ginés González García. Anteayer había dicho que debido a la gratuidad “la educación superior en Argentina es injusta”. El titular de Educación, Daniel Filmus, que integra la delegación oficial en esta gira alemana, dijo que “confirmo la política del Estado y del presidente Kirchner sobre la gratuidad de la enseñanza superior”.
La delegación argentina llegó ayer a esta riquísima ciudad, capital del estado de Baviera, fundamentalmente para firmar este acuerdo y escuchar la exposición del Presidente. Diligente, Filmus dijo que “por primera ver un presidente hace de la educación un eje de política exterior”.
Max Planck
La Max Planck Gesellschaft zur Förderung der Wissenschaften (Sociedad registrada para la promoción de las ciencias Max Planck, tal su traducción) es una organización alemana independiente de investigación científica declarada de utilidad pública. Fue fundada como tal en 26 de febrero de 1948, y es sucesora de la sociedad Kaiser Wilhelm, a su vez constituida en 1911.
En este instituto, trabajan 12.300 empleados, 4200 de ellos son científicos. También trabajan 9600 doctorados, posdoctorados, científicos invitados y estudiantes. Su financiación se sustenta en un 84 por ciento de fondos públicos del gobierno central y de los estados federados de Alemania. El 16 por ciento restante proviene de cuotas de socios, donaciones, patrocinios de proyectos, así como de ingresos propios. El presupuesto del año 2002 ascendió a 1240 millones de euros, lo mismo que el de 2003. El del 2004 fue de 1330 millones de euros (el presupuesto para investigación científica de toda Alemania asciende a 52.000 millones de euros). La sociedad Max Planck ha formado a 15 premios Nobel desde 1948. Argentina, en ciencias, tiene sólo tres.
Discursos
Hasta aquí llegó Kirchner con toda la delegación de funcionarios, gobernadores y legisladores que lo acompañan en esta visita que culminará hoy. El edificio del instituto es una impresionante y suave a la vez mole de cristal, maderas, vidrio y acero en el Staattskanzlei, cerca del centro viejo de esta opulenta ciudad. Fue recibido por Paul Gruss, presidente de la sociedad, quien marcó que por primera vez un presidente argentino hablaba en la casa de formación científica. Gruss, que comenzó citando a Goethe (“La historia de la ciencia es una gran sinfonía en la que se suceden una tras otras todas las naciones”), destacó el incremento del presupuesto argentino para la investigación y halagó la calidad científica de la Universidad de Buenos Aires.
A su turno, Kirchner leyó un discurso cuyos tramos salientes fueron los siguientes:
- “El Gobierno que represento ha asumido ... un fuerte compromiso de transformar la política de ciencia y tecnología en una política de Estado”.
- “(ella)... apunta a ubicar a la educación, la ciencia y la tecnología en un papel central en la estrategia de desarrollo del país y en su forma de integrarse al mundo moderno”.
- “Una educación de calidad para todos es imprescindible para generar una verdadera igualdad de oportunidades, de modo que sea la capacidad de cada uno de ellos y no su origen social el factor que determine el horizonte al que puedan acceder”.
- “En menos de dos años hemos más que duplicado el presupuesto educativo nacional”.
- “No existe en la historia argentina un incremento de tal magnitud. Sumado a los recursos que en los últimos días hemos volcado hacia el presupuesto universitario podemos afirmar que nos encontramos ante la participación más alta de inversión educativa del Estado nacional, tanto respecto de la inversión total del país como del porcentaje del PBI nacional”.
- “No menos esfuerzo presupuestario y político hemos volcado hacia las universidades y el sistema científico tecnológico”.
- “Durante 2004 el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas incorporó 1500 nuevos becarios de formación doctoral y posdoctoral y 550 investigadores asistentes. Durante 2005 incorporará 500 nuevos investigadores y 1500 nuevos becarios con el propósito de llegar a 2014 a un total de 8000 doctorados en su carrera de investigador Científico y Tecnológico”.
Terminado su discurso, Kirchner dio lugar al convenio de cooperación tecnológica que firmaron Filmus y Gruss, luego de escuchar una entretenida exposición sobre el instituto que dio el científico argentino Thomas Javin, uno de los 11 directores científicos de la sociedad.
Dimes y diretes
Los integrantes del instituto y autoridades ofrecieron un brindis a la delegación. En un alto, Kir-chner y Filmus dialogaron con los periodistas presentes. El ministro de Educación, a pedido del Presidente, hizo números. Filmus dijo que el incremento presupuestario se elevó a más del cuatro por ciento del PBI pero el alza se había dado, especialmente, por el incremento de este último. El monto destinado a investigación está en 0,5 por ciento del PBI, y el Gobierno aspira a elevarlo al 1 por ciento en 2010, fecha en la cual aspira a que el presupuesto educativo, que ahora es de más de 4 por ciento, se eleve a seis por ciento del PBI.
“Debemos tener cuadros especializados en ciencias en nuestro país”, acometió Kirchner, que trazó un panorama de lo complicado que había encontrado el sistema educativo nacional. “La diferencia de capacitación de los docentes y de los alumnos que hay entre las provincias más ricas y las más pobres es muy preocupante. Han dejado a la educación de este país en estado de desigualdad. Acá hubo un ministro que mandó a lavar los platos a los científicos”, descerrajó el patagónico, convocando el fantasma de Domingo Caballo y sus políticas. Ya en tema, aprovechó para cargar sobre su omnipresente enemigo del momento: “Al Fondo Monetario Internacional no le interesa que tengamos desarrollo tecnológico y buena educación”.
El Presidente también estimó que “el año que viene, o tal vez a fin de este, se podría dar la discusión sobre financiamiento educativo”.
Entonces llegó el momento de hablar de la educación universitaria y los dichos de González García sobre el arancelamiento.
El ministro de Salud había dicho dos cosas. La primera, que “la estructura distributiva de la educación superior en la Argentina es injusta”. La segunda fue una reiteración, la de bregar por restringir el ingreso a las universidades, especialmente a la carrera de Medicina, a partir de la polémica desatada por los bochazos en La Plata.
Ya en el avión que trasladaba a la delegación y a los periodistas desde Berlín a Munich, Filmus caminaba enojado con el recorte de Página/12 donde se reproducías los dichos de su par de Salud en la mano. Consultado por este diario, Filmus afirmó:
–Quiero confirmar la política educativa del presidente Kirchner, que está dirigida a mantener la gratuidad de la enseñanza pública y no arancelarla. Pensamos que cualquier arancelamiento de la enseñanza pública se dirige fundamentalmente a los sectores medio y medio-bajo de la población. Todos sabemos que las estadísticas muestran que el 80 por ciento de los chicos que van a la universidad trabaja. Como concepción, como tradición y como perspectiva le digo que para que los sectores populares de la Argentina puedan ir a la universidad hay que mantener la gratuidad. Quiero confirmar la política del Presidente Kirchner respecto a la gratuidad de la Educación.
–Entonces, ¿la opinión del ministro de Salud no es compartida por el Presidente?
–No, la opinión del ministro de Salud es una opinión personal, por eso lo hemos confirmado desde acá con la idea de que la política universitaria la fija el Presidente de la Nación a través del Ministerio de Educación y nuestro objetivo principal es mantener la gratuidad de la enseñanza superior.
–¿El Presidente hablará con el ministro de Salud sobre este tema?
–No conozco, pero yo sí he charlado con él al respecto.
Por la tarde, tras la exposición y la firma del convenio con la sociedad Max Planck fue el propio Kirchner quien, ante la requisitoria periodística, se sumergió en el tema. Sus afirmaciones fueron categóricas. Dijo:
- “El arancelamiento de la Universidad no tiene sentido”.
- “Tenemos que abrirles las puertas del conocimiento a los jóvenes”.
- “También tenemos que generar responsabilidades mutuas: el que va a la facultad, tiene que estudiar”.
- “Es totalmente extemporáneo discutir hoy el arancelamiento a las universidades”.
- “En la Argentina de hoy no pondremos un elemento restrictivo para que los jóvenes accedan al conocimiento”.
Kirchner dio por cerrada así la discusión dentro de su gabinete.