EL PAíS
Alfonsín recordó los “antecedentes antisemitas” de monseñor Baseotto
Recién llegado de Roma, el ex presidente se alineó con el Gobierno en la discusión por la vicaría y criticó a Baseotto.
“Monseñor Baseotto traspuso los límites, y además ya sabemos que tiene antecedentes antisemitas”, aseguró Raúl Alfonsín ayer, apenas aterrizó en Buenos Aires. Así, el ex presidente se sumó a la polémica generada por el ex vicario castrense con una definición que, entre tantas declaraciones cruzadas, puso el dedo en la llaga: el capellán del Ejército desplazado por Néstor Kirchner había asegurado que los judíos tienen “pocos principios morales”, que se enriquecen por cualquier medio y que “desintegran” las bases de la sociedad occidental.
El 6 de marzo pasado, Página/12 reveló una serie de declaraciones que Baseotto había formulado en 1986 a través del Canal 7 de Santiago del Estero. “El pueblo hebreo como tal ha rechazado a Jesús. Al rechazarlo a él, en buena lógica, no puede admitir su obra y tratará de destruirla. Pero pocos lo hacen porque para eso hace falta que el hebreo practique su religión hasta sus últimas consecuencias. (Sin embargo) la mayoría de la comunidad hebrea no practica su religión como la mayoría de la comunidad cristiana. Se dedica con mucha habilidad, y muchísimas veces con muy pocos principios morales, a grandes negocios. Son quienes mueven más capital en el mundo. Es que están enceguecidos por el tener, no por ser hebreos. Y si la pornografía es buen negocio, (el hebreo) vende pornografía. Y si la droga es un buen negocio, vende droga, y si para ganar más conviene chantajear, va a chantajear.”
En aquel momento, Baseotto manifestó su oposición a que “los medios para fomentar la cultura estén en manos de los hebreos”, a quienes acusó de “desintegrar las bases” de la civilización y la cultura occidental. “Evidentemente existe un problema con la comunidad hebrea que no existe con la comunidad japonesa, inglesa, árabe o italiana”, concluyó.
La revelación de Página/12 se produjo en medio de la polémica generada por otras declaraciones del obispo, quien había reaccionado a la posición favorable a la despenalización del aborto del ministro de Salud, Ginés González García, recomendando atarle al funcionario una piedra al cuello y tirarlo al mar. Indignado, Kirchner decidió desplazar de su cargo a Baseotto y quitarle su sueldo y su rango de subsecretario de Estado, lo que abrió un frente de tormenta con el Vaticano.
Ayer, Alfonsín recordó las declaraciones antisemitas de Baseotto y agregó otro concepto: “La reacción del Gobierno se hacía necesaria”, dijo. Su definición fue formulada por la mañana, en Ezeiza, luego de su viaje al Vaticano, adonde acompañó a Kirchner como integrante de la comitiva presidencial. El gesto del santacruceño, que distinguió al líder radical con una invitación para una importante visita oficial, fue correspondido por Alfonsín con su apoyo en el conflicto generado por Baseotto.
El ex presidente se sumó a la polémica recordando el antisemitismo del obispo, que sus defensores en la cúpula de la Iglesia argentina y en el Vaticano ignoraron olímpicamente a lo largo del conflicto. Antes, Baseotto había descalificado al Islam con conceptos similares a los utilizados contra los judíos, también revelados por este diario. “En una Europa desdibujada en su identidad, que ha renunciado a sus raíces cristianas, el fenómeno musulmán produce un tembladeral y la lleva a una agonía inexorable, a un colapso como pueblo. Es hora de escarmentar en cabeza ajena y apostar por ser nosotros mismos”, había dicho Baseotto.
Ayer, además de subrayar el aspecto antisemita y antimusulmán de la personalidad del ex capellán del Ejército, Alfonsín respondió a las declaraciones del arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, quien había reaccionado ante la decisión de Kirchner argumentando que “el único que designa obispos en la Iglesia es el Papa”. “El sigue siendo obispo, desde luego, lo único que no tendría es el vicariato castrense. Desde luego que (el que designa a los purpurados) es el Papa”, explicó Alfonsín, aclarando así la medida del Gobierno. Y agregó que, de todos modos, la Casa Rosada debería buscar una vía de acuerdo en el caso Baseotto. “Es necesario llegar a una solución y cuanto antes, porque esto no beneficia a nadie, ni a la Iglesia ni al Gobierno.