EL PAíS › LAS FUERZAS DE SEGURIDAD IMPIDIERON EL CORTE DEL PUENTE PUEYRREDON
Como una muralla contra la protesta
Tampoco dejaron que los piqueteros ingresaran a la Plaza de Mayo. Actuaron, saturando los sitios por donde pasaban los manifestantes, con fuerzas de la Federal, Gendarmería, Prefectura y la Bonaerense. El lunes habrá una movilización de los piqueteros. La mirada electoral del Gobierno.
Por Diego Schurman y Laura Vales
Iba a ser un acto piquetero sobre el Puente Pueyrredón igual a los que se vienen haciendo, desde hace más de tres años, los 26 de cada mes. Pero ayer, al llegar a Avellaneda, los desocupados encontraron que el Gobierno había dispuesto un operativo policial inédito. Más de mil efectivos de Gendarmería, la Federal, la Bonaerense y la Prefectura les impidieron subir al puente y más tarde, cuando cruzaron a la Capital en tren para pedir explicaciones al Ejecutivo, no los dejaron llegar a la Plaza de Mayo. Los manifestantes pidieron una audiencia, pero en la Casa Rosada se negaron a recibirlos. Ayer, con la campaña electoral como telón de fondo, los gestos de endurecimiento del kirchnerismo ante el conflicto social se sucedieron uno tras otro.
La movilización no tenía nada de particular. Difícilmente hubiera podido ser más previsible: se cumplían tres años y dos meses de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Tres organizaciones de desocupados –el Frente Darío Santillán, el MTD Aníbal Verón y la Corriente Clasista y Combativa– iban a reclamar en Avellaneda por el juicio y castigo a los responsables.
El plan era hacer un homenaje en la estación de trenes y cortar el puente por dos horas, dejando carriles abiertos a la circulación del tránsito. Pero no pudieron hacer ninguna actividad; desde temprano la estación de Avellaneda había sido rodeada por 300 efectivos de Gendarmería. Sobre el Puente Pueyrredón la Policía Federal puso 400 hombres y en el puente Pueyrredón viejo la Prefectura desplegó otros 150, según los datos confirmados por el Ministerio del Interior. “Había hidrantes, federales con perros y caballería en las cuadras laterales. De la estación al puente estaba cubierto de policías”, dijo a Página/12 Mariano Sánchez, (CCC).
La protesta fue seguida de cerca por Néstor Kirchner. El Presidente se reunió en más de dos oportunidades con el ministro de Interior, Aníbal Fernández, y el jefe de la Policía Federal, Néstor Valleca, para tener detalles de un operativo que por primera vez en esta gestión incluyó a la Gendarmería.
Las últimas encuestas que llegaron a la Casa Rosada no son ajenas al cambio de hábito oficial. Revelan a una clase media de punta con los piqueteros, molesta por lo que consideran cierta inacción del Gobierno. Hasta la oposición tomó de bandera la queja por el “descontrol” de la protesta callejera.
En plena largada de la campaña electoral no es un tema a pasar por alto. Kirchner se siente seguro de un triunfo en la provincia, pero en la Capital los números muestran una paridad de su candidato, Rafael Bielsa, con sus principales competidores: Mauricio Macri y Elisa Carrió.
El gesto de autoridad hacia los piqueteros –con un visible y contundente dispositivo de seguridad–, y la necesidad de emparentarlos con la oposición, resultó finalmente la manera con la que el Gobierno buscó esquivar las críticas de una supuesta pasividad. De paso, se mostró como una víctima de una protesta que, alegan en la Casa Rosada, excede el reclamo de ayuda social para tomar cariz político.
Esta apreciación se transformó en un caballito de batalla cuando el propio Kirchner salió a denunciar una campaña de desestabilización de Eduardo Duhalde, Carlos Menem, Luis Patti y sectores piqueteros, aunque sin mayores detalles. “Ese pacto que estamos sufriendo se llama Duhalde, Patti y Menem, para que vuelva el pasado y que hay que vencer. Algunos sectores que se creen revolucionarios les son funcionales y vaya a saber allá, en la oscuridad, qué tipo de acuerdo tienen”, manifestó el Presidente el jueves en Bahía Blanca.
Bielsa mantuvo ayer abierto el enigma del vínculo entre duhaldistas y menemistas con los piqueteros que accionan y reclaman al Gobierno. El canciller asegura, como casi toda la plana mayor de la Casa Rosada, tener un as en la manga que comprometerá a los rivales políticos.
Las voces oficiales se hicieron eco de la denuncia de Kirchner contra el duhaldismo-menemismo. Para Aníbal Fernández, la protesta piquetera reprimida anteayer en la Rural fue precisamente motorizada por la oposición. El ministro del Interior no dio pruebas sobre esa acusación.
Nuevas protestas
Ayer, ante la magnitud del despliegue en Avellaneda, los piqueteros se movilizaron a la Casa Rosada para pedirle una audiencia a Kirchner. “Queremos preguntarle al Presidente por qué monta estos operativos militares y represivos contra el movimiento social”, señaló Pablo Solana, del Frente Darío Santillán.
Los manifestantes se tomaron el tren a Constitución y de allí marcharon hacia el centro, donde un segundo operativo policial, de 500 efectivos, les cerró el paso, impidiéndoles entrar a la Plaza. Frenados por una triple línea de uniformados, pidieron una audiencia al Gobierno. En la espera que siguió se sumaron a la protesta los dirigentes de casi todo el arco piquetero opositor.
No hubo con el Gobierno contacto directo, sino cruces por las radios y la televisión. Aníbal Fernández advirtió que en la Casa Rosada no recibirían a nadie bajo presión. “No habrá diálogo con la presión de los cortes”, dijo el funcionario. Los dirigentes dispusieron que la gente se desconcentrara y, con la calle libre, volvieron a reclamar una audiencia. Les dijeron nuevamente que no.
Al retirarse, los piqueteros anunciaron un nuevo plan de lucha para la próxima semana. El lunes habrá cortes del Puente, el martes y miércoles protestas y el viernes una marcha. Las medidas tendrán como reclamo la universalización de los planes sociales, el aumento de los subsidios a 350 pesos y la libertad de los presos políticos.
En una conferencia de prensa, consideraron que Kirchner “está tomando una actitud violenta, tal como lo piden López Murphy, Macri y Eduardo Duhalde”. Y agregaron que las organizaciones de desocupados “no vamos a resignarnos a vivir con 150 pesos, ni a que el 40 por ciento de la población esté bajo la línea de pobreza cuando el Estado está forrado en plata”. Del anuncio de las nuevas medidas participaron, además de las agrupaciones ya mencionadas, el Movimiento Territorial de Liberación, la Coordinadora de Unidad Barrial, el Teresa Vive, el Polo Obrero, el Futradeyo y el Movimiento Teresa Rodríguez.