EL PAíS › DOS ENCUESTAS MUESTRAN LAS OPINIONES SOBRE LOS PIQUETEROS
Contra el reclamo, a favor del diálogo
Por R. K.
El giro en la estrategia en relación con los piqueteros parecería basarse en el fuerte rechazo que existe respecto de los planteos de esas organizaciones: ocho de cada diez ciudadanos de Capital Federal y el Gran Buenos Aires se manifiestan en contra del reclamo piquetero y seis de cada diez creen que esas organizaciones expresan más un reclamo político que social. Aun así, una mayoría sigue inclinándose por el diálogo y la negociación.
Las conclusiones surgen de dos encuestas realizadas por las consultoras Analogías, que encabeza Analía del Franco, y OPSM, a cargo de Enrique Zuleta Puceiro. La primera, de Analogías, abarcó Capital Federal y el Gran Buenos Aires, totalizando 300 entrevistas telefónicas. El segundo trabajo, el de OPSM, abarcó a 110 personas de todo el país. En ambos sondeos se respetaron las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
En el trabajo de Zuleta Puceiro una amplia mayoría sostiene que el viraje en el discurso y la política respecto de los piqueteros se da por la cercanía con las elecciones. El ciudadano medio cree que en la Casa Rosada perciben que los cortes de puentes y rutas les restan votos, en especial en un distrito clave y difícil como el de la Capital Federal.
En ese terreno, el sondeo de Analogías es el que más permite ver el malestar, ya que se circunscribe a las zonas más afectadas por el fenómeno: Capital y el conurbano. En la encuesta de Analía del Franco se ve que el 79,1 por ciento expresa un fuerte rechazo al reclamo piquetero. Tal vez el dato más curioso es que el rechazo es más fuerte en los sectores de menos recursos (89,9 por ciento), aunque obviamente se mantiene cerca del 70 por ciento en la clase media y media-alta. Con algunas imprecisiones, la mayoría de la población sabe que el reclamo piquetero es el de aumento en los planes, aunque algunos hablan de aumentos salariales y un 30 por ciento dice que no conoce cuáles son los reclamos.
La semana pasada, el presidente Kirchner insistió en que los piqueteros han perdido adherentes y que hoy en día son una expresión de los partidos de izquierda. De esa manera instaló un concepto polémico: antes eran tolerables los piqueteros porque expresaban verdaderamente a sectores desocupados y ahora las organizaciones son malas porque es malo que haya política, y más todavía de izquierda, en los reclamos sociales. Esa demonización es absorbida por los encuestados, ya que el 63,5 por ciento se muestra de acuerdo en que los reclamos son políticos, dándole una connotación negativa a ese concepto. Del otro lado, sosteniendo que la política no es lo esencial en el reclamo, se ubica casi un 30 por ciento de los consultados.
Respecto de cuál es la estrategia frente a las organizaciones piqueteras, la cuestión es abordada por la encuesta de OPSM que tiene la ventaja pero también el inconveniente de que es un trabajo nacional y no focalizado en la población metropolitana, que es la que más convive con el fenómeno piquetero. Los datos que surgen del trabajo de Zuleta Puceiro indican que la mayoría, un 57 por ciento, se inclina por dialogar y negociar, mientras que cerca de un 40 por ciento –ubicado principalmente en Capital Federal y Gran Buenos Aires– cree que el Gobierno debe enfrentarlos. Según el propio encuestador, cuando se habla de enfrentar no se apunta a pegar palos, sino a confrontarlos con políticas, denuncias, discursos y, según interpreta el Gobierno, impidiéndoles que corten puentes y rutas.