Luego de las diferencias mostradas en el encuentro que mantuvieron el martes los docentes y la ministra de Educación bonaerense, Adriana Puiggrós, ayer se tensaron las discusiones por el reclamo salarial. Pese a que el Frente Gremial Docente amenaza con la posibilidad de que las clases no empiecen en marzo, la funcionaria descartó que se vaya a aumentar la partida destinada al sector. Por su parte, los gremios salieron a responderle y exigieron al gobierno de Felipe Solá “una respuesta concreta” antes del inicio del ciclo lectivo.

La reunión, en la que participaron Suteba y la Federación de Educadores Bonaerenses, fue considerada como un primer paso en las negociaciones, pero los docentes no dejaron de mostrarse disconformes por la falta de respuestas a su reclamo salarial. Ayer, Puiggrós ratificó que no se prevé una suba en los sueldos en el corto plazo. El principal argumento es que el gobierno bonaerense concedió un aumento el año pasado. El anuncio se realizó en agosto, luego de un conflicto sostenido durante meses. Además de un aumento de cien pesos en el salario básico –que de 310 pasó a ser de 400 pesos–, los maestros se llevaron la promesa de que continuarían con las conversaciones y terminar de acordar otra serie de puntos. Sin embargo, acusan al gobernador de no cumplir con lo pactado. En respuesta, y ante la posibilidad de que se retomen las medidas de fuerza, Puiggrós ratificó para la semana que viene una reunión con funcionarios de las carteras de Economía y Trabajo, con la que espera destrabar cualquier posibilidad de conflicto.