Aníbal Ibarra sigue moviéndose por la ciudad con la mira puesta en el acto que la semana próxima encabezará en Plaza de Mayo y ayer estuvo en un centro de jubilados, mientras los legisladores siguieron adelante con su juicio político ya sin el zamorista Gerardo Romagnoli en la Sala Juzgadora: le tomaron declaración al único de los cinco testigos convocados que se presentó a declarar y después analizaron qué hacer frente al alejamiento de Romagnoli y qué procedimiento se seguirá al momento de dictar la sentencia. La defensa del suspendido jefe de Gobierno pidió que se defina la situación del legislador de Autodeterminación y Libertad y no descartó pedir la nulidad del proceso a raíz de su renuncia.

La Sala Juzgadora de la Legislatura tomará hoy declaración a los últimos testigos citados al juicio político y, una vez completado ese trámite, el proceso entrará en la etapa de las definiciones: lo próximo serán los alegatos de los fiscales y la defensa, previstos ambos para el próximo martes, y después la votación en la que se definirá el futuro de Ibarra, que se realizará el 10 de marzo.

Ibarra pronunciará su alegato personalmente frente a los legisladores, y mientras lo prepara, multiplica sus encuentros con actores de la sociedad porteña en procura de fortalecerse políticamente para el tramo definitorio del juicio. En ese marco, el ibarrismo realizará el próximo 2 de marzo una movilización a Plaza de Mayo.

En su visita a un centro de jubilados y pensionados de Balvanera, donde recibió el apoyo de 300 entidades similares, el jefe de Gobierno afirmó que “se desató la política de los buitres que ven cómo sacan tajada”. También subrayó “entre el 60 y 70 por ciento de la gente rechaza mi destitución, tal como indican las últimas encuestas”, y desafió a quienes pretenden removerlo de su cargo a que “vayan a las urnas y ganen”. “En democracia –agregó– hay que convencer a la gente y si no declararse perdedor.”

Casi a la misma hora de la reunión de Ibarra con los jubilados, los legisladores se reunieron por penúltima vez con el propósito de interrogar a los testigos citados al juicio político. Aunque los convocados eran cinco, sólo concurrió el director de la Central de Calidad Ambiental del gobierno porteño, Claudio Martínez, quien ofreció detalles del sistema de control y medición de ruidos en boliches que realiza el área a su cargo.

Julio Golodny, uno de los defensores de Ibarra, reclamó una definición con respecto a la situación de Romagnoli y que se confirme si efectivamente renunció o no a la Sala Juzgadora. El zamorista anunció su alejamiento tras denunciar que el juicio político se había convertido en un “show” y la defensa del jefe de Gobierno no descarta pedir por eso la nulidad del proceso. Ante el pedido de Golodny, el juez Julio Maier aclaró que no le llegó “ninguna comunicación” sobre la situación de Romagnoli y añadió: “Vamos a hacer constar en el acta que hoy está ausente.”

Maier también le restó trascendencia al alejamiento de Romagnoli en la reunión que tras la audiencia mantuvo a puertas cerradas con los legisladores. Por más que en la Legislatura hay varios que insisten en pedir que renuncie a su banca o en avanzar en su remoción, entre los miembros de la Sala Juzgadora primó el criterio de no darle mayor cabida a esos planteos en esta etapa del juicio político y avanzar como hasta ahora. Terminado ese asunto, los legisladores empezaron a conversar sobre el procedimiento que utilizarán para votar y fundamentar sus posiciones.

La ausencia de Romagnoli no fue completa, porque la jefa del bloque zamorista, Noemí Oliveto, habló en su nombre. “No va a renunciar a su banca”, afirmó la esposa de Luis Zamora.