El kirchnerismo obtuvo un abultado triunfo en las elecciones constituyentes de Tucumán, abriendo así la puerta para habilitar la reelección del gobernador José Alperovich. En el resultado favorable del oficialista Frente para la Victoria –que se quedó con 32 de las 40 bancas en juego, más otras cuatro que ganaron los ex radicales que apoyan al gobierno– influyó la decisión de los principales partidos de la oposición de no presentarse al comicio. De todos modos, votó casi el 70 por ciento del padrón, más que en las elecciones donde participaron todos los partidos.

La actual Constitución provincial, que data de 1990, se redactó sin la participación del justicialismo. Entonces, a instancias de la bussista Fuerza Republicana, un constituyente radical y uno de la UCeDé, se prohibió la reelección y ningún gobernador podía aspirar a más de un mandato. Ahora los tantos se invirtieron: Fuerza Republicana decidió no participar de la elección a constituyentes. Y lo mismo hicieron Pueblo Unido y el Frente Anticorrupción, quienes se dijeron contrarios a las reformas reeleccionistas.

La discusión ahora se dará sobre si la reelección debe ser ilimitada o limitada. Alperovich aseguró que dos mandatos serán suficientes y que el tema estará en la agenda del debate de los 90 días que se extienda la Asamblea. Los militantes ultraoficialistas ya adelantaron su posición en las paredes de San Miguel. “Alperovich for ever” (Alperovich por siempre), decían las pintadas.

El Frente para la Victoria se quedó con 392.340 votos. En segundo lugar se ubicó Frente Participación para el Cambio, escisión del radicalismo aliado a Alperovich, que consiguió 63.877 votos. De esta manera se aseguró cuatro representantes en la futura Asamblea Constituyente, garantizando al oficialismo 36 de los 40 votos totales.

En tercer lugar quedó el Partido Obrero, que logró 36.570 sufragios y dos convencionales. Fue la gran sorpresa de la jornada, ya que obtuvo unos 30.000 votos más que los que había conseguido durante los comicios de octubre de 2005. Acuerdo Social para la Inclusión (Asi), alianza entre democristianos y socialistas, cosechó 26.960 votos, quedándose así con el cuarto lugar.

El radicalismo, que sólo se presentó en la capital (una de las tres secciones electorales en que fue dividida la provincia; las otras eran el Oeste y el Este), consiguió 21.700 adhesiones.

Alperovich, un ex radical ahora peronista, aseguró que actualmente Tucumán tiene “una Constitución hecha por un genocida, el ex gobernador (Antonio) Bussi” con características “totalmente fascistas”. El mandatario, quien profesa la fe judía, dijo que por esa Constitución, como “no tengo religión católica, para poder ser candidato a gobernador tuve que apelar a la Corte Suprema de Justicia” y, entre otras carencias, indicó que no cuenta con una cláusula sobre “derecho a réplica, no hay igualdad entre el hombre y la mujer”.

Alperovich –quien asumió en 2003– agradeció el resultado a Néstor Kirchner. “Sin la ayuda del Presidente, Tucumán no podría mostrar los cambios que se están produciendo” dijo, y puntualizó a modo de ejemplo que “hemos bajado la mortalidad infantil del 25 por mil al 15,5 por mil”.

La sintonía con el Presidente se extendió a la situación que atraviesa Aníbal Ibarra en la Capital y al conflicto con la instalación de las papeleras en Uruguay. Sobre Ibarra dijo: “No se justifica hacer un juicio político al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ese juicio está politizado totalmente”.

Sobre el conflicto internacional consideró: “No es bueno para Uruguay ni para la Argentina un emprendimiento que descuide el medio ambiente ”, consideró Alperovich, y puntualizó finalmente que “no se puede dar trabajo a cambio de altos costos para la salud de la gente”.