La esposa del policía Jorge Sayago encabezó ayer la primera marcha de silencio en Las Heras. “En el nombre de mi hija les pido que todo el que sepa algo no tenga miedo y ayude a la Justicia a esclarecer el asesinato de mi marido”, pidió Lorena Castro ante la avanzada de la manifestación, que logró reunir a unas cuatrocientas personas del pueblo que acompañaron a la viuda aun bajo la lluvia. Su reclamo sumó la voz del delegado de los petroleros de Las Heras. Mientras acompañaba a una protesta de ceramistas en Neuquén, Mario Navarro exigió la investigación del caso para que “no sea utilizada para judicializar la protesta”.

La comunidad de Las Heras decidió acompañar a Lorena Castro en su primera caminata pública de dolor. Entre quienes se sumaron a su reclamo de justicia hubo trabajadores, docentes y familiares de los Sayago. Frente a ellos, Lorena Castro pidió que no tengan miedo y, entre lágrimas, dijo que esperaba que “ésta sea la primera y última vez que tengamos que marchar para movilizar a la Justicia”. Tal como estaba previsto, la convocatoria comenzó a las seis de la tarde, en la entrada de la comisaría de la plaza San Martín en la que hasta hace dos semanas trabajaba el policía Sayago. Minutos más tarde, el pueblo entero parecía adherirse a la protesta. La marcha se extendió a lo largo de diez cuadras donde había negocios con las cortinas cerradas en señal de adhesión y personas sobre las veredas que a través de un gesto se solidarizaban con los caminantes.

A varios kilómetros de allí, Mario Navarro se sumó al reclamo de justicia de la viuda desde la provincia de Neuquén, donde realiza un recorrido para explicar los motivos de la protesta de los trabajadores del petróleo. En ese contexto, desde la sede del sindicato de los ceramistas pidió justicia y recordó que el conflicto que derivó en los incidentes de la muerte de Sayago fue “la forma de expresar la bronca de los trabajadores porque con el impuesto a las ganancias quedó licuado el aguinaldo de los petroleros”.