La Cancillería confirmó ayer de modo extraoficial la visita a la Argentina del primer ministro de Rusia, Mijail Fradkov, y mantuvo silencio con respecto al incidente planteado con ese país por el altercado entre uno de sus diplomáticos y miembros de la Policía Federal. “Ese es un tema delicado que está en manos de la Corte Suprema de Justicia”, se limitaron a apuntar en el Ministerio de Relaciones Exteriores.

El arribo de Fradkov a Buenos Aires está previsto para el próximo jueves. Su visita al país fue puesta en duda como consecuencia del episodio que protagonizó el consejero de la embajada rusa en Buenos Aires Gueorgy Todua. La versión de la Federal es que el 5 de marzo pasado el diplomático conducía a excesiva velocidad sin respetar los semáforos y también en contramano en estado de ebriedad y que al ser detenido, tras una persecución, agredió a los miembros de esa fuerza.

Los rusos niegan ese relato y dicen que fue Gueorgy el agredido. La Cancillería de ese país hizo público días atrás su desagrado porque la Argentina no se disculpó por ese hecho. “No es conforme a las reglas observadas por los países civilizados”, señaló en un comunicado oficial. “Rusia hace una lectura lineal de la Convención de Viena, pero su espíritu es que los diplomáticos gozan de inmunidad para ejercer su tarea y no para cuestiones vinculadas con su vida privada”, retrucan en Cancillería.

Los mismos voceros aseguraron que “está confirmado” que Fradkov arribará pasado mañana a Buenos Aires y que al día siguiente verá al canciller Jorge Taiana. El primer ministro ruso también se reuniría con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y con la ministra de Economía, Felisa Miceli.