Después de 84 días de veda, el Gobierno empezó a levantar la barrera a las exportaciones de carne. A partir del próximo jueves se podrá volver a vender al extranjero, aunque con límites: hasta un 40 por ciento de lo que se exportó entre el 1º de junio y el 30 de noviembre de 2005. Además, se eliminaron las restricciones a las ventas de menudencias y subproductos, como la carne cocida enlatada. El anuncio fue realizado por el propio Néstor Kirchner durante una reunión con tres de las entidades del campo.

La prohibición total de las exportaciones había sido anunciada el 8 marzo y era por 180 días. La revisión parcial de aquella medida se produce ahora que se constató una baja en los precios de la carne. De acuerdo con el relevamiento de la mayoría de las asociaciones de consumidores, los valores se ajustan tomando como referencia las cadenas de supermercados. A su vez, los dueños de carnicerías aseguran que las rebajas se verifican en el 70 a 80 por ciento de los comercios. Estas mermas le permitirán al Gobierno mostrar una inflación más baja de lo previsto en mayo, índice que algunas consultoras ubican en el 0,6 por ciento.

Los teléfonos celulares de los dirigentes la Sociedad Rural, Federación Agraria y Coninagro sonaron a las cinco de la tarde. A partir de ese momento tuvieron una hora para llegar a la Casa Rosada y escuchar, de boca de Kirchner, la medida que permitirá el regreso de la carne argentina a los mercados internacionales. Hasta ese momento hubo revuelo entre los representantes del campo ya que se habían enterado que, antes que con ellos, el jefe de Estado se había reunido con los miembros de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la entidad que viene armando movilizaciones de protesta por la prohibición de las exportaciones y hasta ayer amenazaba con un paro. Desde el Ejecutivo se esforzaron por aclarar que el anuncio con la buena noticia se reservó para las agrupaciones menos conflictivas y que con CRA no se había analizado el levantamiento de la veda.

De todas maneras, los empresarios ligaron la resolución del jefe de Estado a la cada vez mayor presión de los ganaderos. Visto del lado del Gobierno, no deja de haber sido una buena opción: logró descomprimir la situación con un triunfo en el bolsillo ya que logró la buscada rebaja de los precios.

La resolución tomada ayer permitirá que alrededor de 155 mil toneladas puedan exportarse. Al mismo tiempo, el tope del 40 por ciento sobre lo vendido al exterior durante la segunda parte de 2005 significará que la oferta de carne en el mercado interno se elevará en unas 230 mil toneladas durante el próximo semestre.

El levantamiento de las restricciones a la carne termoprocesada está relacionado con la fortísima baja en el precio de la “vaca conserva” en el mercado de Liniers. El kilo vivo cayó de 1,40 peso a 60 centavos desde que se prohibieron las exportaciones. Este tipo de animal es muy poco consumido en la Argentina pero es clave en la industria cárnica: con ella se elaboran patés y carnes cocidas enlatadas, que en su mayoría se mandan a Estados Unidos.

Las exportaciones a Europa por la Cuota Hilton quedaron exceptuadas del convenio ya que, en los hechos, esas ventas ya fueron liberadas.

Desde que se suspendieron las ventas al extranjero, los precios en Liniers se derrumbaron. Los novillos bajaron 30 por ciento y los novillitos, alrededor del 25. En el sector empresario y en los despachos oficiales coinciden en que esa caída está muy relacionada no sólo con la medida extrema tomada por el Gobierno sino también con un hecho estacional: durante la época de frío y heladas, los pastos pierden calidad y los productores prefieren colocar la hacienda en el mercado antes de que los animales bajen de peso y pierdan valor. De acuerdo con estimaciones preliminares del Gobierno, la carne bajó 15 por ciento en promedio en los comercios, menos que en el mercado mayorista, lo que significa que algún eslabón de la cadena se sigue quedando con una tajada adicional del negocio.

El encuentro de Kirchner con los productores duró apenas 20 minutos. Además del jefe de Estado y los ganaderos estaban Guillermo Moreno, Silvia Canela y Javier de Urquiza, subsecretario de Agricultura y Ganadería. Kirchner tomó la palabra: agradeció a las entidades por el éxito en la contención de los precios. Los productores pidieron que el próximo paso sea la evaluación pormenorizada del ya anunciado Plan Ganadero.

Para el consumidor, el acuerdo rubricado ayer con el campo significa que seguirá encontrando la carne en los comercios a los actuales precios de referencias para las distintas categorías. El cambio lo notarán los países adonde se dirigen los cortes argentinos. Algunos de los principales clientes, como Rusia, habían protestado oficialmente por la ausencia de carne en sus góndolas.