El culebrón radical tuvo ayer un nuevo capítulo en medio de la crisis partidaria que divide aguas entre quienes apuestan a la concertación con el Gobierno y quienes proponen una coalición opositora con Roberto Lavagna como candidato presidencial. El titular de la UCR, Roberto Iglesias, embistió contra los que acuerdistas, acusándolos de recurrir a lo “más fácil”, que es “colgarse del que le va bien”, y volvió a dejar las puertas abiertas para que emigren de la UCR. La respuesta llegó a través del intendente de Mar del Plata, Daniel Katz, que le apuntó a la dirigencia del partido: “Los radicales estamos en un momento difícil, al punto que hablamos de candidatos que no son radicales”, en obvia referencia al ex ministro de Economía. Pero hubo bastante más: el senador Rodolfo Terragno se ofreció de mediador entre ambos grupos, mientras que el capocómico Nito Artaza reclamó candidatos partidarios y un sector bonaerense levantó la candidatura presidencial de Margarita Stolbizer.

Esta vez fue Iglesias quien responsabilizó de la crisis que vive el radicalismo a los que buscan una concertación con el kirchnerismo: “en vez de empujar el auto, le pisan las ruedas”. El presidente de la UCR sostuvo en declaraciones radiales que “el radicalismo, lo que debería hacer, es discutir cómo mejorar el partido, buscar cambiar, y no pensar en la otra vereda, como sucede ahora”.

Iglesias intentó minimizar la interna de la UCR, al señalar que “es una crisis fuerte pero tampoco una crisis de estructura, son dirigentes que se van y nada más”. Enseguida ubicó a los acuerdistas fuera del partido al insistir en que se colocan en una “situación indefendible” y sienten “vergüenza de plantear que ya no pertenecen al radicalismo”. Tampoco desperdició la oportunidad para tomar distancia del Gobierno: “El partido no tiene nada que ver institucionalmente con la conducta que tiene el presidente (Néstor) Kirchner”.

La respuesta llegó de la mano del intendente marplatense alineado con los acuerdistas. Katz cuestionó la candidatura de Lavagna al asegurar que “los radicales estamos en un momento difícil, al punto de que hablamos de candidatos que no son radicales”, y cargó contra el ex ministro: “Si Lavagna va a evolucionar del lado de (Mauricio) Macri y de (Ricardo) López Murphy, la identificación política es cada vez menor”.

Katz justificó su participación en el movimiento partidario que promueve la alianza con el kirchnerismo en que en la UCR “algo anda mal”, si del 52 por ciento de los votos que obtuvo en 1982 se bajó a un 2 por ciento en los últimos comicios presidenciales. “Queremos cambiar cierta mecánica interna del partido”, dijo Katz, para afirmar que las conversaciones con el kirchnerismo son “programáticas, no tiene que ver con lo electoral”.

“Estoy dispuesto a dialogar con ellos, respetuosamente. Me gustaría tener la chance de convencer a algunos”, afirmó Terragno en su ofrecimiento para mediar entre ambos sectores. El ex jefe de Gabinete delarruista advirtió además que “antes de elegir entre la K y la L o cualquier otra letra, hay que acordar un proyecto, que no puede ser un catálogo de deseos, sino un conjunto de metas, plazos e instrumentos”.

Los grupos que están fuera de la disputa entre “radicales K” y los partidarios de Lavagna también salieron a expresar su opinión. El capocómico Nito Artaza dijo que la UCR no debería estar “peleando por ir a elecciones con candidatos peronistas con los hombres y mujeres de valor que tenemos en nuestras filas, como Margarita Stolbizer o Rodolfo Terragno”. En tanto los platenses de Generación Encuentro Nacional también le pusieron nombres a las candidaturas a presidente y a gobernador bonaerense: Stolbizer y el ex intendente de Bahía Blanca Jaime Linares.