Martes, 15 de agosto de 2006 | Hoy
EL PAíS › LAS DIVISIONES DEL RADICALISMO EN LA HISTORIA
El 1º de julio de 1896, cuando se dirigía en un coche al Club del Progreso, Leandro Alem terminó con su vida. Entre sus ropas se encontró una carta en la que había escrito un mandato: “Que se rompa pero que no se doble”. Deprimido, desplazado por su sobrino Hipólito Yrigoyen, el viejo caudillo radical dejó para la historia una frase que signó la interminable saga de rupturas, fracciones y alianzas políticas que durante más de cien años marcaron la vida política de la Unión Cívica Radical. Crisis en las que el poder nunca fue neutral. La más de las veces intervino cooptando o comprando fracciones o personajes. Divisiones y enfrentamientos que no son una exclusividad. No son más ni menos que las que en el último siglo enfrentaron los partidos de izquierda, los mismos conservadores y también el peronismo en sus sesenta y tres años de existencia. Una rápida mirada al pasado dimensiona el enfrentamiento que por estos días tienen los radicales que se identifican con Néstor Kirchner y los que impulsan la candidatura de Roberto Lavagna.
- 1890, El radicalismo nace al calor de la Revolución del Parque. La oposición al Unicato de Miguel Juárez Celman se expresó a través de la Unión Cívica. Alem, seguidor de Adolfo Alsina, estructurará la Unión Cívica Radical. Con la idea fija de volver a la presidencia de la Nación y luego de algún acercamiento a Julio Argentino Roca, el gran elector de la época, Bartolomé Mitre será el referente de la Unión Cívica Nacional.
- Entre 1893 y 1895 la UCR vive una fuerte crisis interna. Crisis que amenazaba su existencia como partido. Una Convención Nacional que reconoce el liderazgo de Hipólito Yrigoyen marca una verdadera refundación partidaria. En el camino sufrirán no pocas deserciones, entre ellas la de Bernardo de Irigoyen.
- En 1914 los distritos radicales de Córdoba y Santa Fe desconocen la orden de Yrigoyen de la abstención. En Córdoba pierden y ganan en Santa Fe. Estas diferencias quedarían en el olvido luego del triunfo de Yrigoyen en 1916.
- Durante el gobierno de Yrigoyen tienen lugar escisiones provinciales como las de Federico Cantoni, que da nacimiento al Partido Bloquista de San Juan y la del caudillo mendocino Lencina.
- Entre 1916 y 1930, a las crisis provinciales se le sumó la corriente antipersonalista de Marcelo T. de Alvear. La interna se dirimió en 1928 con la elección nacional. La fórmula Hipólito Yrigoyen–Francisco Beiró se impuso por el 57,4. En 1931 el gobierno militar anuló el triunfo radical en la provincia de Buenos Aires.
- Durante la Década Infame los radicales sufren la deserción de Roberto Ortiz, que había sido ministro de Alvear. Ortiz, referente del grupo de los “Galerita”, fue presidente de la Nación entre 1938 y 1940.
- La Junta Renovadora impulsó la candidatura de Juan Domingo Perón. La figura destacada era Juan Hortensio Quijano, a la sazón presidente de la Convención Nacional de la UCR y futuro vicepresidente del General. El radicalismo se quedó sin gobernadores, todos habían adherido al naciente peronismo.
- El Movimiento de Intransigencia Revolucionaria pierde posiciones frente a quienes impulsan la coalición de la Unión Democrática. Allí los radicales se alinean con el Partido Comunista, el Demócrata Progresista y el Partido Socialista Independiente, que tenía a Federico Pinedo como uno de sus líderes.
- Entre 1956 y 1957, en plena Convención Constituyente, la UCR se divide entre frondicistas y balbinistas. Arturo Frondizi y Oscar Alende quedarán como referentes de la UCRI. Balbín, de la Unión Cívica Radical del Pueblo.
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