Sábado, 9 de septiembre de 2006 | Hoy
EL PAíS › EL DEBATE DE LA SEGURIDAD ENTRE EL GOBIERNO Y JUAN CARLOS BLUMBERG
El jefe de Gabinete apuntó ayer sobre el entorno de Blumberg vinculado con la represión ilegal. El ingeniero salió al cruce del Presidente y dijo que “no se manifestaba con palos sino con velas”.
Por Diego Schurman
Con el mismo énfasis que Néstor Kirchner en la víspera, funcionarios del Gobierno pusieron nuevamente ayer sobre la mesa el debate de la seguridad criticando las propuestas de mano dura de Juan Carlos Blumberg. “(Los que estuvieron en la marcha de Plaza de Mayo) deberían reflexionar ya que muchos participaron del sistema que terminó con la vida de 30 mil argentinos”, señaló el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, en alusión a los desaparecidos durante la última dictadura militar.
Sin nombrarlas, el ministro coordinador puso el foco en algunas presencias de la movilización de Blumberg, como los “sin gorra” y la apologista del terrorismo de Estado Cecilia Pando. “El problema de la inseguridad no se soluciona elevando penas, ya que hace dos años que se hizo y la cuestión no sirvió. La seguridad se resuelve con mayor educación y mayor trabajo”, señaló Fernández.
El jefe de Gabinete retomó así el discurso que el jueves había realizado Kirchner y en el cual consideró que “la seguridad no se construye ni con un palo en la mano ni se construye con actitudes o con supuestos esquemas determinados”. El padre de Axel le señaló ayer al Presidente que su reclamo “es con velas, no con palos. A partir de ahora –señaló a La Nación digital– se va a ocupar de quienes van a las manifestaciones con palos y encapuchados”.
Tras la marcha no hubo cruce de dardos en público entre Blumberg y el gobierno nacional. Pero desde que anteayer Kirchner hizo alusión al tema volvieron los tironeos. Además de Alberto Fernández, otro que no se privó de hablar fue su tocayo Aníbal Fernández. El ministro de Interior sostuvo que “no hay recetas mágicas”, sino que se dictan “políticas públicas que permitan atacarlo de la mejor manera e inmediatamente”.
Una de las frases off the record que después de la marcha surgió de la Casa Rosada fue: “Este Blumberg de derecha no nos va a presionar más. Ahora va a sentir nuestro frío”. Los Fernández ensayaron ayer esa misma línea argumental, aunque expresada con menor crudeza. Concretamente, explicaron que la agenda de la política de seguridad no la dictará el ingeniero.
La idea resume la actitud que mantuvo la primera plana del Gobierno con Blumberg. Esa desatención no fue exclusiva de Fernández sino también del vicepresidente Daniel Scioli. Así, al dirigirse a la Rosada, el padre de Axel debió entregarle su petitorio al secretario privado del ministro del Interior, y al presentarse en la Cámara alta, tuvo que presentarlo en la Mesa de Entrada.
Felipe Solá no desentonó con la actitud de los funcionarios nacionales. Los bonaerenses, a través de los ministros de Seguridad y de Justicia, León Arslanian y Eduardo Di Rocco, habían sido los más duros con Blumberg. El gobernador retomó ayer las críticas. “No se combate a la inseguridad y a los delincuentes desde afuera ni haciendo de ésta una cuestión política y tratando de hacerle creer a la gente que es culpa de quien está en este momento dirigiendo el Estado.”
“No vamos a caer en el espectáculo cotidiano de la blumberización de la inseguridad”, añadió el mandatario provincial mediante un comunicado. Fue una manera de aludir a la utilización que la derecha le otorga al tema.
El secretario de Seguridad Interior de la Nación, Luis Tibiletti, ya se había referido al tema en un reportaje con Página/12. “La inseguridad es un tema técnico en cuanto a las soluciones que se pueden discutir, pero la visión sobre la inseguridad es un tema ideológico. Y lo están utilizando todas las fuerzas de derecha.”
Sociólogos consultados por este diario señalaron que más allá de quiénes lo utilizan, se trata de un tema central en la agenda ciudadana, muy por encima de otros como la corrupción, el desempleo o la falta de educación. El consultor Enrique Zuleta Puceiro detalló a este diario que, de acuerdo con un relevamiento, la inseguridad preocupa al 52 por ciento de los argentinos.
“Los datos son abrumadores y el Gobierno no puede mirar para otro lado. Abordar el tema y confrontar es demostrar que le preocupa y que acepta que es un tema clave. Si lo soslayara estaría fuera de la realidad, más preocupado por el precio del salame o el yogur que por lo que le preocupa a la mayoría de los argentinos”, dijo Zuleta a este diario.
–¿Es un tema excluyente de la derecha?
–Es de todos, de la gente de la ciudad y del campo. La discusión ideológica se da en la manera de resolver la inseguridad. Blumberg hizo cuatro marcha. En las primeras tres hubo silencio. Y ahora se aborda y se confronta lo que demuestra, insisto, que es un tema central.
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