El militante peronista de Escobar Luis Gerez, testigo del caso Patti y secuestrado durante dos días la última semana de diciembre, se encontraba “completamente avasallado” y “muy sorprendido” por el rumbo que tomó la investigación, afirmó ayer su abogado defensor, César Sivo, ya que la fiscalía que lleva la causa insistió en que se indagara sobre el entorno del albañil.

“Hay hipótesis que tendrían alguna entidad y que tendrían que desarrollarse; la del entorno no resiste el menor análisis”, enfatizó Sivo sobre la situación del proceso. Esta fue la primera vez que la defensa de Gerez hizo declaraciones sobre su desacuerdo con la marcha de las investigaciones. Agregó que trabajaba “en delitos de lesa humanidad desde hace muchos años, y hay un gran desconocimiento de la fiscalía sobre determinadas cuestiones; el sistema de alarmas que se han generado a partir del caso (Julio) López no parecen haber llegado al conocimiento del Ministerio Público”, cuestionando el accionar de los fiscales.

De su defendido, Sivo, aseguró que “se encuentra completamente sorprendido y muy preocupado” por toda la situación, pero sobre todo por la convocatoria de sus familiares como testigos en la pesquisa. En el círculo íntimo del albañil, afirmaron haber sido interrogados reiteradamente sobre si Gerez “fumaba o no”, y uno de los allegados ya había afirmado a Página/12 que creía que los investigadores manejaban la hipótesis de que “Luis se quemó solo con cigarrillos”.

El abogado penalista también había anticipado a este diario que pedirían el traslado de la causa a la Justicia federal. El último fin de semana realizaron un procedimiento judicial en la localidad bonaerense de San Fernando, lugar donde vive Gerez junto a su actual mujer, Mirta Praino. Los representantes de la Justicia estuvieron más de tres horas buscando indicios que permitieran avanzar con el proceso y se llevaron el disco rígido de la computadora para estudiar el correo electrónico y los archivos personales de la familia.

A pesar de haber declarado hace dos semanas durante dos horas, Praino fue convocada otra vez para ser interrogada, junto con Jorge Altamirano, el dueño de la casa de cuyo frente fue secuestrado el albañil, pero no asistieron al llamado debido al malestar que les produjo toda la situación.

“Que pongan en tela de juicio a la gente más cercana a la víctima de cautiverio, para él es completamente alarmante”, graficó Sivo acerca del estado de ánimo de Gerez. La posición y las sospechas de la defensa están dirigidas hacia la Policía escobarense y sus fuertes vínculos con el ex comisario y ex intendente Luis Patti.