Aunque ya lo había insinuado a su regreso de unas vacaciones en Europa, Juan Carlos Blumberg decidió meterse de lleno en la actividad política partidaria y oficiará de celestino para unir en una misma mesa al amplio y disperso abanico de candidatos antikirchneristas de la centroderecha –y más allá también–, que varios de sus interlocutores buscan transformar en un frente único opositor. Tras una “reunión privada” con Mauricio Macri, el padre de Axel anunció que ésa fue la primera de una serie de conversaciones que también incluirán al ex ministro de Economía Roberto Lavagna, al gobernador neuquino Jorge Sobisch, Ricardo López Murphy, Elisa Carrió, la radical Margarita Stolbizer, Patricia Bullrich y al ex gobernador menemista de Misiones Ramón Puerta. Para no ofrecerle un flanco débil al kirchnerismo, Blumberg agregó tímidamente que el diálogo también intentará abarcar al propio gobierno para acordar políticas de Estado. Pero el ingeniero evitó otras definiciones y dijo que recién en marzo lanzará su candidatura, sin especificar si aspirará o no a la gobernación bonaerense. Macri ya adhirió a la iniciativa: “Yo me sumo”, dijo.

Después del secuestro y asesinato de su hijo Axel, Blumberg se convirtió en un referente social de la mano dura contra la inseguridad y ahora pretende transformarse en el eje de la posible unidad de los sectores de centroderecha en un mismo frente electoral para la elección presidencial de este año. De excelente relación con cada uno de los aspirantes presidenciales de ese espacio político, el ingeniero se propuso sentarlos a todos a una misma mesa para debatir propuestas y luego candidaturas.

“Quiero conversar con todos”, dijo Blumberg tras su reunión reservada con Macri de ayer al mediodía. Después, en diferentes entrevistas radiales, fue dando a conocer la lista con quienes mantendrá negociaciones para “acordar propuestas comunes”. En todas nombró a López Murphy, Stolbizer, Lavagna, Carrió, Bullrich y Sobisch, mientras que en otras incorporó a Puerta en la seguidilla de apellidos que aglutinó bajo la definición de “toda la gente que de alguna manera se está postulando”.

“Voy a tratar de reunirme uno a uno y luego hacer una reunión colectiva, si es posible, para después cumplirlo en lo que se está de acuerdo”, dijo Blumberg sobre el plan que se trazó para cumplir antes de que termine el verano. “Luego se verá lo de las candidaturas, que para mí están en segundo lugar”, agregó el ingeniero, que de todas maneras confirmó que será candidato, aunque relegó hasta marzo el anuncio sobre a qué cargo aspirará y con qué aliados se presentará a las elecciones.

Pero el ingeniero tampoco quiso aparecer como aglutinador de una entente sólo opositora. “Lo más importante es unir a todos para crear y hacer políticas de Estado de largo aliento”, dijo después de incluir tímidamente al gobierno nacional en su iniciativa. “Qué otra cosa podemos hacer con los problemas que hay en educación, salud y seguridad”, sentenció Blumberg para también diferenciarse de la política oficial.

La propuesta de Blumberg ya tuvo una muy buena acogida en el PRO. Mauricio Macri mostró su optimismo al dar su versión sobre el encuentro privado con el ingeniero. “Tengo dos buenas noticias”, anunció Macri ante un ansioso grupo de periodistas que esperaba una definición del líder del PRO sobre su candidatura. “El ingeniero Blumberg, con quien tuve una reunión esta mañana, me comunicó que va a hacer política. La otra es que espero sentarme en una misma mesa de trabajo con todos los que tenemos una visión distinta a la del presidente Kirchner”, completó el empresario para despejar cualquier duda sobre la verdadera intención de la gestión del padre de Axel. “Yo me sumo”, afirmó Macri.

Pero el diputado dio su propia lista de los convocados, con quienes intentará hacer realidad un frente electoral común del antikirchnerismo. Para Macri, “los interlocutores son cuatro o cinco: Sobisch, López Murphy, la doctora Carrió, el señor Lavagna y el sector del Peronismo de Pie de Puerta”. Macri también dijo que ya le anunció a su socio en el PRO, López Murphy, su apoyo a la tarea que emprendió Blumberg y le pidió que sumara su esfuerzo. El Bulldog mantiene una vieja enemistad con Sobisch, que le provocó a Macri más de un dolor de cabeza en su política de alianzas.

En la sala de conferencias del amplio piso que Compromiso para el Cambio, el partido macrista, tiene en Alsina al 1300, el presidente de Boca Juniors afirmó que recibió con alegría la decisión de Blumberg de incursionar en la actividad política y que le transmitió su opinión sobre la importancia de que “las ONG se incorporen a la vida política”.

Pero Macri se incomodó cuando lo consultaron sobre la posibilidad de acordar el respaldo a la candidatura presidencial de Lavagna y repetir su intención de volver a dar pelea por la jefatura de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, una idea que –según sus allegados– ya parece haber desechado. “Primero hay que discutir las propuestas para el país y después darle forma al mecanismo para definir las candidaturas”, contestó molesto. Aunque admitió que las negociaciones con el lavagnismo están cortadas porque “no había vocación de diálogo” y “no tuve respuestas” para abrir las conversaciones. Luego, Macri recuperó su optimismo. “No es cuestión de ganarle a Kirchner si creemos que hay posibilidad de construir un único proyecto”, insistió el empresario confiado en la gestión de Blumberg.