Tras las declaraciones de Néstor Kirchner, que le había reclamado un diálogo “sin condicionamientos” para resolver el conflicto por Botnia, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez evitó replicarle a su par argentino, pero recordó que los cortes de ruta “ocasionaron un grave perjuicio económico” a su país. Vázquez se refirió al tema en el acto que realizó en Montevideo por los dos años de su gobierno. En la plaza Independencia, que estuvo colmada por simpatizantes del Frente Amplio, y acompañado por todo su gabinete, el mandatario defendió además a Botnia en el marco del “derecho de la sociedad uruguaya al desarrollo sustentable”.

El discurso duró más de tres horas y en él no hubo ninguna mención directa a Kirchner. Vázquez optó por un lenguaje distante de la emoción para ratificar su postura. Habló de encontrar “una salida diplomática sobre la base del respeto estricto al derecho internacional” (en alusión a los bloqueos de los puentes, que Uruguay considera violatorios del Tratado de Asunción) y volvió a vincular las autorizaciones otorgadas a Botnia para instalarse en Fray Bentos a una cuestión de “soberanía nacional”.

Vázquez reiteró, al mismo tiempo, que ve “próximo” el inicio del “diálogo entre ambos países” por las gestiones del facilitador español Juan Antonio Yáñez Barnuevo. La reunión en Madrid para reanudar el diálogo podrían hacerse a finales de este mes, pero la verdad es que no tiene buen pronóstico.

El jueves, Kirchner había adjudicado a Vázquez “falta de voluntad de diálogo”. “Querido Tabaré, negociar haciendo sólo lo que ustedes creen que hay que hacer, por más buena fe que tengan, es acatar, no negociar. Es difícil negociar cuando se dice ‘se hace esto o nada’”, planteó el Presidente en el discurso de inauguración de las sesiones del Congreso.

A partir de estos dichos, el acto de Montevideo había sido esperado con especial expectativa sobre lo que Tabaré replicaría. Sin embargo, el mandatario eludió una respuesta directa.

Quien sí contestó en extenso las declaraciones de Kirchner fue el ministro de Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, quien reclamó que el diálogo se base “en razones y no en pasiones”.

“Todavía me cuesta creer que tengamos que dirimir (la instalación de Botnia sobre la costa del río Uruguay) a más de diez mil kilómetros de distancia, y no entre nosotros mismos”, se lamentó el ministro, entrevistado por una radio porteña varias horas antes del discurso de Vázquez.

Arana hizo una defensa de Botnia y consideró que la planta de Fray Bentos será “la número uno del mundo en cuanto a una cantidad de prevenciones y condiciones que aseguren que todo lo que se emita a la atmósfera o los cursos hídricos esté muy por debajo de las muy exigentes condiciones que nuestro país y el contexto internacional imponen”.

El responsable de Medio Ambiente uruguayo cerró el tema al contar que acaba de visitar la obra y que ya está prácticamente terminada. “Estamos hablando de 80 por ciento de la construcción civil y un 40 por ciento de la instalación fabril, que comprende complejos mecanismos. Es impensable una relocalización”, concluyó.

En el acto de la plaza Independencia, Tabaré defendió, por otra parte, la idea de que Uruguay amplíe su comercio con norteamérica, ya que “en una estrategia de desarrollo hay que asegurar el acceso a la mayor cantidad de mercados, entre ellos el de los Estados Unidos”, señaló.

Vázquez recibirá en seis días la visita de George Bush, lo que será un nuevo motivo de fricción con la Argentina. En coincidencia con la llegada de Bush a Montevideo, el venezolano Hugo Chávez desembarcará en Buenos Aires para encabezar aquí un acto en su repudio.

Consciente de estas tensiones, Tabaré dedicó parte de su discurso al Mercosur. “Nadie ha hecho más (por el bloque regional) que nosotros” sostuvo. También recordó que su país propició la entrada al grupo comercial de Bolivia y Venezuela.