El ex gerente de Skanska Javier Azcárate –el mismo que habría confesado el pago de sobornos en un diálogo que fue grabado por el síndico de la compañía sueca Claudio Corizzo– decidió cerrar la boca. Sus abogados plantearon ayer la nulidad del llamado a indagatoria dispuesto por el juez federal Guillermo Montenegro y anticiparon que mañana se amparará en su derecho a negarse a declarar. En tanto, Montenegro sólo se “notificó” del requerimiento de la Oficina Anticorrupción (OA) para interrogar al presidente de Skanska Latinoamérica, Hernán Morano, pero dio luz verde a nuevas medidas sobre los contratos de la compañía sueca y haría lugar a un pedido de la Fiscalía para rastrear más comunicaciones telefónicas.

El juez que investiga el pago de coimas iba a iniciar hoy la ronda de indagatorias a ex ejecutivos de Skanska y ex funcionarios del Gobierno. Pero el ex gerente de proyectos de la constructora Alejandro Gerlero –ahora empleado de la empresa Techint– consiguió el aplazamiento de su audiencia para el 3 de julio. Algo que no lograron los abogados de Azcárate, a quien el juez confirmó la indagatoria de mañana. Sus defensores anticiparon que insistirán en su nulidad ante la Cámara Federal porteña y afirmaron que Azcárate “irá a la audiencia, pero no abrirá la boca”. En la grabación secuestrada por la Justicia, Azcárate habría reconocido que desembolsó 17 millones de pesos en “comisiones ilegales” para adjudicarse contratos en los Gasoductos del Norte. Allí también figuraría el porcentaje destinado a las coimas y la mención a un “pingüino de acá a dos cuadras”.

El fiscal Carlos Stornelli solicitó ayer someter las comunicaciones de todos los acusados a un sistema informático para establecer contactos entre ellos. Montenegro, en tanto, admitió –a pedido de la OA– la identificación de las consultoras que, a instancias de Nación Fideicomisos y el Enargas, intervinieron en el control de obras adjudicadas a Skanska; y la contratación de peritos para determinar los costos exactos de obras de ampliación del gasoducto en las que intervinieron Skanska y TGN.