Los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez fueron procesados con prisión preventiva por el secuestro y desaparición del ex senador peronista Dardo Molina. La medida surge de una resolución firmada por el juez federal de Tucumán Daniel Bejas y también alcanza al ex jefe de la policía tucumana Albino Zimmerman.

Según el magistrado, los tres procesados fueron responsables de la captura de Molina, el 15 de diciembre de 1976. Se lo llevaron de su estudio jurídico en Tucumán, donde además de abogado fue fundador del PJ provincial, diputado y senador. Integró incluso la comitiva que acompañó a Juan Domingo Perón en su regreso a la Argentina. Molina sigue desaparecido, pero se cree que fue enterrado en las cercanías del dique El Cadillal.

La acusación de Bejas señala la existencia de un genocidio, el delito de asociación ilícita agravada, violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad, torturas seguidas de muerte y desaparición forzada. Este juez la semana pasada adjudicó a los mismos personajes, más el ex oficial de Inteligencia Alberto Luis Ca-ttáneo, un papel determinante en los crímenes cometidos en el centro clandestino que funcionaba en el ex arsenal Miguel de Azcuénaga durante la última dictadura. Sobre los bienes de Bussi fijó una restricción de 65 millones de pesos y de 64 millones sobre el resto.

Bussi fue jefe de la quinta brigada del Ejército con sede en Tucumán, gobernó la provincia entre diciembre de 1975 y diciembre de 1977 y fue acusado de haber cometido él, personalmente, fusilamientos. Menéndez fue jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, con sede en Córdoba y jurisdicción en varias provincias.