La gobernadora electa vive en una casa de una sola planta, pintada de ocre y con postigos de madera. Queda a media cuadra del mar, en el barrio AGP (se llama así por la Administración General de Puertos). En el jardín de la casa se ve un cartel con los rostros de la fórmula del ARI. En la calle Vernet, cuyo asfalto está cubierto por una capa de dos centímetros de hielo, hay tres autos estacionados. Tienen vidrios escarchados y calcomanías de Ríos-Bassanetti. Hace frío. Todo cambia de la puerta para adentro. La diputada Fabiana Ríos está sentada en la mesa del comedor. Sobre la mesa hay diarios fueguinos –los de Buenos Aires aún no llegaron–, medialunas, una cafetera y un mate. Ríos no está sola. La acompañan una amiga rosarina, una colaboradora de Río Grande, un dirigente del ARI de Morón y una empleada del bloque de diputados nacionales que vino desde Buenos Aires. Su marido, el concejal Gustavo Longhi, habla por teléfono desde una de las habitaciones. Desde el comedor se escucha su celular. Su ring tone es “11 y 6” de Fito Páez. Ríos viajará hoy a Buenos Aires y, quedó confirmado anoche, tiene agendada a las 20 una reunión con el presidente Néstor Kirchner en la Casa Rosada.

–Los medios coincidieron en resaltar que su triunfo fue un hecho histórico por ser la primera gobernadora electa en las urnas. ¿Qué representa este resultado para el país?

–La verdadera representación va a estar después del 10 de enero. (N. de la R.: Para ese día está prevista la asunción de Ríos.) La posibilidad histórica del género de demostrar que hacernos visibles en la agenda pública era una necesidad guardada de la mitad de la población. Las mujeres estamos en la vida política desde hace muy poquitos años, con algunas limitaciones que nos permitieron los hombres, como la ley de cupos, algunos cargos parlamentarios. Tener la responsabilidad de un cargo ejecutivo de relevancia en la administración de una provincia puede pasar a la historia como la posibilidad concreta del aporte de una mirada de género en un proyecto político inclusivo.

–Quizá se anticipó a la elección presidencial, en la que podría llegar a ganar Cristina Kirchner. Para ella ya no será lo mismo.

–Sí, bueno, me anticiparon los tiempos históricos. Me anticipó el decreto del gobernador que puso la segunda vuelta en junio y no en octubre. En cualquier caso, no es la única candidata. Hay otras.

–Por ejemplo Carrió.

–Por ejemplo Carrió.

–¿Y qué posibilidades le ve para llegar a la presidencia?

–El país está cambiando rápidamente. Los procesos electorales se van dando con muchos mensajes, así que las posibilidades se van construyendo día a día. Todo es muy vertiginoso. Hoy estamos viviendo el vértigo de las primeras 24 horas después de un proceso electivo. Vértigo personal, pero también hay un proceso vertiginoso en las instituciones del país.

–¿Va a hacer campaña por Carrió en octubre?

–Voy a hacer campaña por Elisa Carrió.

–Sectores del PJ dicen que va a aprovechar el triunfo del ARI en Tierra del Fuego para conseguir recursos para su campaña presidencial.

–(Risas.) Debe ser lo que ellos hacen. Y deben suponer que todos hacen lo mismo. Nosotros elegimos una manera de financiarnos como partido político. Elegimos las reglas, que son la aceptación sólo de fondos partidarios originarios por aportes legítimos, la no aceptación de fondos de empresas y la transparencia en las cuentas. Eso es imposible en el ARI.

–Sin embargo, en Capital el ARI se alió con Jorge Telerman, quien fue acusado de usar recursos de la Jefatura de Gobierno para hacer su campaña.

–Yo no tengo algunas pautas para el adversario y otras para mí. No critico de esa manera. Si es delito es delito, lo que está mal está mal.

–Usted dijo que el resultado era una advertencia para Kirchner porque faltaba transparencia institucional. ¿En qué puntos le parece que al Gobierno le falta transparencia institucional?

–Al sostener el esquema presupuestario de la época menemista, con la creación de los Fondos Fiduciarios con una red y un entramado que hace imposible el control de fondos públicos. Con planillas de obras públicas en las que el 50 por ciento de lo que está allí descripto no se hace a pesar de que integra las planillas, y un 50 por ciento de obras que efectivamente se hacen y que no están en ninguna identificación presupuestaria. También en la existencia de facultades extraordinarias. Cuando uno mira las cuentas de inversión se da cuenta de que la prioridad política que debiera establecer el presupuesto no dura ni siquiera 24 horas, porque en el mismo instante en que se sanciona el presupuesto el Ejecutivo tiene todas las posibilidades de transferir esos fondos a cualquier lugar. De allí para adelante el pueblo mira, los gobiernos deciden, y no siempre mirando las necesidades de la gente.

–Una parte de la sociedad fueguina está inquieta ante la posibilidad de que se complique la relación institucional entre el gobernador y el Presidente. ¿Cómo va a ser la convivencia con la Casa Rosada?

–Va a ser buena. Lo único que voy a pedir para mi provincia son certezas para mi gente. Si va a haber asignación de fondos para obra pública, tener idea de cuándo comienza el proceso y cuándo concluye. Yo no estoy cargando las tintas sobre un gobierno nacional de otro signo político. Estoy tratando de reflejar una mirada sobre procesos institucionales. Si hay fondos del Ministerio de Infraestructura para obras en Tierra del Fuego, poder saber cuándo empiezan, cuándo se inicia el proceso licitatorio, en qué plazo empiezan la obra, en qué plazo la terminan. Y en qué plazo la población la va a tener disponible, disponible de verdad, para resolver necesidades.

–No es muy común que un gobernador haga las críticas que usted hace.

–Yo no sé qué críticas hacen los otros gobernadores, pero las críticas tienen que ver con una propuesta de relación. Porque yo admito las críticas también. Pero necesitamos tener certezas institucionales.

–¿Aquí en Tierra del Fuego hay sospechas de sobrefacturación o corrupción en la obra pública?

–No hay ley de obra pública provincial. Hay fuertes críticas respecto de los costos de las viviendas y las calidades, no sólo de las viviendas sino de la obra pública en general. Esta es una de las prioridades. Esta es una provincia que tiene un crecimiento poblacional tres veces y media superior al promedio nacional. Además tiene una ley de promoción industrial que favorece la llegada de capitales y la creación de puestos de trabajo. Esto hace que la migración interna sea un fenómeno relevante. De la misma manera el crecimiento de los servicios que debe dar el Estado. Son servicios que están basados en la coparticipación y fondos de regalías hidrocarburíferas. Los fondos asignados a obras deben ser fondos controlados por la provincia y con reglas claras con la Nación.

Del socialismo al ARI

La mesa está cubierta por una especie de tapiz hecho en telar. Sobre un mueble se ven adornos, fotos y recuerdos. Hay fotos de sus hijas y una postal en blanco y negro del Che. También hay muchos CD. Además de farmacéutica, Ríos es profesora de piano. “Este es mi tesoro”, dice y abre una puertita para mostrar los compacts. “Me gustan Silvio, Pablo, Serrat, Roos”, dice. En la pared también hay discos de vinilo colgados como decoración: Angel Vargas Mi vieja viola, Juan Sánchez Gorio Porque sientas lo que siento. En un portarretrato se ve una foto con el socialista Alfredo Bravo, ya fallecido. “Era amigo nuestro. Estuvo tres veces en casa”, cuenta Ríos. Antes de fundar el ARI de Tierra del Fuego, Ríos y su esposo militaron en el socialismo.

Ríos y su marido muestran su cotidianidad sin ningún problema. En la heladera se ve un imán con la cara de la fundadora del ARI (“Los fueguinos con Lilita Carrió, por eso votamos lista 134”) y otro con el eslogan del PSOE español: “Otra forma de ser, otra forma de gobernar”. También hay un imán que muestra el significado del nombre Fabiana: “Que cumple con su palabra. Amable, atenta, comunicativa y racional. Honesta, le gusta hablar siempre con la verdad”. “Sabemos que nos van a exigir más”, suele decir Ríos. Sus votantes ya tienen otro argumento, el sentido etimológico de su nombre, para pedirle cuentas al final de su mandato.

–El ARI a nivel nacional, o por lo menos en Buenos Aires, se ha juntado con el radicalismo de Enrique Olivera y critica la gestión de Chávez en Venezuela. Toma los valores republicanos como un discurso importante, pero no queda claro si sigue representando a la centroizquierda. ¿Qué es el ARI de Tierra del Fuego? ¿Un partido de centroizquierda, un partido de centro o ya no creen en las categorías ideológicas de la política?

–Nosotros creemos que el ARI tiene una categoría ideológica. Nos definimos como un partido de centroizquierda, aunque creemos que es una definición incompleta. Además de la definición de centroizquierda hay definiciones morales que exceden la cuestión ideológica. Hay definiciones republicanas que también lo exceden. Es fundamentalmente un partido de centroizquierda. Yo no puedo emitir juicios sobre los demás distritos. El componente del ARI de Tierra del Fuego es un componente particular.

–¿Diferente a la del ARI de Capital, por ejemplo?

–Cada ARI se va constituyendo con gente distinta, con un mayor componente de determinado tipo de alianzas que de otro. Las alianzas se establecen con una lógica sosteniendo los mismos principios. Yo pertenezco a un partido que dice que la práctica política se desarrolla sin clientelismo, sin uso de los pobres, sin robar y sin mentir. Pertenezco a un partido político que dice que la República debe ser fortalecida con instituciones fuertes, con diálogo democrático, con control público. Estas son las bases. Si me pregunta cuál es el componente político del ARI de Tierra del Fuego, es socialista, de gente que no ha tenido militancia previa, de gente que viene del peronismo, de gente que no viene de ningún lugar y que encontró en este espacio la posibilidad de participar. El ARI es un partido que ha instaurado en Tierra del Fuego una forma diferente.

–Compañeros suyos del ARI dijeron que el triunfo de Macri en Capital era auspicioso. ¿Qué piensa usted?

–Es auspicioso un triunfo que nos obligue a todos a convivir en la pluralidad política. Las hegemonías siempre terminan llevándonos a caminos sin salida. Yo voy a afrontar esta gobernación con dos intendentes que ya han sido electos y que son de fuerzas distintas a la mía. Pero yo necesito darle certezas a los intendentes, certezas de que los recursos van a llegar, que las necesidades de sus comunidades van a ser apreciadas por el gobierno de la provincia.