La demora en el vuelo que la traía desde Ushuaia y la tardía reunión con el presidente Néstor Kirchner el martes a la noche en la Casa Rosada obligaron a la gobernadora electa de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, a posponer hasta ayer el encuentro previsto con la bancada de diputados nacionales del ARI –de la que forma parte– para “analizar el triunfo” en la provincia austral. La reunión política se transformó en festejo. El bloque del ARI estaba adornado con guirnaldas y la recibieron con interminables abrazos, papel picado, sandwiches, gaseosas y cervezas. “Tenemos que romper el mito de que el ARI no puede o no sabe gobernar, y voy a intentar hacerlo de la mejor forma”, dijo Ríos.

La recepción que le brindó su bancada fue alegre y emotiva: incluso trajeron a su madre para que festeje con ella. “No compramos champaña para no evocar viejas épocas”, dijo el jefe del bloque, Eduardo Macaluse, en referencia a las fiestas menemistas. Visiblemente cansada, pero empeñada en resolver los detalles de su futuro gabinete y seguir de cerca el largo proceso de transición hasta el 10 de enero de 2008, Ríos no esquivó conversaciones ni escatimó notas periodísticas. “Sí, ya tengo el nombre de quien va a ser el ministro de Economía, pero no lo voy a decir porque en seis meses me lo esmerilan”, respondió a los cronistas parlamentarios.

Luego, la diputada participó de la sesión en la Cámara baja. En el recinto volvió a recibir el saludo de no pocos legisladores, la mayoría opositores. El kirchnerista Carlos Kunkel cruzó varias bancas para estrecharle un abrazo, lo siguieron la entrerriana Rosario Romero, Patricia Vaca Narvaja y hasta Alberto Balestrini ensayó una felicitación, desde lejos, mientras los flashes fotográficos registraban la secuencia.

Allí, sus compañeros del ARI volvían a felicitarla para que en las fotografías “no sólo apareciera el abrazo oficialista”. A pocos metros, otra diputada, Roxana Bertone –la compañera de Hugo Cóccaro en la fórmula kirchnerista derrotada en el ballottage fueguino– se sumergía en su banca y fijaba la vista en los papeles posados en su escritorio, como si nada pasara a su alrededor.

“Fue una reunión respetuosa e institucional”, resumió Ríos, sobre el tono del encuentro con el Presidente, en Casa de Gobierno, quien se “mostró predispuesto” –continuó– a brindar todos los datos y acuerdos económicos entre la Nación y Tierra del Fuego. “El 70 por ciento de los recursos de la provincia corresponden a la coparticipación federal y regalías petroleras, que tratándose de recursos no renovables deben ser bien invertidos en infraestructura” para un futuro perfil productivo. También dijo que el saludo de Cristina Fernández de Kirchner fue de apenas unos minutos, y por una cuestión de “género”. Después aclaró que aunque todavía no se vio con Elisa Carrió, habla “todos los días con Lilita”, y se refirió al resultado de la elección en Tierra del Fuego como una cuestión “estrictamente local”. Le preguntaron si creía que su triunfo sumaría votos a Carrió en la elección nacional de octubre: “Quisiera creer que sí y espero que así sea”, dijo.