Guillermo Devoto ya está acostumbrado a que le mencionen a su hermano. En la política argentina, los Devoto son dos. Guillermo es médico sanitarista, Jorge tiene una productora de publicidad, Utopía Comunicación, y conoce a Néstor Kirchner desde que era intendente de Río Gallegos. “Tengo un trato más colateral –admite Guillermo Devoto al hablar sobre su hermano–, aunque soy el que más milito.” En los últimos años fue secretario de Rafael Bielsa en la Cancillería, pasó por Cascos Blancos, fue funcionario de Martín Sabbatella y participó en la campaña por la candidatura de Bielsa en 2005. Ahora, desde el Frente para la Victoria, quiere ser intendente del municipio de San Martín, donde gobierna el vecinalista y ¿ex ARI? Ricardo Ivoskus. En diálogo con Página/12, Devoto compara a Mauricio Macri con “la punta de un iceberg” y advierte que los que buscan asociar a Daniel Scioli con ese polo “intentan empiojar la cosa y embarrar la cancha”. “Después del resultado del domingo hay algunos pechos henchidos, algunos pechos inflados, que buscan desbaratar todo lo construido.”

El Devoto médico entró a la política a través de la UES, cuando estudiaba en el colegio nacional Estados Unidos. “El colegio tuvo 25 desaparecidos, es el que más desaparecidos tuvo en proporción a la cantidad de alumnos”, cuenta. Dice que aún recuerda a Norma Frontini y Olga Velasco (hermana de Ricardo “Pacha” Velasco, esposo de la ministra Felisa Miceli), ambas desaparecidas. Guillermo Devoto trabajó con Floreal Ferrara en el Ministerio de Salud de la provincia. Gobernaba Antonio Cafiero. “Nos creíamos que íbamos a cambiar todo pero nos hicieron la vida imposible”, reflexiona sobre esa experiencia. Ahora está embarcado en la pelea por la intendencia de San Martín. Compite con el intendente Ivoskus, pero también con el diputado nacional Dante Dóvena.

–Desde el retorno de la democracia, San Martín es asociado a Luis Barrionuevo y Graciela Camaño, hoy gobierna Ivoskus. ¿Por qué usted?

–Barrionuevo es el pasado de San Martín, ya no es un dirigente que tenga incidencia política. Ivoskus, desde otro ángulo, también representa parte del pasado. Tiene una actitud zigzagueante, especulativa, representa una manera de entender la política asociada al pasado. Entiende a la política como una carrera de obstáculos donde uno tiene que ir cambiando de montas según la conveniencia. Ivoskus, en ocho años, si uno compara San Martín con los distritos de alrededor, ha hecho muy poco.

–¿Cómo vio la reunión de Scioli con De la Sota?

–No tengo datos de qué se trató en la reunión. Sí tengo datos de cómo se tomó esa reunión, de cómo se la operó. Después del resultado del domingo hay algunos pechos henchidos, algunos pechos inflados, que buscan desbaratar lo construido en estos cuatro años. Esto es la punta de un iceberg que esperemos se derrita lo antes posible.

–¿Quién es un iceberg? ¿Macri?

–Entre otros. Representa la intención de desarmar cada una de las cosas que se construyeron en estos años: una nueva mirada sobre los derechos humanos, la equidad, la distribución. Quieren cambiar todo eso, independientemente de que se maquille el discurso.

–Dicen que Eduardo Duhalde está recorriendo la provincia con la excusa de su libro. ¿Los intendentes pueden volver a agruparse en torno suyo?

–Si es así, formaría parte de esa misma maniobra, que intenta conformar un bloque opositor al Presidente. Veo críticas aisladas pero no veo que propongan un modelo distinto al del presidente Kirchner.

–En 2005 ganó Cristina Kirchner y muchos intendentes apoyaron a Chiche. Hoy impulsan la candidatura de Scioli. ¿Cómo ve esa paradoja?

–Habría que ver quiénes cambiaron. Si cambiaron los intendentes o cambió el proyecto del presidente Kirchner. La inclusión de Scioli en la provincia dentro de los lineamientos generales del Gobierno forma parte de un esquema político. Si hay intendentes que adhieren a ese esquema, son ellos los que han modificado sus posiciones.