EL PAíS
Para Carrió, la ley de lemas puede servir para que se vayan todos
Primero fue el rechazo, después surgió el cálculo: la idea de Reutemann puede servir para “un triunfo sobre todos los candidatos del PJ”. Mientras, formó el equipo de campaña.
Por Felipe Yapur
La nueva irrupción de la ley de lemas como alternativa para resolver la conflictiva interna peronista generó un rechazo inmediato en las fuerzas de la oposición. De hecho, tanto el radicalismo como el ARI anunciaron su repudio. Sin embargo, en la fuerza que conduce Elisa Carrió han comenzado a ver la posibilidad de los lemas como la mejor forma de concretar el reclamo popular del que “se vayan todos”. “Si gano, es un triunfo sobre todos los candidatos del PJ, los candidatos del régimen. Ellos se van y podemos comenzar a reconstruir la Argentina”, se la escuchó decir a Carrió durante una cena el jueves pasado.
Por supuesto que los integrantes del ARI, Carrió incluida, consideran que la alternativa pergeñada por el reutemismo –con cierto guiño duhaldista– es “absolutamente inconstitucional”. La primera reacción de Carrió fue el rechazo y ante la consulta lanzó una filosa frase: “Para rechazar la caducidad de los mandatos se amparan en la Constitución. Sin embargo, ahora para resolver su interna no dudan en manosearla”.
De todas formas, a Carrió, luego de pensarlo un poco, la idea de la ley de lemas terminó por no disgustarle tanto. Si bien dice que no apoyará una modificación a la ley electoral, cree que si el justicialismo consigue el apoyo radical, un partido en disolución, surgirá en realidad una “excelente” oportunidad para “terminar con todos estos personajes que tienen al país al borde del abismo”. Por ahora, todo se encuentra en un estado embrionario, la legisladora chaqueña esbozó su idea en una cena el jueves y prometió seguir pensándolo. De hecho ya comenzó a expresarlo. El viernes lo dijo en Mendoza, a donde llegó en tren de campaña presidencial.
La idea que ronda en la cabeza de la líder del ARI se expresa de la siguiente manera: el justicialismo no logra resolver sus contradicciones internas. La mayoría de sus candidatos, salvo el santacruceño Néstor Kirchner, expresan con matices el modelo de exclusión social y concentración económica vigente. Ante la imposibilidad de resolver estas diferencias en una interna abierta, la única salida que el PJ encuentra es la ley de lemas. “De tal modo, todos los candidatos del PJ competirán en la elección presidencial. Si yo gano, les gano a todos y el ‘que se vayan todos’ es un hecho”, repite la diputada ante sus colaboradores. Agrega un dato más, asegura que es el mecanismo más rápido para concretar el reclamo popular: “Una elección tradicional, donde uno de los precandidatos gana, deja a los otros en el banquillo de suplentes a la espera del próximo período presidencial. Entonces, el que se vayan todos se demorará años”. Igual, Carrió juró no mover un dedo para que la Ley de Lemas se concrete, sostiene que ese es un desgaste que le corresponde a los que tienen el problema, es decir los justicialistas.
Por ahora la mayoría de los legisladores del ARI no escucharon aún el razonamiento de boca de la propia Carrió. Igual están un poco acostumbrado a la mecánica de la legisladora de elaborar sus propias estrategias más allá de los consejos de sus colaboradores.
El equipo de campaña
El miércoles pasado y ante la insistencia de sus colaboradores, Carrió terminó aceptando la idea de conformar el equipo que coordinará la campaña presidencial. Hasta su departamento de Barrio Norte llegaron los diputados del Interbloque Oscar González, Rubén Giustiniani, José Vitar, Marcela Rodríguez, Laura Mussa y, como invitado especial, el demócrata mendocino Gustavo Gutiérrez. Esta no es la nómina definitiva. La chaqueña quiere que Graciela Ocaña se sume y algunas mujeres más. “Si hay tantos hombres creo que estoy hablando con alguno de mis ex maridos”, dijo entre risas ante la consulta de este diario.
Durante el encuentro se habló del “estancamiento” de la figura de Carrió en las encuestas. La chaqueña escuchó con atención cada uno de “los consejos” de los participantes para salir de la meseta. De todas formas, muchos de los participantes saben que “al final ella terminará haciendo lo que considera correcto”. Son conscientes de que muchos de los anuncios de Carrió se terminaron confirmando –como fue el caso de las cuentas suizas de Carlos Menem–, por lo que terminan aceptando la costumbre de la candidata a moverse de acuerdo a sus propios análisis. Eso sí, nadie quiere hablar del día en que Carrió se equivoque.
Un claro ejemplo de esta costumbre fue la presencia de Gutiérrez en la reunión del equipo de campaña. Si bien llegó en carácter personal y no en representación de los “gansos” mendocinos, la intención no es otra que ampliar el horizonte de acuerdos políticos. Carrió mantiene una estrecha amistad con Gutiérrez y desde los tiempos de la Comisión de Lavado de dinero que la chaqueña quiere sumarlo. La presencia del demócrata, que incluyó una visita de Carrió a la sede partidaria en Mendoza, tiene como objetivo ampliar el horizonte político del ARI. A Carrió le gusta decir que todo se enmarca en un amplio acuerdo ciudadano que incluya el centro y la izquierda. El centro es Gutiérrez y la izquierda no dogmática es Luis Zamora, con quien comenzó a desarrollar una relación más cercana.
Si bien estos acercamientos no implican necesariamente que tanto Gutiérrez como Zamora se sumen al ARI, en los alrededores de Carrió no se descarta que esto sirva para el armado de sublemas en un posible escenario de elección presidencial por el sistema de Lemas. Esto recién comienza.