Los efectos por el decreto de aumento del impuesto al Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) llegarán a la Legislatura porteña. Mientras la oposición refuerza las críticas al incremento firmado por Jorge Telerman en acuerdo con el macrismo, algunos sectores como el ibarrismo convocaron a una marcha a la Legislatura el jueves próximo a fin de pedir la nulidad del decreto. En tanto, el kirchnerismo habló de “trabajo sucio” y denuncia la medida como parte de un acuerdo político más amplio entre Telerman y su electo sucesor, Mauricio Macri.

“Me parece que es un impuesto que los porteños lo vamos a sentir mucho”, dijo ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, para quien Telerman fue ejecutor de un “trabajo sucio” pedido por Macri. “Lamento que se haya dicho durante tanto tiempo –dijo– que no iba a haber un impuestazo en la ciudad de Buenos Aires.”

La polémica que desató el viernes pasado la firma del decreto que eleva el ABL en la ciudad no se detuvo durante el fin de semana. Las incidencias del incremento que va del 50 al 230 por ciento en el impuesto calculado sobre el valor de las propiedades no parecen haber sido aprobadas por ninguno de los bloques de la oposición. La única excepción fue el macrismo. Hubo hasta referentes del llamado Espacio T (de Telerman) que desaprobaron la reformulación del impuesto.

Entre las voces de aprobación se escuchó la de Horacio Rodríguez Larreta, futuro jefe de Gabinete del gobierno de PRO. La decisión de Telerman –evaluó– “equilibra un sistema impositivo que estaba distorsionado”. En ese sentido se expresó también Diego Santilli, legislador de PRO, con una posición más crítica porque sostiene que el aumento no debió haber alcanzado la zona sur.

Fuera de ese espacio PRO, las críticas parecen haber sumado a todo el mundo. Uno de las más curiosas fue la de Alejandro Rabinovich, del ARI, uno de los legisladores del Espacio T abocados supuestamente a la transición desde el Parlamento. “¿Sabe cuándo me enteré?”, dijo. “El viernes a la noche, cuando me llamaron sus colegas.” Rabinovich no sabía, pero además no está de acuerdo. “No quiero entrar en el tema de legalidad porque hay razones para uno y otro lado, sólo digo que políticamente es mentira que se trata de una medida progresista.”

La revaluación impositiva es un tema pendiente en la ciudad dado que las últimas actualizaciones se hicieron en 1993 por eso la oposición no critica la necesidad de revalúo, sino que se haya hecho por decreto, así como el criterio de revaluación inmobiliaria por zona, y no por cuadra. Telerman lo firmó cuando el tema no formaba parte ni de la agenda de transición ni en Legislatura ni de la mesa de transición del Ejecutivo. Por eso su decisión abrió preguntas sobre por qué se hizo ahora y qué se acordó.

Entre las respuestas de la oposición se acentúan dos posturas. Una es la de su ex ministra de Desarrollo Social Gabriela Cerrutti, para quien es una “medida con un enorme costo político a tres meses de irse”. Y dice: “O lo hace por vocación propia, o se equivocó, o lo asesoraron mal o está cumpliendo con el mandato de otro”.

Aníbal Ibarra es otro de los que abona esa línea, pero con una idea propia donde Telerman no aparece como ejecutor del mandato de Macri sino como alguien que decide generar esta política de aumento de impuestos porque no le dan las cuentas para cerrar sin rojo a fin de año. Telerman “resuelve un impuestazo y miente a la sociedad cuando le dice que es para hacer justicia –dijo– y no tiene otro motivo que intentar tapar el déficit que generó el despilfarro financiero de todo un año y medio de gestión”. ¿Por qué lo hace ahora? Porque sino, esa Legislatura de mayoría PRO –apunta Ibarra– lo saca y no lo deja gobernar. Ibarra es uno de los que está convocando a una marcha a la Legislatura el jueves, a las 18, para pedir la nulidad del decreto.