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Al cierre de esta edición, la Cámara de Diputados de San Juan se aprestaba a suspender por el término de hasta 30 días al gobernador Alfredo Avelín, a quien se lo acusa de incumplimiento de los deberes de funcionario público. Una mitad de la Cámara de Diputados actuó como sala acusadora y ahora le tocará a la otra mitad llevar adelante el juicio político al gobernador para luego dictar sentencia. La suspensión de Avelín tiene como marco la desintegración de la alianza política que lo llevó a la gobernación y la parálisis de una provincia en virtual cesación de pagos, con estatales y docentes que no cobran desde hace meses. Avelín responsabilizó por su situación al presidente Eduardo Duhalde –lo llamó “traidor”– y calificó su suspensión como “un asalto al poder”.
No hubo sorpresas porque Avelín sólo conserva en la actualidad el apoyo de su partido, Cruzada Renovadora. Se sabía que ni sus ex aliados radicales y bloquistas, y mucho menos los opositores justicialistas, estaban dispuestos a levantar un dedo en su defensa. Horas antes de que comenzara la sesión la diputada bloquista Nélida Monserrat, titular de la Comisión de Juicio Político, explicaba la delicada situación en la que se encontraba el gobernador.
“Fue denunciado por incumplimiento de los deberes de funcionario público porque no garantizó el derecho a la educación ni el derecho a la salud en la provincia, y existe la posibilidad de que haya una presunta comisión de delito de malversación de caudales públicos”, sostuvo Monserrat. El delito al que hacía referencia la legisladora fue denunciado por los representantes de los gremios estatales: dijeron que el gobernador retenía de sus sueldos los porcentajes correspondientes a las obras sociales, seguros y gremios que luego no eran depositados.
Los integrantes de la comisión investigadora elaboraron cuatro dictámenes que fueron leídos durante la sesión de ayer. Sólo uno, el del representante de Cruzada Renovadora, favoreció a Avelín.
El gobernador retrucó responsabilizando de todos sus males al Gobierno nacional. Según él, porque privilegió al pago a los acreedores externos antes que enviar dinero a San Juan. “Nosotros sólo pedíamos que la Nación nos mande lo que nos debe, para que con ese dinero pudiéramos pagar las deudas a nuestros empleados, arreglar nuestras escuelas y solucionar el problema de las obras sociales”, sostuvo. Y siguió: “No estoy vencido ni de rodillas. Tuve el honor de haber defendido los bastiones de la patria, mientras que Duhalde fue partícipe de la destrucción del pueblo argentino y de la degradación nacional”. De los gremialistas estatales dijo que eran “una mafia”, que se propuso destruirlo.
Ahora, la mitad de la Legislatura que no participó de la sesión de ayer actuará durante este mes como sala juzgadora. Antes de dictar la sentencia analizarán las pruebas, citarán a declarar a testigos y también oirán el descargo del propio Avelín. Una de las posibilidades más fuertes es que se incline por fallar la destitución, que podría incluir la accesoria de inhabilitación para volver a ejercer cargos públicos.
Mientras dure la suspensión quedará al frente del Ejecutivo provincial el actual vicegobernador, Waldino Acosta, del Partido Bloquista de San Juan. Avelín dijo irónico que seguramente hoy mismo habrá dinero para su provincia porque el estorbo era él. El gobernador dijo también que si resuelven destituirlo volverá a su consultorio de médico “a atender a los que no tienen nada, a los que me tiraron huevos e insultaron”.