El saliente gobierno de la provincia de Buenos Aires ratificó que en la investigación de la desaparición del testigo Jorge Julio López siguen en la mira varios grupos conectados con el condenado represor Miguel Etchecolatz.

Dos altas fuentes de la administración de Felipe Solá confirmaron que se trata un ex colaborador de Etchecolatz que espió a López y aparece en una foto junto al testigo poco antes de su desaparición, también de uno de los acusados en la pista Atalaya (el irregular procedimiento realizado en esa localidad para dar con López), y cinco grupos operativos vinculados a sectores de derecha. Son las líneas de investigación que predominan en el expediente, ya publicadas por Página/12.

Los investigadores están convencidos de que López estuvo en Atalaya, y en tal sentido avalan el pedido de los querellantes de Justicia Ya! que solicitaron que se investigue a los vecinos de Rubén Durso, delegado municipal de ese paraje, uno de los cuales es el abogado de Memoria Completa. Las fuentes mencionaron los “escandalosos hallazgos” de la cárcel de Marcos Paz, donde fue detectado un “sistema paralelo” de comunicaciones utilizado por los represores, y apuntaron a dos civiles, entre ellos una mujer y dos militares como sospechosos. Para dejar asentado lo que realizaron en la búsqueda de López, los funcionarios en retirada enumeraron los procedimientos concretados.