Luego de haber visitado Chile, por la Cumbre Iberoamericana, y Brasil, donde se reunió con Luiz Inácio Lula da Silva, la presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner, estuvo ayer en Paraguay. La excusa fue la apertura de las obras complementarias de la hidroeléctrica binacional de Yacyretá que está frenada desde 1994, junto al mandatario paraguayo, Nicanor Duarte Frutos. En su discurso desde la ciudad de Ayolas, la futura mandataria afirmó que los obstáculos que enfrentó la construcción de la represa en la década del noventa y la paralización de la central nuclear Atucha II buscaron “quebrar la decisión de tener energía para abordar un modelo de desarrollo”, ya que en aquel entonces “había un modelo económico, político y social que no requería de energía, porque energía necesitan los que quieren producir, los que quieren trabajar, y no los que pretenden vivir de la renta o únicamente de los servicios como fruto de teorías económicas extrañas”.

“Debemos profundizar el cierre de la ecuación energética. Los tiempos que vienen estarán signados por dos elementos básicos: energía y alimentos. En América latina podemos ser punta de lanza de un nuevo modelo de acumulación regional que finalmente nos perfile como bloque frente al mundo”, dijo Fernández de Kirchner, quien viajó acompañada por el canciller Jorge Taiana, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y el vocero presidencial, Miguel Núñez.

En el mismo sentido, puntualizó que “hay que ser muy claros respecto del lugar en el que nos ubican nuestras alianzas, pero no para negarnos a los demás. Al contrario, la unidad latinoamericana nunca ha sido colonizadora, siempre ha sido libertaria, luchadora y transgresora. Es por eso que debemos construir juntos y profundizar nuestra relación”.

La futura presidenta y Duarte Frutos sobrevolaron la zona de las obras e inauguraron la canalización del arroyo Aguapey –en Paraguay–, que forma parte de un plan para que la represa pueda operar al ciento por ciento de su capacidad instalada. La obra abarca el primer tramo de los doce kilómetros de canalización del arroyo, trabajo que demandó una inversión de 30 millones de dólares y fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo.

En su discurso, el mandatario paraguayo señaló que su país “seguirá siendo una nación solidaria con la demanda energética de la hermana Argentina. Esperamos que siga creciendo económicamente, porque si Argentina está bien, Paraguay está bien. La victoria de Cristina es la ratificación de que los caminos abiertos en América latina son los caminos ciertos”.

Fernández de Kirchner recordó al mariscal Francisco Solano López, defensor del Paraguay al momento de declararse la Guerra de la Triple Alianza contra ese país –a la que llamó “alianza de la triple traición”–, en la que participaron ejércitos de la Argentina, Brasil y Uruguay, en la década del ’60 del siglo XIX. “Mi admiración por este pueblo de valientes, en el que cuando se acabaron los hombres pelearon las mujeres y los chicos”, subrayó, para luego agregar que “el general San Martín y Artigas, allá en el Uruguay, están sonriendo frente a esta nueva Latinoamérica, porque ellos soñaban esto: una Latinoamérica unida para los latinoamericanos en el mundo”. Cuando parecía que se olvidaba, recordó a último momento al venezolano Simón Bolívar, “a ver si se enoja Hugo (por Chávez) y me manda una filípica desde Caracas”, añadió.

Por otra parte, Fernández de Kirchner afirmó que se está “trabajando mucho en el Gobierno para abordar” la conflictiva construcción de la represa Corpus, en Misiones, “ahora que se ha relocalizado la obra”. El proyecto fue rechazado por el pueblo misionero durante un plebiscito que se realizó en la década del ’80. Sin embargo, en el acto la próxima presidenta aseguró que el gobernador electo de Misiones, Maurice Closs, “en compañía de las otras fuerzas políticas de la provincia, está dispuesto a abordar nuevamente el tema”. La futura mandataria consideró que la cuestión representa “una decisión que vamos a tratar con el gobierno del Paraguay porque estamos convencidos de que debemos profundizar el cierre de la ecuación energética en Latinoamérica y el Mercosur”, insistió.