EL PAíS › CRUCE DEL OFICIALISMO Y LA OPOSICION POR EL RESCATE FRUSTRADO

Entre el show y la solidaridad

Con diversos argumentos, referentes de la oposición cuestionaron el rol de Kirchner y el Gobierno en la fracasada Operación Emmanuel, así como el vínculo con Chávez. Dos ministros retrucaron destacando el valor humanitario de la gestión y la participación en ella de Brasil y Francia.

Con Chávez en la mira

Las repercusiones por la frustrada operación de rescate de los rehenes en poder de las FARC no se hicieron esperar. Si bien referentes de todo el arco opositor se lamentaron de manera unánime por el desenlace, los análisis que intentaron explicarlo fueron casi antagónicos: hubo quienes culparon de todo al presidente venezolano Hugo Chávez y quienes hicieron lo propio con el colombiano Alvaro Uribe y con el estadounidense George Bush. Estuvieron también los que utilizaron la ocasión para castigar el vínculo del gobierno argentino con el bolivariano, los que hablaron de “decisiones apresuradas y poco meditadas” de Cristina Fernández de Kirchner en materia de política exterior y quienes sostuvieron que todo fue una cortina de humo para ocultar el caso de Guido Antonini Wilson y sus valijas. Sea como fuere, para unos y otros resultó imposible permanecer indiferentes ante un evento que se caracterizó desde sus inicios por la estridencia y la espectacularidad.

Como no podía ser de otro modo, Chávez volvió al centro de la escena. Todos hablaron de él, opinaron sobre sus decisiones y realizaron balances con la historia una vez escrita. Si bien nadie cuestionó su búsqueda de una salida pacífica al conflicto que lleva ya más de 40 años, desde la oposición muchos dudaron de sus verdaderas intenciones. “Tiene una gran tendencia a transformar la política humanitaria en un gran show”, dijo del venezolano el ex candidato presidencial Roberto Lavagna.

En la misma línea, la diputada por la Coalición Cívica Patricia Bullrich opinó: “Nos parece que una operación de este tipo es silenciosa, no es un show. Debe estar bien pensada, bien armada y debe ser parte de un plan estratégico. Es por eso que creemos que Néstor Kirchner y la presidenta están tomando decisiones apresuradas y poco meditadas”. Luego de resaltar la complejidad del caso, al que describió como “confuso, con muchos actores e intereses en juego, con guerrillas llenas de dinero por el narcotráfico y con posiciones realmente crueles”, solicitó al Ejecutivo que “se discuta en el Congreso” otra eventual participación del país en un plan similar.

Si bien Federico Pinedo, presidente del bloque macrista en Diputados, mostró distancia ante la propuesta de Bullrich, coincidió en las críticas tanto a Chávez como al gobierno nacional. Así fue que acusó a la guerrilla colombiana y al mandatario venezolano de haber montado toda una performance con el único objetivo de obtener un poco de exposición pública: “Todo el operativo fue una propaganda de las FARC apoyada por Chávez”, fustigó. Es por eso que, según él, desde un comienzo la decisión de que Kirchner encabezara la comisión internacional fue un error. “El apoyo con tanta jerarquía de la Argentina a Chávez definitivamente perjudica a nuestra política”, aseguró.

Por su parte, el titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, apuntó también sus dardos a las relaciones entre Buenos Aires y Caracas: “Con el fracaso de la operación, terminamos como empleados de Chávez, enganchados nuevamente en un conflicto ajeno y, además, tirados de las narices por él”. Desde su San Salvador de Jujuy, el senador añadió que es tiempo de afinar la política exterior del Gobierno para no volver a quedar “embarrados” en casos como el de Antonini Wilson y la puja entre Venezuela y Colombia.

Desde el ARI autónomo, Eduardo Macaluse prefirió atacar al eje Washington-Bogotá: “El papel que jugó Uribe no es ingenuo y defiende la estrategia pactada con el gobierno de Bush”. Convencido de que hubo una intervención del país del Norte para que la entrega se frustrase, se lamentó de que “casi se festeje” el fracaso de la operación. “Se juntó la ambición por sacar tajada política y la inexperiencia diplomática de Kirchner”, explicó.

El diputado Claudio Lozano fue el único en manifestar “un profundo respaldo a la decisión Argentina de participar a favor de la gestión iniciada por Chávez”, ya que consideró que se debe hacer frente a la “estrategia bélica que articulan Bush y Uribe”. En respuesta a Bullrich, quien había insinuado que el caso había servido “para tapar el escándalo de la valija”, dijo: “No interpreto ni considero que tenga sentido ver todo esto como una suerte de cortina de humo. Es cierto que, si fuese así, sería un verdadero escándalo, pero para mí una cosa no tiene nada que ver con la otra”.


“Es un paso adelante”

Un día después de que Néstor Kirchner regresara de Colombia sin haber tenido éxito en su rol de garante internacional, el Gobierno salió a contestar las críticas de la oposición. Las respuestas partieron del canciller Jorge Taiana, quien defendió la intervención de Kirchner en la negociación por los rehenes (“tiene un valor en sí mismo”, dijo), y también del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que cargó muy duro contra la oposición. “Un punto positivo, aunque no haya tenido éxito inmediato, es haber puesto el tema de los rehenes en el escenario internacional”, argumentó Taiana. “La oposición tiene el vuelo de las gallinas, porque sale a cuestionar sin altura las acciones políticas más altruistas”, salió a cruzar Randazzo.

Con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lejos de la Casa Rosada (ayer permaneció en Santa Cruz junto con su familia), dos de sus ministros se encargaron de replicar los cuestionamientos de la oposición. En el rol que en otros tiempos tenía el hoy ministro de Defensa, Aníbal Fernández, un virtual vocero, Randazzo cuestionó a la oposición por criticar una gestión humanitaria en la que había intervenido toda la región, incluyendo por supuesto Brasil. “Atacan el valor de una gestión humanitaria en la que unieron esfuerzos y energías todos los países de la región”, remarcó. Además de Argentina, Venezuela, Francia, en la mediación participó un influyente enviado de Lula, su asesor Marco Aurelio Garcia.

Sin mencionar en ningún momento a la oposición, Taiana se preocupó de defender la utilidad de la participación de Kirchner con argumentos de política exterior. “Sabíamos antes de partir que era una misión compleja, que requería coordinación y el máximo esfuerzo de muchas partes. Esto tiene un valor en sí mismo: trabajar para lograr la liberación de las personas secuestradas. Pero además tiene un valor como paso, como hito, como mojón de un proceso que quizá cree las condiciones para llegar a negociaciones. Hay que saber verlo en perspectiva. Es una etapa que no ha culminado con todos los resultados que nosotros queríamos”, dijo Taiana en una entrevista televisiva.

Taiana fue uno de los integrantes argentinos de la gestión humanitaria que intentó conseguir la liberación de tres rehenes de las FARC: Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González. Al igual que Kirchner, Taiana se sorprendió mucho cuando el propio mandatario colombiano, Alvaro Uribe, anunció que el niño Emmanuel no estaría en manos de las FARC, sino internado en un hogar de Bienestar Familiar en Bogotá bajo el nombre de Juan David Gómez Tapiero. Ayer, cuando le preguntaron cuál había sido la reacción de los garantes internacionales al escuchar la versión de Uribe, Taiana no dejó lugar a dudas: “Naturalmente, de sorpresa”, admitió.

El asombro y la incredulidad de la comitiva argentina que acompañó a Kirchner se profundizó al cotejar un hecho: que Uribe había lanzado su versión sin haber ordenado un estudio de ADN que comprobara la identidad del niño supuestamente internado en el hogar. “Escuchamos la información que dio el presidente Uribe y estamos a la expectativa de lo que establezcan los estudios de ADN”, dijo Taiana. “El tema principal es el enfrentamiento entre las FARC y las autoridades de Colombia y alrededor de eso hay distintos esfuerzos para tratar de solucionarlo. Argentina lo que quiere es contribuir a una misión humanitaria y tiene una disposición positiva a contribuir en alcanzar una paz en Colombia”, agregó.

Con la defensa técnica de la misión en manos de Taiana, Randazzo se encargó de replicar a la oposición. Anteayer, la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió; el fundador de UNA, Roberto Lavagna; el vocero del macrismo, Federico Pinedo, y el jefe del bloque de senadores de la UCR, Ernesto Sanz, habían cuestionado el viaje de Kirchner. Para Carrió, Kirchner y Hugo Chávez hicieron “uso demagógico inmoral” de la negociación por la liberación de los rehenes. “Atacan el valor de una gestión humanitaria porque no tienen registrada la palabra solidaridad”, les contestó el ministro del Interior a través de un comunicado.

Mientras se comunicaba con el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, por la nube de ceniza que había provocado la erupción de un volcán en Chile, Randazzo continuó defendiendo el viaje a Colombia. “Siguen sin entender que tanto para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner como para el ex presidente Néstor Kirchner la defensa de los derechos humanos no tiene nacionalidad, sino que se trata de una cuestión estratégica.”

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