Marco Aurelio Garcia, principal asesor de Lula da Silva en temas internacionales y uno de los garantes de la suspendida entrega de los rehenes de las FARC, es favorable a una estrategia clandestina para recuperar a los tres cautivos Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González. Hace una semana, cuando Hugo Chávez anunciaba la fórmula para la entrega de los rehenes, deslizó la opción clandestina en caso de que el gobierno colombiano no autorizara la misión humanitaria de los países latinoamericanos más Francia. Ayer en Caracas, mientras el gobierno de Chávez mantenía el hermetismo, los familiares de los secuestrados se resistían a volver a Bogotá.

En declaraciones realizadas en Caracas, a su retorno de Villavicencio (Colombia) y publicadas ayer por el diario brasileño O Globo, Marco Aurelio Garcia estimó que tras la fallida operación lanzada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, “sería mejor” una negociación clandestina para recuperar a los rehenes, esta vez sin la presencia de los observadores internacionales. “Eso sería mejor. Nosotros no tendríamos necesidad de hacer el viaje”, afirmó, destacando que lo más importante era “la eficacia” en la liberación de los rehenes. “Cualquier gobierno puede hacer una negociación paralela. Yo viajé para una operación con esas características (como observador internacional), pero eso no excluye la posibilidad de otra propuesta para tener una respuesta favorable”, afirmó el asesor del presidente de Brasil.

En ese sentido, García restó importancia al hecho de que se trate de una operación ilegal, algo que achaca el gobierno de línea dura con las FARC de Alvaro Uribe. “No sería la peor de las ilegalidades cometidas por las FARC. Viven en la ilegalidad. ¿Hay alguna ilegalidad mayor a tener rehenes?”, subrayó el funcionario brasileño. Del lado del gobierno colombiano, el alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, declaró que una operación clandestina “no tiene ningún sentido y no puede ser tolerada”.

Al mismo tiempo el gobierno de Uribe intenta comprobar que un niño abandonado en 2005 sería el hijo de Clara Rojas, una de las rehenes que la guerrilla de las FARC se había comprometido a entregar en Navidad. Restrepo defendió ayer la hipótesis de Uribe sobre el niño y acusó al grupo guerrillero de haber engañado al presidente Chávez. “En este caso nosotros creemos que las FARC engañaron, le mintieron al presidente Chávez, y él de buena fe montó todo este operativo y por supuesto todos creímos que iba a ser exitoso”, dijo el funcionario.

Los familiares de los tres rehenes no creen en montajes. Esperan que se mantenga la operación para recibirlos en la capital venezolana, tal como establecía la fórmula de su liberación. El tío de Emmanuel, Iván Rojas, dijo que no se mueve de Caracas. “Vinimos por ellos y nos vamos con ellos”, en una frase de la que se hicieron eco los demás.