El acuerdo entre Néstor Kirchner y Roberto Lavagna en torno de la normalización del PJ sigue trayendo efectos colaterales. Esta vez fue el turno del subsecretario de Relaciones Institucionales de la Cancillería, Horacio “Pechi” Quiroga, quien en medio del debate abierto por la conducción de la Unión Cívica Radical confirmó ayer las intenciones del radicalismo K de construir una línea interna para quedarse con la presidencia partidaria.

“Muchos radicales y peronistas apostamos a la construcción de un proyecto político. Y esto es lógico que haya causado irritación en otros que son los traficantes del fracaso, los que se quieren especializar en oposición, como si ser oposición fuera un posgrado”, aseguró Quiroga.

En el mismo sentido, el radical disidente señaló ayer desde Neuquén, donde anunció el lanzamiento el miércoles próximo del Plan Nacional de la Cancillería en el Interior, que su partido “sufre la patología del fracaso”. “Ya lo dijo el presidente del partido (Gerardo) Morales, me voy a quedar así seamos cinco... Bueno, ya son menos que cinco. No sé qué es lo que está esperando para renunciar y crear las condiciones para que se pueda resolver democráticamente la posibilidad de que el partido se pueda reorganizar”, agregó.

Según se rumorea, el ex intendente de Neuquén es uno de los principales candidatos de los rebeldes para enfrentar a Morales en la lucha por la dirección nacional. Es por eso que el sábado último el actual titular de la UCR amenazó con que la Junta de Disciplina partidaria lo expulse, como ya lo hizo con el vicepresidente, Julio Cobos. Ayer, Quiroga respondió desafiante: “Sería hasta como una distinción”, dijo.

Por su parte, el secretario general del Comité Nacional de la UCR, Mario Jaraz, aseguró que la mesa de conducción partidaria se reunirá este miércoles en la sede del Comité Nacional para avanzar en una estrategia tendiente a impedir lo que consideran un “embate” de los radicales K. “Lo que no pueden es explicar por qué se fueron en su momento, por qué han traicionado la historia del partido. Fue el partido el que les permitió ocupar lugares de preponderancia en el ámbito de la dirigencia nacional. Primero tienen que pedir perdón”, exigió.

“Parece que se ríen de que el radicalismo tiene normas, una Carta Orgánica y que quienes estamos en el partido hemos llegado a través de las metodologías que establece la misma. Nadie les prohíbe a los que no fueron expulsados y a los que renunciaron intervenir en sus distritos, ser electos delegados al Comité Nacional y arribar a la conducción del partido”, finalizó.